Santander.- El teólogo de la Universidad Pontificia de Salamanca y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, Olegario González de Cardedal, ha asegurado hoy en Santander que, en la comunicación entre la Iglesia y los creyentes, la institución religiosa no ha cambiado y “sigue siendo la misma, litúrgica y sacramental, con un Papa al frente”, mientras los “oyentes” sí han sufrido una transformación durante las últimas décadas.
Así lo señaló durante una entrevista realizada con motivo de la ‘Escuela de teología «Karl Rahner – Hans U. Balthasar». Crisis del hombre – Crisis de Dios’ que ha dirigido esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y en la que se han impartido conferencias como ‘Los caminos de Dios hacia el hombre o validez de la revelación’, ‘Los santos y la humanidad del hombre’ o ‘Los nuevos caminos para el encuentro del hombre consigo mismo y con Dios’.
Según González de Cardedal, la fe, que es “la transmisión de la revelación de la libertad humana”, debe llevarse a cabo “a la altura de la conciencia histórica que vivimos”. Por ello, explicó, en esta escuela se ha buscado “situar el debate sobre la creencia en Dios dentro del contexto social, espiritual y cultural que vivimos en Europa” de ahí que “se ha hablado de una crisis total” como tema central.
Aunque el teólogo declaró que “las dificultades afectan a la vida humana pero no repercuten directamente en la fe”, advirtió de que “sí crea una responsabilidad” por lo que “hay que ser consciente de lo que está ocurriendo y ejercer la justicia y la caridad”. “En momentos como este”, proclamó, “la fe en Dios es un motivo de ayuda para superarse, ya que quien tiene esperanza sale adelante”.
En esta línea, sostuvo que “la Iglesia debe poner las instituciones al servicio de la gente” y aprovechar las “miles de asociaciones que tiene a su servicio” como “cofradías, órdenes religiosas o incluso boy scouts”.
Sobre el estado de la fe en Dios, el miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas expuso que “el hombre no puede vivir sin pensar y sin reflexionar sobre el sentido de su existencia” y “especialmente” en momentos de cambio de época como el actual.