La catedrática de Sociología y profesora del departamento de Economía del CSIC, María Ángeles Durán, ha alabado hoy en Santander la contribución “invisible pero importantísima” de las personas mayores a través de su trabajo no remunerado como “sostén familiar” parael “mantenimiento de la paz social” en España en el actual contexto de crisis económica.
“Si no fuese por el papel de los mayores, las personas con empleo tendrían que aumentar su contribución fiscal”, señaló la experta, quien explicó que los servicios sociales dependientes del Estado no serían suficientes para cubrir las necesidades de atención de los colectivos más desfavorecidos. “No podríamos pagar todas las residencias que necesitamos”, remachó.
Así lo afirmó durante una rueda de prensa celebrada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo de su participación en el encuentro ‘Envejecimiento activo: promover la autonomía a través del compromiso y la responsabilidad social’, patrocinado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad a través del IMSERSO, y en la que estuvo acompañada por la vicepresidenta de la Plataforma Europea de Personas Mayores (AGE), Louise Richardson.
Durán aseguró que las personas mayores “están asumiendo una carga muy fuerte” ya que, según dijo, “con el dinero de las pensiones se está dando de comer a hijos o nietos, aunque su contribución va más allá, con cuidados y atención”. “Hay que hacer más énfasis en la economía del hogar y del tiempo”, apuntó.
“La economía española no se entiende sin el ahorro de los mayores”, subrayó la profesora, al tiempo que recordó que este sector de población tiene un papel “muy importante” debido a sus recursos patrimoniales y capital invertido en planes de pensiones. En este sentido, adelantó que la Fundación Matía está realizando un estudio sobre la relevancia de los jubilados en el Producto Interior Bruto (PIB) del país.
Por su parte, Richardson insistió en que la “mejor combinación” para la calidad de vida de las personas mayores es la que tienen países como España o Irlanda, con “intensas redes familiares que ofrecen soporte y apoyo”, pero también “buenos servicios” por parte de los gobiernos.
Asimismo, lamentó que la “escasez y la crisis” esté afectando a la atención que reciben las personas mayores, lo que, en su opinión, genera un “estrés” que se refleja en un “alarmante aumento” de las tasas de suicidio, sobre todo, precisó, entre los hombres que superan los 60 años. “La gente que pierde el trabajo queda con pensiones bajas y pocos recursos para la jubilación”, argumentó.
Además, la vicepresidenta de la Plataforma AGE valoró positivamente el hecho de que las personas mayores dispongan de un empleo a tiempo parcial e hizo hincapié en que esto no supone una “penalización” para el resto de trabajadores o para los que buscan trabajo. En esta línea, apostó por un “envejecimiento activo” y manifestó que “cada persona es responsable de sus últimos años de vida”.