Gijón.- La consejera de Agroganadería, María Jesús Álvarez, intervino esta mañana en los actos del Día de Central Lechera en la Feria de Muestras y analizó el nuevo escenario que para las explotaciones lecheras asturianas supondrá la nueva reforma de la PAC.
Junto a la consejera (en la fotografía, de izquierda a derecha), presidieron el acto Francisco San Martín, director general de CLAS; Esperanza Orellana, subdirectora general de Medios de Producción Ganaderos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente; María Jesús Alvarez, consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado; Bertino Velasco, presidente de CLAS SAT y Benigno Fernández Fano, técnico de la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos
INTERVENCIÓN DE MARÍA JESÚS ÁLVAREZ
Quiero empezar agradeciendo al presidente de CLAS, D. Bertino Velasco, la invitación que me ha hecho llegar para compartir con todos ustedes -en el marco del Día de la Central Lechera Asturiana en la 56 edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias- esta Jornada de debate y reflexión entorno a la actual reforma de la PAC y su influencia en las explotaciones ganaderas de leche en Asturias.
Y quiero, a continuación, felicitar a CLAS por la organización tanto de las Ponencias como de la Mesa que acabamos de escuchar y que han analizado, desde el rigor y con la participación de ponentes del más alto nivel, cómo va a afectar la reforma de la PAC a las explotaciones de leche de Asturias y de España. Una cuestión de total actualidad y de gran interés no sólo para los ganaderos de leche de nuestra Comunidad autónoma, sino para el conjunto de la sociedad y, de forma especial, para la Consejería que tengo la responsabilidad de dirigir.
CLAS se merece, además, nuestra felicitación, más allá de la organización de esta jornada, por el camino emprendido de prestación de servicios integrales a sus socios, servicios que son esenciales para mejorar la productividad de las explotaciones y para seguir consolidando el ya largo trabajo desarrollado por esta empresa, una de las más emblemáticas de Asturias y la más importante de nuestro sector agroalimentario.
En este sentido, me gustaría hacer una mención especial acerca del trabajo: “Tablero de Gestión de la Explotación Lechera (TAGEL), programa de gestión técnico-económica específico para las explotaciones lecheras asturianas, que permite una interpretación sencilla de resultados y por tanto facilita la toma de decisiones a los ganaderos en aras de mejorar su rentabilidad.
Como Consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias quiero animar a todos los ganaderos a incorporar esta herramienta de gestión a sus explotaciones, porque sólo desde el conocimiento de la estructura de costes es posible mejorar la eficiencia productiva.
Porque mejorar la rentabilidad de las explotaciones constituye, lógicamente, el principal objetivo del sector. Y esa rentabilidad depende de variables que no siempre son fáciles de prever y/o de controlar. La rentabilidad del sector lácteo en este momento está en entredicho por varias razones: el incremento de los precios de los cereales –y por tanto de los piensos- o del gasóleo frente al mantenimiento, en el mejor de los casos -cuando no el decremento- del precio del litro de leche, son argumentos conocidos y repetidos para realizar el diagnóstico de un sector que ha vivido en los últimos veinte-treinta años una profunda transformación, en el marco de una PAC en continua reforma que, de forma constante, ha venido modificando las “reglas de juego” para nuestros ganaderos.
En la actualidad, y en el marco de la reforma de la PAC 2013-2020, se conocen las propuestas de Reglamento presentadas por la Comisión Europea. Se acaban de iniciar, por tanto, un largo y complejo debate y un proceso de negociación que pueden modificar de forma sustancial las propuestas iniciales a tenor de lo sucedido en anteriores reformas.
La propuesta de reforma de la PAC para después del 2013, supone un cambio conceptual sustancial de los criterios de concesión de las ayudas, respecto del modelo actual. Sobre la mesa está la propuesta en función de la cual las ayudas del “primer pilar” se van a recibir, básicamente, en función de las hectáreas de la explotación a través de lo que se conoce como Régimen de Pago Básico (método de pago uniforme por hectárea), y no sobre la base de la cuota láctea de la explotación, que es el factor que condiciona, en gran medida, el nivel de las ayudas que se reciben hasta este momento.
Desde el Gobierno del Principado de Asturias consideramos que es necesario que las ayudas permanezcan asociadas a la producción, como forma de garantizar la viabilidad de nuestras explotaciones.
