Por OIP Guinea Ecuatorial.-Conseguir que la capacidad emprendedora sea una asignatura en las escuelas africanas y que los empresarios africanos proyecten una vocación internacional para los negocios, son los temas que preocupan a Melquisedec Nsue Nfana Avomo, Técnico Superior en Comercio Internacional, y Graduado Superior de la Administración Empresarial, en la Virgen de la Luz, Madrid y fundador de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Malabo (AJE).

En una entrevista con www.guineaecuatorialpress.com Melquisedec Nsue Nfana habló también de otros objetivos; tales como apoyar y promover empresas; respaldar el espíritu emprendedor; atender sus consultas y canalizar sus inquietudes; promover vacaciones empresariales; facilitar el desarrollo de las iniciativas empresariales a través de prestación de servicios de apoyo y actuar como soporte y defensa de la empresa.

-¿Es usted el fundador de AJE Malabo?

-Sí. Tengo la posibilidad de representar a los jóvenes empresarios de Guinea Ecuatorial.

-¿Cuales son los objetivos con los que ha sido creado AJE Malabo?

-Trabajamos para apoyar y promover empresas, respaldar el espíritu emprendedor de nuestros asociados y sus iniciativas, atender sus consultas y canalizar sus inquietudes. Somos una asociación privada, independiente y multisectorial, sin ánimo de lucro. Nuestro  trabajo también es defender los intereses de los empresarios.

-¿En la actualidad cuales son los servicios que prestan a los asociados?

-Prestamos varios servicios como ayuda a la realización de plan de empresa y la búsqueda de financiación, también asesoramos en todas las áreas necesarias, como uso de salas de reuniones y alquiler de oficinas, actividades de networking empresarial y las mejores ofertas de formación. Queremos que cada vez haya más y mejores empresarios, creemos que la juventud es el mejor terreno para hacer que eso suceda y que la educación sea la herramienta ideal. Desde AJE debemos recuperar ahora el espacio perdido, sin perder de vista lo importante que es para Guinea Ecuatorial en el proceso de  industrialización.

-¿La situación actual es un buen momento para emprender?

-Ahora es un momento perfecto, porque los que decidan hacerlo nacen en un entorno positivo y favorable.

-¿Podría hablar de los objetivos a corto, medio y largo plazo?

-Nuestro objetivo en este momento es continuar dando un servicio de calidad y ser muy conservadores en nuestra estrategia a medio y largo plazo; confieso que no soy de los que marcan objetivos demasiados ambiciosos, solo procuro hacer las cosas lo mejor que puedo y aportar cada vez más  experiencia. Desde la independencia ayudamos a nuestros asociados a crear y consolidar sus empresas, proporcionando los medios técnicos, humanos y logísticos necesarios para potenciar una nueva cultura emprendedora e innovadora.

-¿La internacionalización sigue siendo una asignatura pendiente para los jóvenes empresarios ecuatoguineanos?

-Sin duda. Y eso se nota ahora que los que dependen más de dentro están peor que aquellos que tienen más diversificado su territorio. Somos creativos, pero damos poco valor a nuestras ideas y la internacionalización la vemos como algo segundario. La formación en idiomas es una barrera difícil, pero afortunadamente nuestro país esta superando esta barrera gracias a la política del Gobierno que permite, aparte del español, la introducción de otros idiomas en el país.

La internacionalización es la clave del éxito para las empresas –continuó diciendo Melquisedec Nsue-, especialmente en estos momentos donde unos mercados sufren más que otros, hay que ser emprendedores, tenemos que forjar una imagen de marca fuerte en el exterior. Pero también con una marca país potente, fomentado desde la Administración Central del Estado.   

-¿Por qué al ecuatoguineano le asusta afrontar el reto de expandir su negocio a otros países o en todo el ámbito nacional?

-Creo que eso no es exactamente así, hemos sido lideres en muchos sectores y eso se nota, pero nos ha faltado confianza y credibilidad en nosotros mismos, debemos transformar nuestra creatividad, creo que cualquier emprendedor o emprendedora genera admiración, tenga un proyecto pequeño o grande, es un camino difícil y eso tiene mérito. Mi mensaje sería que la única diferencia entre los que ahora son y los que no son, es que en su día unos tomaron la decisión de ser lo que decidieron ser.