Greenpeace advierte que sería imposible restablecer el ecosistema del Ártico tras un vertido de petróleo en sus aguas
La petrolera escocesa Cairn Energy demanda millones de euros a Greenpeace tras una acción de denuncia pacífica realizada la semana pasada en la misma plataforma
18 activistas de Greenpeace han ascendido hasta la controvertida plataforma petrolífera Leiv Eiriksson, que en estos momentos se encuentra a 180 kilómetros de las costas de Groenlandia, para solicitar una copia de su plan de contingencias ante vertidos, ya que la plataforma se encuentra lista para perforar.
La compañía titular de la plataforma, Cairn Energy, con sede en Edimburgo, se ha negado a publicar el plan y alega que Groenlandia no le permite hacerlo, algo que va contra todas las normas de la industria y que expertos consultados por Greenpeace rebaten. La organización ecologista ha solicitado reiteradas veces este documento, incluso en una visita a la sede de la compañía el mes pasado para pedir su publicación. El área donde tiene la intención de perforar Cairn es conocida como "Pasillo de los icebergs" y en ella se encuentra una importante población de narvales.
Antes de subir a la plataforma, Ben Ayliffe, responsable de la campaña de petróleo de Greenpeace Internacional declaraba: "Cairn Energy está ocultando su plan de respuesta ante vertidos de hidrocarburos así que vamos directamente al sitio donde debería haber una copia del mismo. Es obvio el por qué Cairn no quiere decir públicamente cómo va a limpiar un vertido de petróleo del tipo del de BP aquí en el Ártico. Es porqué simplemente no se puede hacer. Los expertos dicen que a causa de las temperaturas bajo cero y de la ubicación tan remota, un vertido en aguas profundas en este ambiente tan impresionante supondría un desastre irreversible. Si se publicase el plan, quedarían al descubierto los peligros que conlleva invertir en una empresa de alto riesgo. Tenemos que detener la fiebre del petróleo del Ártico".
Cairn ha admitido que los trabajos de perforación conllevarán que al menos 9.000 toneladas de sustancias químicas tóxicas se viertan directamente en las aguas del estrecho de Davis –incluidas 180 toneladas de sustancias químicas peligrosas–, lo que representa una cantidad superior a la suma de todas las operaciones de perforación de petróleo anuales en Noruega y Dinamarca. La empresa también ha reconocido que pasarán décadas hasta que Groenlandia pueda recibir un flujo sustancial de dinero derivado de estas perforaciones. Mientras, las operaciones de Cairn plantean una amenaza inmediata para la pesca de la región, que representa el 88% de las exportaciones de la isla. Documentos confidenciales del Gobierno británico publicados el pasado mes muestran que los expertos creen que un vertido de petróleo en el Ártico sería casi imposible limpiar.
Reclamación millonaria
La semana pasada dos activistas impidieron la perforación de petróleo durante cuatro días por vivir en una cápsula de supervivencia ártica suspendida de la base de la Leiv Eiriksson. Fueron arrestados por la policía el pasado miércoles. Hasta la fecha, 30.000 personas han realizado a Cairn Energy la misma petición con el envío de correos electrónicos.
Los abogados de Cairn han pedido abrir un procedimiento judicial contra Greenpeace ya que, aseguran que cada día que la plataforma no puede perforar le cuesta cuatro millones de dólares, por lo que demanda dos millones de euros de multa por cada día que los activistas permanecieron en la Leiv Eiriksson. La Justicia holandesa celebrará una vista oral el lunes sobre este caso.
La Leiv Eiriksson es una de las dos únicas plataformas de perforación que operan cerca de la costa de Groenlandia. Los gigantes del petróleo mundial ven la plataforma de Cairn con mucho interés. Si descubriera petróleo este verano, también Exxon, Chevron y las otras grandes compañías que ya han adquirido licencias al gobierno de Groenlandia, comenzarán a perforar en la zona y se desatará la fiebre por el petróleo del Ártico.
La compañía titular de la plataforma, Cairn Energy, con sede en Edimburgo, se ha negado a publicar el plan y alega que Groenlandia no le permite hacerlo, algo que va contra todas las normas de la industria y que expertos consultados por Greenpeace rebaten. La organización ecologista ha solicitado reiteradas veces este documento, incluso en una visita a la sede de la compañía el mes pasado para pedir su publicación. El área donde tiene la intención de perforar Cairn es conocida como "Pasillo de los icebergs" y en ella se encuentra una importante población de narvales.
Antes de subir a la plataforma, Ben Ayliffe, responsable de la campaña de petróleo de Greenpeace Internacional declaraba: "Cairn Energy está ocultando su plan de respuesta ante vertidos de hidrocarburos así que vamos directamente al sitio donde debería haber una copia del mismo. Es obvio el por qué Cairn no quiere decir públicamente cómo va a limpiar un vertido de petróleo del tipo del de BP aquí en el Ártico. Es porqué simplemente no se puede hacer. Los expertos dicen que a causa de las temperaturas bajo cero y de la ubicación tan remota, un vertido en aguas profundas en este ambiente tan impresionante supondría un desastre irreversible. Si se publicase el plan, quedarían al descubierto los peligros que conlleva invertir en una empresa de alto riesgo. Tenemos que detener la fiebre del petróleo del Ártico".
Cairn ha admitido que los trabajos de perforación conllevarán que al menos 9.000 toneladas de sustancias químicas tóxicas se viertan directamente en las aguas del estrecho de Davis –incluidas 180 toneladas de sustancias químicas peligrosas–, lo que representa una cantidad superior a la suma de todas las operaciones de perforación de petróleo anuales en Noruega y Dinamarca. La empresa también ha reconocido que pasarán décadas hasta que Groenlandia pueda recibir un flujo sustancial de dinero derivado de estas perforaciones. Mientras, las operaciones de Cairn plantean una amenaza inmediata para la pesca de la región, que representa el 88% de las exportaciones de la isla. Documentos confidenciales del Gobierno británico publicados el pasado mes muestran que los expertos creen que un vertido de petróleo en el Ártico sería casi imposible limpiar.
Reclamación millonaria
La semana pasada dos activistas impidieron la perforación de petróleo durante cuatro días por vivir en una cápsula de supervivencia ártica suspendida de la base de la Leiv Eiriksson. Fueron arrestados por la policía el pasado miércoles. Hasta la fecha, 30.000 personas han realizado a Cairn Energy la misma petición con el envío de correos electrónicos.
Los abogados de Cairn han pedido abrir un procedimiento judicial contra Greenpeace ya que, aseguran que cada día que la plataforma no puede perforar le cuesta cuatro millones de dólares, por lo que demanda dos millones de euros de multa por cada día que los activistas permanecieron en la Leiv Eiriksson. La Justicia holandesa celebrará una vista oral el lunes sobre este caso.
La Leiv Eiriksson es una de las dos únicas plataformas de perforación que operan cerca de la costa de Groenlandia. Los gigantes del petróleo mundial ven la plataforma de Cairn con mucho interés. Si descubriera petróleo este verano, también Exxon, Chevron y las otras grandes compañías que ya han adquirido licencias al gobierno de Groenlandia, comenzarán a perforar en la zona y se desatará la fiebre por el petróleo del Ártico.