Las mujeres viven más años pero con peor salud

Las mujeres viven más años pero con peor salud

Gaceta Sanitaria/SINC.-Según un estudio de investigadores de la Universidad de Lleida, el CSIC y el Hospital General de L’Hospitalet, a partir de los 50 años los hombres tienen una probabilidad ligeramente menor que las mujeres de padecer una discapacidad, sobre todo la llamada “instrumental”

 

La discapacidad instrumental es aquella que impide realizar actividades como usar el teléfono, hacer la compra, preparar la comida, cuidar la casa o administrar el dinero. Una investigación, que publica el último número de Gaceta Sanitaria, asegura que las expectativas de vida con buena salud se muestran distintas en función del sexo y que son las mujeres las que en mayor medida sufren este tipo de discapacidad a partir de los 50.

 

“Con un año de edad, las mujeres tienen una esperanza de vida libre de discapacidad de 64,62 años, 4,11 años más que los hombres. Sin embargo, esa diferencia se va acortando a medida que aumenta la edad hasta que, alrededor de los 40, se igualan. A partir de la cuarentena, la tendencia se invierte y son las mujeres las que presentan un peor pronóstico de supervivencia sin discapacidad”, explica el estudio.

La aparición de discapacidad básica comienza a ser importante a partir de los 60 años de edad

 

Los investigadores realizaron 1.268 entrevistas a personas de entre 70 y 74 años de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona a partir de indicadores de la esperanza de vida saludable, y datos de mortalidad y morbilidad para observar los índices de enfermedad y dependencia según el sexo y la edad.

Según sus resultados, la aparición de discapacidad básica –aquella que imposibilita realizar actividades diarias como bañarse, vestirse, ir al servicio o comer solo –, comienza a ser importante a partir de los 60 años de edad.  Asimismo, entre los 50 y los 54 años, la esperanza de vida libre de esta discapacidad instrumental es de 19,11 años en las mujeres, mientras que en los hombres es de 20,73. Esta diferencia coincide con el inicio de los problemas osteoarticulares en las mujeres mayores de 50 años.

 “La aparición de problemas de discapacidad que se evidencian en el final de la madurez podría ser paliada por actuaciones preventivas sanitarias, actuando sobre los factores de riesgo para prevenir la aparición de enfermedades o lesiones, así como favoreciendo las actividades de rehabilitación, para retrasar la aparición de la discapacidad y ganar años de vida en salud en la vejez”, concluyen.

 

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