LYON (Francia) - Más de 8.700 aves y ejemplares de otras especies animales -reptiles, mamíferos e insectos- decomisados y cerca de 4.000 personas detenidas: este ha sido el resultado de una operación contra el tráfico ilícito y la explotación de aves y sus productos llevada a cabo en 32 países y coordinada por INTERPOL.
La llamada operación CAGE, en la que han tomado parte los servicios encargados de la protección de la flora y fauna silvestres, la policía, los servicios de aduanas y las unidades especializadas de los países participantes, ha llevado también a la incautación de trampas, armas de fuego y munición tras una serie de intervenciones y redadas llevadas a cabo en puertos, aeropuertos, oficinas de correos, mercados, comercios de animales de compañía y taxidermistas y demás lugares de América Central y del Sur y de Europa.
Aunque el objetivo de la operación era el tráfico ilícito de aves, también se encontró marfil de elefante, tortugas, peces y otros animales vivos, que se rehabilitaron en la medida de lo posible. Esta operación se puso en marcha para poner coto al creciente comercio ilícito internacional de aves, tanto silvestres como criadas en cautiverio, y sus huevos, y a la participación cada vez mayor de la delincuencia organizada en su transporte desde Latinoamérica hasta Europa.
“La operación CAGE ha vuelto a demostrar con toda claridad la escala mundial del comercio ilícito de aves y demás especies silvestres, que no es solo un problema de delincuencia organizada, sino también un riesgo para la bioseguridad”, declaró David Higgins, jefe del Programa de INTERPOL sobre Delitos contra el Medio Ambiente.
“A los delincuentes dedicados a esta actividad ilícita les preocupa bien poco el estado de las aves y los animales, y el hecho de que muchas de las especies objeto de tráfico estén en peligro de extinción: lo único que les preocupa es cuánto dinero pueden sacar de ello."
“La operación ha brindado a las fuerzas del orden la oportunidad de trabajar juntas para identificar a los delincuentes que trafican con especies aviares y detenerlos, desbaratar las redes, detener la entrada de dinero, y emplear la información policial conseguida para proseguir sus investigaciones. El Programa sobre Delitos contra el Medio Ambiente seguirá prestando todo su apoyo a los países miembros de INTERPOL para que puedan hacer frente a estas actuaciones ilegales, que afectan a todas las regiones del mundo”, concluyó David Higgins.
La operación CAGE, para cuya realización se contó con el apoyo de los ministerios británico y canadiense de Medio Ambiente, tuvo lugar entre abril y junio de 2012. Fue coordinada por la unidad dedicada al Programa sobre Delitos contra el Medio Ambiente, que trabaja en la Secretaría General de INTERPOL, sita en Lyon (Francia), y la información fue transmitida a través de las Oficinas Centrales Nacionales de los países participantes.
Los resultados, que aún se están estudiando, servirán para el cotejo y análisis de información policial en futuras intervenciones.
Los países que han participando en esta operación son los siguientes: Alemania, Argentina, Austria, Azerbaiyán, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Colombia, Chipre, El Salvador, España, Finlandia, Francia, Guatemala, Guyana, Honduras, Hungría, Italia, México, Nicaragua, Países Bajos, Paraguay, Portugal, República Checa, Reino Unido, Rusia, Serbia, Suiza, Trinidad y Tobago, Turquía, Uruguay y Venezuela. Si desean más información sobre los resultados de cada país, rogamos la soliciten a las fuerzas del orden de cada uno de ellos