Su presencia puede indicar abundancia de calamar y chipirón
Gijón.-Responsables de Salvamento Marítimo, dependiente del Musel, informaban al CEPESMA este domingo de la presencia de una gran cantidad de calderones comunes en las inmediaciones portuarias. Según relataban, no era posible saber la cantidad, pero decían eran muchísimos.
Minutos después, otro informante, desde una pequeña embarcación pudo estar entre ellos, relatando de manera muy locuaz que se sentía observado por alguno de los más grandes, que dejándose flotar en la superficie y manteniéndose en posición vertical, mostraban en el cuello o garganta, una sombra blanquecina a modo de cruz, que junto con la exteriorización en ocasiones de las aletas pectorales, simulan posturas de oración.
Esta coloración es la que da el nombre vernáculo de santón a estos cetáceos en Asturias, aunque en algunas localidades también son denominados botijos, por la forma de su cabeza.
Ayer por la noche, un pescador nos llamaba siendo las 3:45h de la madrugada desde la playa de Xagó al convertirse las inmediaciones de dicha playa en un hervidero de cetáceos, en el que dicen también se podían observar algún delfín más cerca de la arena.
Esta, ahora inusual, presencia está motivada por factores alimentarios, en este caso de cefalópodos, lo que nos puede hacer pensar en una buena campaña de chipirón y calamar a partir de esta fecha.
Jovellanos, en su época, hace referencia en varias ocasiones a la presencia de grandes grupos de calderones en la bahía gijonesa, superando en ocasiones centenares de individuos.
En el caso de la Playa de Xagó, algunos pescadores que se encontraban en el arenal, nos relataron su sorpresa o más bien susto al tener de repente muy cerca de ellos, podríamos decir que en solo 5 ó 6 metros de profundidad, dicen más de 30 ó 40 ejemplares y desconcertados recogieron las cañas sin saber de qué tipo de cetáceo se trataba, pensando que serian participes de ver un varamiento masivo.
Por suerte, los cetáceos después de grandes chapoteos unidos a los sonidos que emiten habitualmente, se adentraron a mar abierto.
El calderón común, puede alcanzar los 2.500 kilos de peso, siendo uno de los cetáceos medianos más abundantes en el Cantábrico, aunque su población al igual que las demás especies de cetáceos, sufre una recesión importante.