- Del 26 de julio al 7 de octubre se celebra en el Centro Cultural Cajastur Palacio Revillagigedo, en Gijón
El Centro Cultural Cajastur Palacio Revillagigedo acoge desde el 26 de julio hasta el 7 de octubre de 2012 la exposición “Rasgos de Arte. Esencia de coleccionismo”, que, a través de un centenar de relevantes obras pictóricas de las colecciones de las cajas integrantes de Liberbank (Cajastur, que engloba CCM, Caja de Extremadura y Caja Cantabria), muestra un recorrido por la historia de la pintura española desde el Greco hasta las últimas vanguardias, reflejando la labor de promoción del arte y de conservación del patrimonio artístico que durante décadas han desarrollado las cajas de ahorros.
La exposición, organizada por Cajastur, muestra cronológicamente las piezas de las cuatro colecciones artísticas, muchas de las cuales es la primera vez que salen de sus sedes y son expuestas al público. De esta forma, la exposición es, en esencia, la puesta a disposición del público de un patrimonio artístico que es el resultado de la tarea de coleccionismo que las cajas de ahorros realizaron en las últimas décadas a propósito de su labor de promoción cultural. Cuando la promoción cultural estaba circunscrita a circuitos elitistas y en las grandes ciudades, las cajas de ahorros llevaron la música, el teatro, el cine y las artes plásticas por todo el territorio nacional. Esta tarea de promoción del arte fue asumida por las cajas llenando un vacío que había en la España y que permitió entre la década de los 60 y los últimos años 90 servir de apoyo a las jóvenes generaciones de artistas visuales y ser, al mismo tiempo, aliciente y acicate para que instituciones públicas y otras privadas asumieran un papel activo en esta labor de promoción artísticas. En este ámbito de las artes visuales, más allá de patrocinar exposiciones, las cajas organizaron las muestras y, un paso más en ese compromiso con la difusión cultural, realizaron la labor de coleccionismo que en la sociedad española apenas abordaban otras instituciones.
Cajastur, con esta exposición pretende ofrecer al público un recorrido por la historia de la pintura poniendo en valor el patrimonio existente, adquirido en situaciones históricas y sociales diferentes, de tal forma que, en un momento como el actual, en el que todo el esfuerzo económico de la Obra Social tiene que destinarse al ámbito social, se siga ofreciendo una actividad cultural de relevante valor, que es, al mismo tiempo, un atractivo y un reclamo para el público, para los ciudadanos de Asturias y para los visitantes.
Cristo Crucificado, de El Greco
La exposición comienza con una obra de Doménico Theotocopoulos, El Greco, titulada Cristo Crucificado. Desde el manierismo y el barroco, la exposición avanza cronológicamente a través de obras de pintores tan emblemáticos como Valdés Leal y Juan Carreño Miranda. El romanticismo del siglo XIX aparece representado por Antonio María Esquivel y las tendencias costumbristas se muestran a través de un amplio conjunto de pintores cántabros, asturianos y extremeños de finales del ochocientos, que incluyen también aquellos que, tamizados por las vanguardias europeas, anticipan con el cambio de siglo el cambio de estética, como Darío de Regoyos. De este periodo aparecen también obras de pintores renovadores como Evaristo Valle o Nicanor Piñole, y vanguardista como la santanderina María Blanchart, una de las más destacadas pintoras españolas y esencia del grupo de artistas cubistas, junto con Juan Gris. De estas vanguardias también hay obras de pintores tan significativos como Picasso o Miró.
La muestra transcurre por obras de relevantes pintores que, desde mediados del siglo XX, han sido referencia ineludible de la pintura española, entre los que, por citar a algunos, se encuentran Benjamín Palencia, Orlando Pelayo, Aurelio Suárez, Paulino Vicente, Joaquín Vaquero Palacio, Jorge de Oteiza, Pablo Serrano, Rafael Canoger, Juan Genovés, Luis Gordillo, Hugo Fontela, Manolo Valdés o Miquel Barceló.
