Por MSF.-Paul Roddy no se perdería la ocasión de salir con Médicos Sin Fronteras (MSF) para combatir el brote de Ébola en Uganda. El epidemiólogo está recogiendo toda la información que llega del hospital y de la comunidad afectada, y parece un poco contrariado cuando los datos no cuadran. Paul ha intervenido con MSF en otras epidemias de Ébola y tiene un doctorado en control y tratamiento de brotes de filovirus. Es la persona adecuada para hacerle algunas preguntas sobre esta rara enfermedad.
¿Cuántos virus de Ébola hay?
Hay cinco especies de Ébola diferentes. Por su lugar y año de descubrimiento, se conocen como Sudán y Zaire (1976), Reston (1989), Costa de Marfil (1994) y Bundibugyo (2007). El Ébola-Zaire es el más patógeno y se asocia a una tasa de mortalidad de entre el 80 y el 90%. El Sudán se asocia a una mortalidad de entre el 40 y el 65%, mientras que la del Ébola-Bundibugyo es del 25%. El virus fue reconocido en humanos en 1976 en Zaire (actual República Democrática del Congo, RDC) y de forma simultánea en Sudán. Su nombre proviene de un río cercano al epicentro del brote en RDC.
O sea, el tipo Zaire es el más letal y el Bundibugyo el menos virulento. El brote actual en el distrito de Kibale (oeste de Uganda) está causado por el Ébola-Sudán. ¿Qué nos puedes decir de él?
La tasa de mortalidad es, hasta el momento, del 30%, baja para el Ébola-Sudán. Pero las diferentes tasas de mortalidad deben ser interpretadas con cautela, dado que dependen de numerosos factores, como la ruta y la dosis de infección, la susceptibilidad genética y la concurrencia de otras enfermedades.
No hay vacuna o tratamiento para el Ébola. ¿Hay algún progreso científico al respecto?
Ha habido algunos avances en la investigación de vacunas y tratamiento para el Ébola. Por ejemplo, se ha experimentado con primates no humanos a los que se han inoculado dosis letales de Ébola-Zaire y 30 minutos después se les ha administrado un tratamiento, con un resultado del 100% de supervivencia.
Pero no parece que esto vaya a llegar pronto a las comunidades de África subsahariana…
Los éxitos actuales podrían beneficiar a personas que conozcan su momento de exposición al virus y busquen tratamiento inmediato. En otras palabras, beneficiarían a técnicos de laboratorio y personal médico, sabiendo la hora de exposición y teniendo acceso a tratamiento. Pero la población local desconoce en la mayoría de los casos cuándo se ha expuesto al virus y solo busca atención y tratamiento cuando se han desarrollado los síntomas. Existen investigaciones en marcha que procuran alargar el tiempo entre la exposición y el tratamiento.
¿Cuál es el origen del Ébola?
Los virus del Ébola y la fiebre de Marburg, llamados filovirus, son los únicos causantes de fiebre hemorrágica vírica para los que no se ha identificado de forma concluyente un ciclo de mantenimiento natural.
Quieres decir que no lo sabemos...
Investigaciones recientes apuntan a que los murciélagos de la fruta podrían ser el reservorio natural.
¿Cómo se transmite a los humanos?
El ciclo de transmisión completo no está totalmente identificado. Una de las teorías es que los primero infectados fueron primates no humanos y que el virus pasó al hombre a través del comercio de especies salvajes para consumo humano.
¿El Ébola se disemina tan rápido como creemos? Los libros y las películas lo presentan casi como un arma biológica.
La transmisión se produce generalmente durante la fase aguda de la enfermedad en un individuo y/o con el contacto con sus restos. El cadáver es altamente infeccioso, por eso la práctica de lavar los cuerpos de los muertos antes de ser enterrados es una de las fuentes de contagio más importantes. En el brote actual, mucha gente enfermó tras ir al entierro de una niña de 3 meses.
¿Qué grupos corren más riesgo?
Sobre todo el personal médico en África subsahariana, donde hay pocos recursos económicos, conflictos armados y sistemas de salud anticuados. También hay factores relacionados con el género: la limpieza de los cadáveres suele ser una tarea de mujeres en África y por ello, en muchos brotes, no en todos, los pacientes son mayoritariamente de sexo femenino.
¿Está justificado el miedo que provoca esta enfermedad?
Hace falta más investigación. Todavía no sabe qué intensidad y duración de contacto es necesaria para que se produzca el contagio. Por ejemplo, los investigadores estiman que un contacto ocasional no es suficiente para la transmisión humana del Ébola. En cambio, un contacto prolongado, como el de cuidadores y personal de salud con los fluidos corporales de personas infectadas, sí es motivo de transmisión.
Entonces, quizá es un exceso de precaución ni siquiera darse la mano durante un brote…
Nuestro conocimiento sobre la ruta y la dosis de infección para la transmisión del Ébola es limitado. Así que, mientras tanto, ¡mejor pasarse de cautelosos durante los brotes!
FOTO: Paul Roddy, epidemiólogo © Agus Morales/MSF