Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-Un enfrentamiento decisivo entre rebeldes y tropas gubernamentales en Aleppo es inminente, luego de varios días de intensos combates; las fuerzas del régimen han respondido con un poder de fuego abrumador y se están preparando para un inminente ataque ya que el régimen está concentrando refuerzos en las inmediaciones de la ciudad. Los helicópteros han disparado con ametralladoras pesadas contra los rebeldes en las áreas este y oeste de la ciudad.
El presidente sirio, Bashar Al-Assad, se reunió con el Jefe del Ejército, Gral. Ali Abdullah Dayyoub, en Damasco donde le dio directivas; sin embargo, la agencia de noticias siria SANA, no dio más detalles sobre la reunión pero emitió fotos de la reunión, que marca la segunda aparición de Assad después de la explosión el pasado miércoles que mató a cuatro altos funcionarios del círculo íntimo del presidente.
EE.UU. tiene "serias preocupaciones" sobre las acciones militares de Al-Assad, según lo informó la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ayer en Washington; concretamente EE.UU. está alarmado por la "masacre que se producirá en Aleppo”. Nuland rechazó las comparaciones con la situación del año pasado, cuando EE.UU. y los aliados de la OTAN bombardearon las fuerzas libias para evitar una masacre de civiles en el bastión de Bengasi, entonces ocupado por la oposición a Gadafi.
Aunque Nuland dijo que EE.UU. no tiene la intención de actuar de forma preventiva en Siria, mientras sigue prestando apoyo no letal a la oposición y continua con sus esfuerzos diplomáticos para presionar al régimen de Al-Assad, la sensación de una inminente masacre en Aleppo es compartida por varios actores de la comunidad internacional.
Navi Pillay, Alto Comisionada para los DDHH de ONU, expresó su especial preocupación por la posibilidad del inminente enfrentamiento en Aleppo y señaló que "un patrón discernible ha surgido, donde las fuerzas gubernamentales tratan de limpiar las zonas que dice están ocupadas por las fuerzas de oposición”. Pillay dijo que han estado recibiendo “informes aún no confirmados de atrocidades, incluidas las ejecuciones extrajudiciales y fusilamientos de civiles a manos de francotiradores, que tuvieron lugar durante los recientes combates en varios suburbios de Damasco. No hace falta decir que el aumento del uso de armas pesadas, tanques, helicópteros de ataque y-según se informa - aviones de combate en las zonas urbanas ya ha causado muchas víctimas civiles y está poniendo muchos más en grave riesgo."
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ve ahora a la lucha en Siria como un conflicto armado interno, lo que podría significar un cambio en los antecedentes para sentar las bases para futuros enjuiciamientos de los funcionarios sirios por crímenes de guerra. El CICR había clasificado previamente a la violencia en Siria como las guerras civiles localizadas entre las fuerzas gubernamentales y grupos armados de oposición en tres puntos de inflamación como Homs, Hama e Idlib; sin embargo, ahora las hostilidades se han extendido a otras áreas, lo que llevó al CIRC a la conclusión que los combates ya constituyen un conflicto armado interno y se deberá informar a las partes en conflicto de sus obligaciones en virtud de los Convenios de Ginebra.
El CICR anunció que está trasladando temporalmente a algunos miembros de su personal extranjero de Damasco al vecino Líbano; Hicham Hassan, portavoz de la CICR, dijo que la medida fue motivada por preocupaciones de seguridad, pero que un equipo básico de alrededor de 50 personas permanecerá en el país. Hassam también anunció que suspendieron las operaciones en Aleppo, debido a los intensos combates.
El enviado internacional, Kofi Annan, todavía está tratando de encontrar una solución política a la crisis de Siria a pesar de ser considerado como el responsable por el fracaso de las dos partes en llegar a un acuerdo; Annan y el Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, se reunieron hoy en Londres para discutir el futuro de los esfuerzos de mediación y de la misión de observadores de la ONU, Siria y el "Grupo de Acción" puede reunirse de nuevo pronto, pero no a nivel ministerial. Moscú, Ginebra y Nueva York han sido propuestos como sedes de las próximas conversaciones sobre la "hoja de ruta para una solución política", acordado por las grandes potencias en Ginebra el 30 de junio, pero todavía no existe un plan definido.
Pero no todos están apostando a una salida política de la crisis, sino que algunos actores están siguiendo sus propios intereses dentro del conflicto sirio. Turquía ha creado una base secreta, con sus aliados de Arabia Saudita y Qatar, para dirigir la vital ayuda militar a los rebeldes en una ciudad cerca de la frontera. El centro militar está Adana, una ciudad al sur de Turquía a unos 100 kilómetros de la frontera siria, y se estableció después de que el Viceministro de Relaciones Exteriores saudita, el príncipe Abdulaziz bin Abdullah Al-Saud, visitó Turquía.
Qatar ha suministrado oficiales militares de Inteligencia, pero las armas vienen de los tres países -Turquía, Qatar y Arabia Saudita- aunque Ankara ha negado oficialmente que suministre armas; se sabe que todo el armamento suministrado es ruso, debido a que los rebeldes sirios están entrenados para usar ese tipo de armas y porque EE.UU. no quiere ver sus equipos en manos de los sirios. Turquía estaba desesperada por mejorar sus débiles sistemas de vigilancia, y han estado pidiendo a Washington por aviones no tripulados y la vigilancia, pero han fracasado; por lo que ahora ese trabajo fue encargado a firmas privadas mientras se estima que unos 20.000 rebeldes están en bases turcas.
La presencia de esta base de operaciones secreta en Turquía podría explicar cómo es que los rebeldes sirios, con una baja cantidad de armas y muy mal organizados, pudieron realizar golpes importantes, como el devastador ataque con bomba contra el Ministro de Defensa sirio o la toma de los pasos fronterizos iraquíes y turcos. Pero cada actor tiene sus propios intereses y los de la CIA, junto a los israelíes, pasa por evitar que elementos de al-Qaeda puedan intentar infiltrarse entre los rebeldes y adquieran algunas armas químicas de las reservas de Siria o que estas pasen a Hezbollah; mientras que la suerte de los rebeldes es algo secundario.
EE.UU., la UE, los árabes, israelíes, Hezbollah e inclusive los rebeldes sirios saben que el régimen de Al-Assad no está tan debilitado como para ser derrocado y todo indica que la guerra civil será larga, mientras tanto la forma del conflicto podría ser un tira y afloje entre el gobierno y los rebeldes, apostando al desgaste de la otra parte.
El CICR se apresuró a describir el conflicto del año pasado en Libia como una guerra civil, una vez que los rebeldes habían establecido una sede y una estructura de mando y control; ese “error” no se repetirá en Siria en parte porque los rebeldes se consolidan pero el gobierno aplasta sus bastiones, como parte de la guerra de desgaste, y por que los Estados con intereses en el conflicto no tienen deseos de involucrarse en el conflicto.