Las agencias de calificación crediticia tuvieron su parte de responsabilidad en la gestación de la crisis: sus elevadas valoraciones de algunos productos financieros animaron a los inversores, una aventura que en ocasiones terminó en grandes pérdidas cuando las complejas inversiones se revelaron tóxicas. La situación no ha cambiado mucho, y las agencias siguen realizando recomendaciones a los países, pidiéndoles que se aprieten el cinturón si no quieren que se les disparen los tipos de interés. Este lunes, el pleno del PE debate cómo facilitar el control de estas agencias.
Ya el pasado 16 de marzo, la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del PE votó un informe del eurodiputado alemán de Los Verdes Wolf Klinz sobre las agencias de calificación crediticia, en el que se apoyan aquellas medidas e iniciativas destinadas a aumentar el compromiso de los distintos actores (entidades financieras, bancos centrales...) con el análisis de riesgos. El objetivo sería "reducir lo más posible la excesiva dependencia del sistema regulatorio financiero mundial de las calificaciones crediticias".
Responsabilidad civil de las agencias
El documento recomienda "aumentar las obligaciones en materia de responsabilidad civil de las agencias de calificación en caso de negligencia grave". Klinz explica que "es necesario ligar las calificaciones de las agencias con un nivel de responsabilidad", agregando que "las argumentaciones de las agencias de que sus calificaciones son meras expresiones de una opinión no se sostiene", por lo que es "urgente" exigir "más responsabilidad" a las agencias.
En el informe, Klinz también apunta que "debe examinarse la posibilidad de crear una Fundación europea de calificación crediticia de carácter no público y completamente independiente" con el fin de impulsar la competitividad en un sector dominado por tres firmas activas a escala global. Klinz sugiere asimismo estimular la creación de una red de agencias de calificación europeas para fomentar la cooperación entre las agencias de calificación que actúan a nivel nacional.
El informe pide a la Comisión que presente un plan para la fundación, que sería financiada (el menos los cinco primeros años) por la industria de los servicios financieros.
Conflicto de intereses
Pero ¿cuál es la relación entre estas agencias y la crisis económica? Empecemos por el principio: cuando una persona quiere invertir sus ahorros y los sitúa en un fondo, éste dispone de gran cantidad de efectivo (procedente de los ahorros de muchas personas diferentes) para invertir en acciones, bonos y productos financieros complejos. Es en este último punto donde entran en juego las agencias de calificación crediticia, ya que con sus informes positivos sobre algunos de ellos llevaron a los inversores a confiar en estos productos complejos.
Las operaciones se mueven en dos terrenos: si se unen una elevada calificación y la alta seguridad del producto, el tipo de interés aplicado será bao, y será por tanto sencillo y barato obtener un préstamo (porque el que lo concede tendrá la seguridad de que recuperará el dinero). Pero si la combinación incluye una baja calificación y un producto de mayor riesgo, el préstamo se realizará a un interés elevado para compensar el riesgo implícito. º
El conflicto de interés se produce porque las agencias también obtienen beneficios de los vendedores por calificar sus productos, y como es lógico, los vendedores quieren una calificación lo más elevada posible para poder venderlos sin problemas. Por tanto, se incentiva a las agencias a dar elevadas calificaciones incluso a productos "subprime", porque así atraen más volumen de negocio y su retribución es mayor.
"La clave del problema radica en que las agencias calificaban estos activos a la vez que proporcionaban consejo a los clientes que pagaban la calificación", explica Klinz. Es decir, que una agencia puede aconsejar a una entidad sobre cómo estructurar un producto para obtener la calificación más elevada, a pesar de que esto no convierte al producto en más seguro, sino que tan sólo hace que lo parezca.
Calificación de países
Este comportamiento agravó la crisis, ya que muchos gobiernos se vieron obligados a ampliar su deuda para rescatar sus sistemas financieros, una situación que ha llevado ahora a las agencias a rebajar la calificación de varios países debido al elevado nivel de deuda. Para Klinz, "las repetidas bajadas de calificación de Grecia y España llegaron demasiado tarde, y no ayudaron a calmar los mercados".
Por este motivo, el proyecto de informe del PE pide más transparencia sobre la forma en la que se deciden las calificaciones, aunque algunos grupos políticos, como el socialista o el de la Izquierda Verde Unitaria/Izquierda Verde Nórdica, querían que se recortara su campo de acción.