Por Fernando Bazán.noticiasdesiria.blogsopt.-La televisión estatal siria informó que una nueva ofensiva se había iniciado en Aleppo y que las fuerzas gubernamentales habían recuperado el control de Salaheddiin, pero fuentes de la oposición rechazaron la afirmación aunque Louay Mokdad -encargado de la coordinación de la logística de los rebeldes- confirmó que un nuevo impulso por parte del régimen estaba en marcha; la agencia oficial de noticias SANA afirmó que las fuerzas del régimen han recuperado totalmente el control de Salaheddiin -principal bastión rebeldes-. El régimen sirio tiene armas mucho más poderosas que los rebeldes y controla gran parte del país, pero el presidente Bashar Al-Assad ha sufrido una serie de contratiempos durante el mes pasado -como la bomba en Damasco, deserciones de funcionarios y del primer ministro esta semana- que han complicado las operaciones.
La región se prepara para una Siria sin Al-Assad
Mientras la lucha se intensifica en Aleppo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán admitió que algunos de los iraníes secuestrados en Damasco el pasado fin de semana, eran miembros de la Guardia Revolucionaria, pero insistió en que estaban de visita en el país por razones puramente religiosas. La agencia iraní de noticias ISNA, informó que los iraníes detenidos son miembros retirados los de la Guardia Revolucionaria y que los otros militares retirados son de otros Departamentos diferentes.
En un video online el grupo rebelde "Batallón de Operaciones Especiales Halcones”, una división de la cúpula militar de Damasco, el teniente Majid Sayyed Ahmad dijo que el asesor ruso del Ministro de Defensa para asuntos científicos militares, Gral. Vladimir Petrovich Kuzheyev, fue eliminado junto a su traductor personal, Ahmad Al-Ayyouq. La declaración no precisó cuándo fue asesinado Kuzheyev, pero una figura de la oposición de alto nivel dijo que fue asesinado hace dos semanas. El mismo grupo se atribuyó la responsabilidad por el asesinato de cuatro de los principales lugartenientes del presidente Bashar Al-Assad en Damasco el mes pasado.
Un portavoz del Ministerio de Defensa ruso señaló que no había un general llamado Kuzheyev en el Estado Mayor del Ejército ruso o un general con un apellido similar o con una fonética o gráfica parecida. Sugirió que los rumores acerca de un general ruso asesinado podrían hacer referencia a un oficial ruso jubilado o ante cualquier funcionario jubilado de las tropas ex soviéticas, que son habitualmente llamados "rusos".
Pero luego Kuzheyev convocó hoy a una conferencia de prensa en el Ministerio de Defensa de Rusia para negar la reclamación del grupo rebelde sirio sobre su muerte; Kuzheyev trabajó durante algún tiempo como asesor del Ministerio de Defensa de Siria en las escuelas militares, pero se trasladó a Moscú después de haber sido transferido a las reservas militares. Kuzheyev manifestó su agradecimiento a los medios de comunicación por su interés sobre su paradero añadiendo que su teléfono ha estado sonando sin parar con llamadas de familiares y amigos preocupados.
Vladimir Zhirinovski, líder del Partido Liberal Democrático de Rusia, criticó el artículo del The Washington Post que llamaba a la "violencia para derrocar al actual gobierno en Siria, que incluye el uso de la aviación y otros medios de EE.UU."; en ese artículo los senadores John McCain, Joe Lieberman y Lindsey Graham le pidieron a la administración de Obama que "directa y abiertamente proporcione asistencia sólida a la oposición armada, incluidas armas, Inteligencia y entrenamiento”.
Zhirinovsky señaló que si el presidente Obama sigue el consejo del Congreso y reconoce la necesidad de apoyo armado a los insurgentes sirios, la situación será irreversible y “Siria seguirá el destino de Afganistán, Irak, Libia y otros países, cuya soberanía sigue siendo sólo un estado en el papel”. A pesar que su partido se opone a la interferencia externa en los asuntos militares de otros Estados, Zhirinovsky razonó que si los rebeldes piden ayuda a los senadores de EE.UU., su partido les exigirá a los dirigentes rusos que apoyen abiertamente al gobierno sirio.
