Cangas.- El vino blanco Monasterio de Corias “Viña Grandiella” 2011 obtiene la medalla de oro en el XX Concurso Internacional de Vinos de Montaña, celebrado en Aosta, Italia. Único concurso internacional que valora los vinos elaborados en zonas de montaña adscritas al CERVIM.
El CERVIM, Centro de Investigación, Estudio, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña, es un organismo internacional constituido en 1987 bajo la voluntad de la Organización Internacional de la Viña y del Vino. Fundado específicamente para valorar y salvaguardar la viticultura heroica. Los criterios que definen la viticultura representada son: terreno con más del 30% de pendiente; altitud superior a 500 metros sobre el nivel del mar; viñas en terrazas de cultivo o paratas; viticultura de las pequeñas islas.
En los tres días de concurso, celebra do en la localidad de Sarre (Aosta) 24 catadores técnicos y 6 periodistas del sector, cataron los 601 vinos registrados procedentes de 12 países europeos y exclusivamente de zonas de montaña. De ellos 598 vinos fueron finalmente admitidos, concediéndose 2 medallas de oro dobles, 44 medallas de oro y 135 medallas de plata.
El Monasterio de Corias “Viña Grandiella” es el único vino español que alcanzó la Medalla de Oro en su categoría.
El Monasterio de Corias “Viña Grandiella” está elaborado mayoritariamente con Albarín blanco. Encuadrado dentro de los Vinos de Calidad de Cangas, este premio es un paso más en el apuntalamiento de la variedad Albarín blanco, una variedad propia de la zona donde desarrolla todo su potencial vitivinícola, como una variedad estrella en el panorama enológico español.
La bodega Monasterio de Corias situada dentro del recinto del Monasterio se ha preocupado desde sus inicios en la recuperación de la viticultura en la zona, labor que ha venido realizando durante los últimos doce años con criterios, en muchos casos controvertidos, pero que fieles a nuestra idea de cómo son y deben ser los vinos de esta zona suroccidental de Asturias, zona de viticultura de montaña, limite en el cultivo de la vid, está permitiendo recoger los frutos del arduo trabajo realizado.
El nacimiento del vino Monasterio de Corias “Viña Grandiella”, como homenaje a los viticultores que plantaban unas pocas cepas de uva blanca de gran calidad en los pequeños viñedos familiares, se ve refrendado con una nueva medalla de oro, dedicada a todos ellos que han sabido, no sin dificultades, mantener esta tradición y conservar el Albarín blanco en sus viñedos, a lo largo de los años y como ánimo a las nuevas generaciones de viticultores.