La presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, ha asegurado hoy en Santander que los trabajadores de los medios de comunicación están “acosados por el paro y la precariedad” como consecuencia de una gestión “nefasta” de la que no son responsables “ni ellos, ni los ciudadanos”, y ha apostado por un periodismo basado en “la formación, la ética, el rigor y la calidad” como futuro de la profesión.
Así se pronunció durante una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en el marco de la celebración de la Escuela de Periodismo «Juantxu Rodríguez» ‘20-O ETA deja las armas: cómo lo vivimos; cómo lo contamos’ que se desarrolla esta semana en la institución académica en colaboración con la FAPE, y en la que estuvo acompañada por la presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria, Dolores Gallardo, y por la directora del curso y presidenta de la Asociación Vasca de Periodistas, Lucía Martínez.
“La sociedad debe ser consciente de que si el periodismo pierde calidad, se debilita la democracia y las libertades”, insistió la presidenta de la FAPE, quien consideró que “ese camino ya se ha iniciado” y que lamentó que los “grandes perdedores” de esa “debilidad informativa” sean los ciudadanos.
En este sentido, González recordó que el periodismo es una profesión “amparada por la Constitución” que requiere de personas “suficientemente preparadas” para ejercer un papel “fundamental e imprescindible” para la vigilancia del poder en una sociedad democrática. “Estamos inundados y abrumados de información y es el periodista el que selecciona y contextualiza”, apuntó.
Además, señaló que el Observatorio de la Crisis de la FAPE indica que se han perdido en los últimos años más de 6.200 puestos de trabajo y adelantó que después del verano la cifra “probablemente” se va a acercar a los 8.000 periodistas despedidos. “Hay varias televisiones y emisoras de radio con la espada de Damocles encima”.
Precisamente, sobre la situación de los medios de comunicación públicos que se enfrentan a recortes y posibles despidos en los próximos meses, la presidenta de la FAPE defendió su papel para “asegurar la pluralidad y el régimen de libertades” y criticó que “se queden como meros repetidores” y se debilite la información local. “Es una pérdida enorme, no solo para los periodistas”, subrayó. Pese a todo, quiso lanzar un mensaje optimista y reivindicó el futuro de la profesión.
También anunció que la FAPE ha decidido potenciar la Fundación de la Comisión de Quejas y Deontología a la que ya se han adherido más de una docena de grupos y medios de comunicación, lo que supone, dijo, “la aceptación de un código deontológico y la obligación de publicar aquellas sentencias que sean desfavorables”.
La presidenta de la Asociación de la Prensa de Cantabria, en el cargo desde el pasado 20 de junio, explicó que la profesión vive “momentos muy importantes de cambio” y que el organismo que dirige está centrado en “la formación y el emprendimiento” para que los periodistas estén preparados cuando la situación de crisis llegue a su fin. “Habrá grandes oportunidades en el futuro, estoy segura”, confió Gallardo.
Por su parte, la directora de la Escuela de Periodismo «Juantxu Rodríguez» se mostró “preocupada” por el “desmantelamiento brutal” que se está produciendo en los medios de comunicación y alertó de que la pérdida de capital humano y profesional puede provocar que, cuando superemos la crisis, no quede garantizada la “transmisión natural de conocimientos”. “Estamos despreciando con los ERES a las personas con bagaje que enseñaban a los recién llegados”, concluyó.
En el marco de esta Escuela de Periodismo se darán cita en la UIMP periodistas como Rosa María Calaf, José Antonio Zarzalejos o Beth Costa, quienes explicarán cómo se gestionan las redacciones en condiciones de amenaza, cómo se desarrolla el periodismo en esas circunstancias, y qué cambia cuando todo esto se disipa. Además, ahondarán en las experiencias vividas por un colectivo que ha sido, durante casi medio siglo, testigo de los asesinatos, extorsiones y amenazas de la organización terrorista ETA