Oviedo.- “Resulta muy significativo el cambio de actitud del Ministerio de Defensa, que primero rechazó el traslado y ahora lo respalda al considerarlo una decisión empresarial”

Oviedo. La portavoz parlamentaria de FORO, Cristina Coto, le ha preguntado hoy al Consejero de Economía y Empleo del Principado, Graciano Torre, durante el Pleno de la Junta General: “¿Puede usted asegurar que no va a haber una operación de especulación urbanística en los terrenos de la Fábrica de Armas de La Vega?” Coto realizó esta pregunta en la réplica de una interpelación urgente sobre las acciones que está llevando a cabo el Gobierno del Principado en torno a la decisión de General Dynamics Santa Bárbara Sistemas, del cierre de la fábrica de La Vega y el traslado de su producción e integración de sus trabajadores a la planta de la Fábrica de Armas de Trubia. Esta fue su intervención inicial:

“El pasado 11 de abril de 2012, como sabrán, la empresa General Dynamics Santa Bárbara Sistemas anunció, de forma sorpresiva y sin ningún tipo de negociación previa, su intención de cerrar la fábrica de armas de Oviedo e integrarla con la de Trubia. Y digo de manera sorpresiva porque fue tras unos breves encuentros que mantuvo por separado con los responsables de los comités de empresa de La Vega y Trubia.

¿Las razones alegadas? La difícil situación económica, y en concreto los recortes del Ministerio de Defensa en compra de armamento. El Ministerio sería su principal cliente desde la privatización de las antiguas factorías estatales en 2001, año en el que la multinacional americana General Dynamics ganó el concurso.

Esta decisión implica el cierre de una fábrica implantada en Oviedo y consolidada desde hace dos siglos, y con un alto nivel de cualificación y homologación tecnológica. Pero esta decisión en absoluto responde a un plan industrial y a las condiciones que General Dynamics contrajo en 2001 para el mantenimiento de este sector industrial estratégico, que incluía carga de trabajo, inversiones y desarrollo tecnológico.

Señorías, hemos de tener presente que lo que hoy vivimos ya tuvo sus antecedentes; y la misma pretensión fue paralizada en el año 2009, precisamente por la falta de consenso entre la representación sindical, las Administraciones Públicas afectadas y la empresa, lo que impidió llevar adelante el proyecto del traslado ya planteado por la compañía dos años antes, en 2007.

Dado que esa falta de consenso se mantiene en la actualidad, lo normal sería que la decisión fuera igualmente reconsiderada.

Y desde FORO consideramos que debe ser así porque estamos ante un cierre que implica cese de actividad en una empresa que cuenta con una plantilla de unos 280 trabajadores, para ahorrar, según han señalado, 2,8 millones de euros anuales, y trasladar las líneas de producción que tiene en la actualidad a la localidad de Trubia, como decía anteriormente, integrando ambas factorías.

Es cierto que crisis económica y ajustes gubernamentales se han convertido en un comodín, en una excusa, en algunas ocasiones seguramente más justificada que en otras, porque en este caso nos encontramos ante una compañía que ha mejorado su cuenta de resultados gracias tanto al patrimonio como al dinero público, por lo que no parece justificado que después de haber recibido del Ministerio de Defensa el apoyo tecnológico, ahora la compañía se desentienda ante un recorte presupuestario.

FORO ha mantenido en todo momento y con respecto a la factoría una postura clara e inequívoca de defensa de la permanencia en la localidad de Oviedo de la fábrica y de sus trabajadores.

En tales términos se ha manifestado, por ejemplo, nuestro Senador Isidro Martínez Oblanca, preguntando al Ministro de Defensa sobre las medidas que va a adoptar ante la decisión de General Dynamics de cerrar la Fábrica de Armas de La Vega e integrarla en la Fábrica de Armas de Trubia, incumpliendo los compromisos de inversión, carga de trabajo y desarrollo tecnológico que la compañía asumió con el Gobierno en el momento de su adquisición.

Y en la misma línea de defensa y con urgencia actuó el anterior Ejecutivo regional de FORO, al tener conocimiento por el Consejero Delegado de la empresa de la decisión de integrar las dos plantas de producción asturianas en una sola. El Gobierno de FORO cuestionó la existencia de razones industriales de peso, y objetivas, para el traslado, a la vez que se respaldó la declaración institucional aprobada por el Ayuntamiento de Oviedo con el consenso de todos los grupos municipales, una declaración que, como saben, rechaza el traslado de la planta y defiende la permanencia de las dos fábricas de armas, La Vega y Trubia, e insta al Ministerio de Defensa, como propietario y principal cliente, a exigir a la multinacional norteamericana que anule su decisión y que cumpla los compromisos de inversión, aportación de carga de trabajo, nuevos productos y desarrollo tecnológico acordados con el Gobierno de España en el momento de su adquisición.

¿Cuál es la posición de su Gobierno? En la reciente comparecencia del Consejero de Economía fue usted desconcertante. Su respuesta ante una pregunta del grupo parlamentario de IU no ofreció ninguna claridad y, al contrario, generó con sus palabras mayor incertidumbre con respecto a este problema, porque reflejó incluso su propia incertidumbre.

¿Cuál es, repito, la postura real del Gobierno autonómico?

¿Han tenido y avanzado en conversaciones con la empresa?

¿Han mantenido algún tipo de contacto con el Ministerio de Defensa del Gobierno de la nación?

Porque no sé a ustedes, pero a nosotros nos resulta muy significativo el cambio de actitud manifestado por este Ministerio, con una postura inicial de rechazo al traslado una vez examinada la idoneidad y viabilidad del proyecto de fusión, y otra ahora de respaldo, al considerar dicho traslado una decisión empresarial, que como empresa privada del sector de la Defensa puede autónomamente adoptar. ¿Qué va a pasar con el solar donde se ubica la fábrica, 120.000 metros cuadrados -propiedad del Ministerio de Defensa- en una zona privilegiada de Oviedo?

Hay muchos interrogantes y una gran incertidumbre, -especialmente para los directamente afectados- en el marco de una industria estratégica consolidada en Asturias.

Antes le hablaba de la pregunta del senador Martínez Oblanca, y le puedo asegurar que la respuesta del ministro no fue en absoluto tranquilizadora: la excusa de que es una empresa privada, y con un matiz, citando y dando por buenas las afirmaciones de la propia empresa: “a juicio de la empresa los ahorros y sinergias generados por la concentración permitirán ventajas competitivas decisivas a la hora de acudir a nuevas licitaciones y contratos y, por lo tanto, mejorarán mucho las posibilidades futuras de esta industria”.

Tengamos presente que las ventajas competitivas también pueden venir de la mano de unos menores costes salariales; por ejemplo, recortado empleo. Eso sí, el Ministro dijo también que “compartía la preocupación”, lo cual, quiere decir que hay algún motivo de preocupación.

Por ello, Sr. Consejero, le reitero las preguntas antes formuladas, a los efectos de poner un poco de luz en un asunto en el que a nuestro juicio hay bastantes puntos oscuros. Porque el tiempo corre en contra, y de hecho, ya ha comenzado el traslado de una parte de la plantilla de los trabajadores a Trubia”.