Santander,.- El secretario general de la Secretaría General de Iberoamérica, el asturiano Enrique Iglesias, cree que en América Latina “no escaparíamos” si la Unión Europea sufriera “una catástrofe”. “El primer problema de Latinoamérica ahora es pensar qué va a pasar con el mundo, con la UE, con China. El segundo es mantener la gestión macroeconómica” porque, cuando las economías crecen menos, “y en toda la región se crece menos, los asuntos sociales se hacen mucho más complejos”, advirtió.
Así lo expuso esta mañana durante su intervención en el encuentro ‘Panorama del Brasil’ que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) hasta mañana patrocinado por el Banco Santander y organizado con la colaboración con el Ayuntamiento de Santander.
Iglesias, responsable del órgano que trabaja por la cohesión de la gran comunidad iberoamericana y su proyección internacional, cree que la región debe afrontar aún “tres grandes revoluciones: la de la educación de calidad -que es el gran desafío para el futuro-, la de la productividad de las empresas y la reforma institucional”.
A sus ojos, los problemas que atraviesan ahora España e Iberoamérica son totalmente distintos. “En la península hay una crisis profunda y España y Portugal no tienen capacidad para resolverlos”. Por el contrario, los países de América Latina siguen siendo “acreedores y no deudores”, pese a todas las carencias que aún debe solucionar.
Lamentó, en este sentido, lo “increíblemente baja” que es la actividad exportadora de España hacia América Latina, un continente al que le interesa tanto “mantener el stock de inversiones de la península” como aprovechar el potencial de formación de recursos humanos. A la inversa, la península debería sacar partido al vínculo con América Latina “para fortalecer sus empresas” en tanto que los capitales iberoamericanos “podrían invertir en la actualidad en la península”, sugirió.
Enrique Iglesias defendió que la región ha avanzado mucho en solidez del sistema bancario y en reducir de forma “espectacular” los índices de pobreza. “Ahora, 300 millones de personas están en otro nivel de consumo y de demandas”, apuntó
En esta línea, citó a Brasil como ejemplo de “vigor, vitalidad y optimismo”. “Brasil ha despertado como gran potencia científica, es un líder regional natural. También ha hecho de la exportación un poderoso instrumento de desarrollo”.
Guillermo de la Dehesa, economista que también participó en la sesión de trabajo, llamó la atención, además, sobre el hecho de que Brasil es un país tan grande que se toca con todos los países de Latinoamérica salvo Ecuador y Chile, lo que le da una importancia “capital”. “Es impresionante el poder que le da ese tamaño. El país es fundamental para la vertebración” de toda la zona sur, reflexionó.