El Rey Abdullah, en una amplia entrevista con Charlie Rose de CBS, dijo "Estoy preocupado por el tiempo que tarda en encontrarse una solución política y mientras más continúe el caos más estamos empujando a Siria al abismo. Hay una realidad sobre el terreno que nos está poniendo al día”. En los campamentos de Jordania, según el Rey se albergan a 145.000 sirios, mientras que un promedio de entre 300 a 1.000 sirios cruzan todas las noches; se estiman que unos 30.000 sirios se han tratado en los hospitales, 25.000 niños debieron ser vacunados por tener cinco años sumados a los 8.000 estudiantes, que ahora van a las escuelas jordanas.
El enfrentamiento de la semana pasada que estuvo cerca de una confrontación mayor, es el ejemplo más duro de la creciente división entre Bagdad y la región autónoma del norte del Kurdistán iraquí; las fricciones han aumentado por las posiciones antagónicas sobre la rebelión siria y las disputas territoriales que plantean preguntas acerca de la unidad del Estado iraquí. La semana pasada, Bagdad y las autoridades kurdas enviaron tropas a la frontera siria, aparentemente para asegurarla contra infiltraciones, pero la movilización puso a los soldados árabes iraquíes y los soldados kurdos cara a cara en sus propias fronteras interiores, aun en disputa. EE.UU. intervino frenó un posible enfrentamiento, pero el malestar sigue latente ya que los kurdos avanzan en su lucha por una mayor autonomía del gobierno central.
Para Bagdad, la cuestión siria es un tema delicado. A los líderes chiitas iraquíes les preocupa que un colapso caótico del Estado sirio dé lugar a la aparición de un régimen sunita en Siria y que las provincias sunitas iraquíes sean incitadas por los Estados del Golfo a una rebelión contra el gobierno del chiita Maliki. Masud Barzani ha sido anfitrión de los activistas de la oposición sirios kurdos, impulsando activamente a que se unan sus fuerzas para formar un frente unido para prepararse para un escenario pos Al-Assad.
En la otra frontera siria, Ankara quiere asegurar el Kurdistán para evitar que las zonas kurdas de Siria no se conviertan en un refugio para los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) que están luchando contra el gobierno turco para obtener más autonomía en el sureste de Turquía, de allí que las relaciones entre Ankara con Bagdad y Damasco han empeorado notablemente en un corto plazo.
La Secretaria de Estado, Hilary Clinton, sostendrá conversaciones de emergencia en Turquía este fin de semana, que se centrarán principalmente en el período crucial inmediatamente después de la eventual caída de Al-Assad; las conversaciones probablemente también incluyen las nuevas posibilidades de hacerle llegar la ayuda a los rebeldes sirios a lo largo de una ruta de repente clara de Turquía. Clinton señaló que los rebeldes tienen la mayor parte del territorio alrededor de Aleppo, y la “oposición es cada vez más organizada y efectiva”; la otra razón es que los extranjeros que tratan de explotar un vacío de poder mediante el envío de combatientes.
EE.UU parece más dispuesto a utilizar el corredor que va desde Aleppo a la frontera turca para ayudar a los combatientes rebeldes, pero Clinton evitó referirse a los pedidos de los combatientes para recibir ayuda militar norteamericana sustancial, hasta ahora la administración Obama ha suministrado hasta el momento equipos avanzados de comunicaciones, pero que se abstuvo de suministrar armas de fuego u otras armas letales.
La decisión de Clinton de agregar un día de conversaciones con altos funcionarios turcos –de paso de su viaje a África- es una señal de preocupación en Ankara sobre la posibilidad que la guerra civil siria se extienda a nivel regional y aumenten los refugiados que ya fluyen en Turquía de manera masiva. También es un signo de la creciente participación norteamericana frente al posible final de la era de Al-Assad y el vacío de poder que quedará en un escenario altamente fragmentado en grupos religiosos y étnicos.
No es del todo cierto que EE.UU. no está haciendo nada para ayudar a la oposición siria, tampoco resulta del todo claro si debe hacerlo o no; puertas adentro de la administración de Obama hay un creciente debate sobre si es prudente aumentar el apoyo a los rebeldes, cuando la solución diplomática de ONU han fracasado. Por el momento la asistencia ha sido reducida, intermitente y no guarda relación con las exigencias de un campo de batalla nacional en constante expansión, que ahora incluye el uso de la fuerza aérea por el gobierno.