El dirigente de la coalición, aseguró que lo que debe recoger cualquier parlamento es la expresión de la pluralidad de los ciudadanos y, añadió, "con esta reforma dejarán a buena parte de la ciudadanía sin voz, voto ni representación".

El coordinador de Izquierda Unida de Asturias, Manuel González Orviz, rechazó hoy la propuesta de reducir, de forma indiscriminada el número de parlamentarios en las distintas autonomías españolas, anunciada por el PP. La disminución de parlamentarios, señaló González Orviz, "pretende dinamitar la pluralidad, aunque la vistan como un plan para ahorrar costes. Lo que de verdad quieren es hacer aún más difícil que las fuerzas minoritarias obtengan representación, repartiéndose entre los grandes partidos los parlamentos”.

El dirigente de la coalición, aseguró que lo que debe recoger cualquier parlamento es la expresión de la pluralidad de los ciudadanos y, añadió, "con esta reforma dejarán a buena parte de la ciudadanía sin voz, voto ni representación".

Para el dirigente de IU, el PP, en vez de buscar soluciones reales a la crisis, con más inversión pública que reactive la economía y reduzca el desempleo, propone soluciones del pasado que, añadió, ya demostraron que no solucionaban nada. “El Partido Popular se ha instalado en una demogagia populista que, llevada al extremo, si se reduce la democracia porque es cara, no extrañaría oírles decir que más barata era la dictadura porque que no tenía parlamento real, ni soberanía popular.”.

Según González Orviz, el PP se empeña en defender a los que crearon la crisis desviando la atención : “Quieren tapar los ojos a la gente y en vez de ofrecer soluciones de futuro, premian a los defraudadores y a los malos gestores privados, con amnistías fiscales y rescates financieros de bancos que se dedicaron a la pura especulación”.

El coordinador de Izquierda Unida de Asturias, aseguró que la reducción que plantea el PP es un nuevo ataque contra la democracia, que intentan justificar, dijo, con una enorme mentira sobre el origen de la actual situación de España. “Nos quieren hacer creer que el problema está en lo público y no en la especulación financiera. La deuda legítima de España, la que se produce por la gestión pública, está en unos límites muy razonables, incluso por debajo de las economías a las que Mariano Rajoy pone como ejemplo. El gran problema es que ahora, para evitar que los que se lucraron de la burbuja inmobiliaria y financiera pierdan dinero, endosan a toda la ciudadanía sus pérdidas, asumiendo el Estado las pérdidas ocasionadas por una nefasta gestión privada”.