Este miércoles será la primera oportunidad de poner a la sonda Rosetta de la ESA a hibernar durante 31 meses, en el que será el tramo más solitario de su viaje de 10 años al cometa 67-P, a 1000 millones de kilómetros de la Tierra.
Los controladores de la misión en el ESOC, el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA, tienen previsto enviar esta semana el comando que pondrá a la sonda en modo de hibernación, en el que será uno de los momentos más dramáticos del largo viaje de Rosetta hacia el cometa 67-P/Churyumov-Gerasimenko.
Este comando iniciará el proceso de apagado del satélite, en el que se desconectarán prácticamente todos los sistemas de abordo, incluso las comunicaciones y el control de actitud. Los instrumentos científicos de Rosetta ya se habían desconectado uno a uno durante los cuatro primeros meses de este año.
“Rosetta se está alejando del Sol, y dentro de poco simplemente no recibirá suficiente energía como para mantener todos sus sistemas encendidos”, explica Paolo Ferri, Director de la División de Operaciones de las Misiones Solares y Planetarias del ESOC.
“Ya marcó un récord en julio de 2010, cuando se encontraba a 400 millones de kilómetros del Sol, convirtiéndose en el primer satélite en operar a esa distancia empleando únicamente energía solar. Rosetta duplicará su propio récord durante el periodo de hibernación”.
Apagado virtual de todo el satélite
Los únicos dispositivos que permanecerán encendidos a bordo de Rosetta serán el ordenador de abordo y varios calentadores, que se conectarán automáticamente de forma periódica para evitar que el satélite se congele mientras se aleja de 660 a 790 millones de kilómetros del Sol.
Antes de entrar en hibernación, Rosetta orientará sus paneles solares al Sol y comenzará a girar lentamente sobre si mismo para estabilizar su trayectoria.
La ventana para enviar el comando de hibernación se abre el día 8 de junio, tan pronto como se reciba el último informe de estado del satélite. Cuando entre en hibernación, la sonda no enviará o recibirá ninguna señal hasta el año 2014; el ordenador de abordo se encargará de contar las 136 semanas que durará esta fase.
Un despertador en el espacio profundo
El ordenador de abordo despertará al satélite el día 20 de enero de 2014 a las 10:00 GMT. Siete horas más tarde, Rosetta enviará una señal de confirmación al equipo de control del vuelo.
“Hace tiempo que empezamos a preparar esta maniobra, es una fase bastante compleja”, aclara Andrea Accomazzo, Responsable de las Operaciones del Satélite en el ESOC.
“Es un momento muy emotivo para el equipo de control del vuelo: básicamente estamos apagando el satélite. Todos estamos deseando que llegue el día 20 de enero de 2014, y que se despierte de nuevo”