Hay que tener en cuenta, por otra parte, que las propuestas de reforma planteadas dan un amplio margen de decisión a las autoridades nacionales en lo referente al modelo de aplicación de las ayudas previstas. Será por tanto el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) el que tendrá un amplio margen de maniobra en la toma de decisiones relativas a los recursos que se podrían destinar a las zonas con dificultades naturales, a la declaración de sectores sensibles , a los pequeños agricultores, etc.
En definitiva, el resultado final de la aplicación de la reforma de la PAC para el sector lácteo va a tener mucho que ver con las decisiones que el MAGRAMA adopte, en la media que se decida o no, una regionalización de los pagos; o bien si se declara -o no- a la producción láctea como “sector sensible” y el volumen de recursos que implique esa declaración, etc. Así pues, son muchas las decisiones tanto en el ámbito de la Unión Europea, como del MAGRAMA, pendientes de adoptar y que pueden variar en gran medida el impacto de la nueva reforma de la PAC sobre las explotaciones lecheras asturianas.
El precio del litro de leche, constituye en este momento uno de los problemas más acuciante para el sector. Los mecanismos de mercado que se contemplan en la reforma planteada de la PAC no parece que vayan a paliar esta situación sino que, al contrario, podrían suponer no sólo mayor volatilidad, que también, sino una mayor dispersión en los precios de la leche percibidos por los ganaderos, entre Estados miembros, entre las distintas regiones europeas, incluso, entre ganaderos suministradores de empresas asentadas en la misma región, lo que afectará a todas las explotaciones, independientemente de su modelo productivo.
No obstante no podemos dejar de tener en cuenta que el largo proceso de debate llevado a cabo en el seno de las instituciones comunitarias, en este contexto de inestabilidad de precios en el sector lechero, ha culminado con la aprobación por el Parlamento Europeo el pasado 15 de febrero del denominado “paquete lechero”, en respuesta a varias de las recomendaciones hechas por el Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre la leche a la Comisión, con el objetivo fundamental de minimizar los potenciales efectos perjudiciales que podrían producirse como consecuencia de la desaparición de las cuotas lecheras en la campaña 2014/15
A nadie se le escapa que los ganaderos productores de leche en el seno de la Unión siempre han estado en una posición de clara inferioridad con el resto de los eslabones que conforman el sector lechero (industria y distribución) en lo que respecta a su capacidad de negociación sobre aspectos fundamentales para garantizar la viabilidad de sus explotaciones, como son el precio y las condiciones de entrega de la producción.
El Reglamento CE/261/2012 que modificación del Reglamento CE/1234/2007, en lo que atañe a las relaciones contractuales en el sector de la leche y productos lácteos, posibilita que los contratos establezcan, por primera vez en España, el precio de entrega
de la leche, lo que salva definitivamente, al tener la UE competencias plenas en materia de competencia, las reiteradas y, a lo que se ve, infundadas reticencias al respecto de la autoridad española de la competencia, que durante años ha venido frenando cualquier regulación nacional en este sentido y que es esencial para la estabilización del sector productor de leche en España.
En Asturias, la aplicación de este paquete legislativo comunitario va a ser – debería serlo al menos- relativamente sencillo en relación con el resto del país por la feliz circunstancia de que en torno al 70% de la producción de leche de la región es recogida por Central Lechera Asturiana la cual, en tanto que Sociedad Agraria de Transformación que es, en principio no precisa ni establecer contratos con los ganaderos ni crear una Organización de Productores. Desde la Consejería estamos trabajando junto con el Ministerio para que pueda ser considerada a estos efectos del mismo modo que las cooperativas. De hecho, al ser propietaria del 56% de Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA), es y seguirá siendo la capacidad de liderazgo y negociación en el seno del Consejo de Administración de esta sociedad de los ganaderos representantes de CLAS, lo que determine el precio percibido por la leche y el resto de las condiciones de su relación con su industria transformadora.
Finalizo reiterando mi agradecimiento por permitirme participar en la clausura de esta Jornada y manifestando el compromiso de la Conserjería, que es el compromiso del Gobierno del Principado, para seguir colaborando con CLAS, con ustedes que se definen empresarios ganaderos, que conjugan lo mejor de la tradición con la innovación, que apuestan por la formación y la modernización.