“Asturias es la avanzadilla de las Comunidades heridas de muerte por políticas insolidarias y desequilibradorasen nombre de un ajuste infinito e interminable”

• “Hablamos de 400 millones, cuando se barajan ayudas de 100.000 millones para la banca española, o los previos 50.000 del señor Zapatero a estesector financiero, o los 70.000 de las renovables”
• “La negociación, promoviendo propuestas concretas, es la única vía para dar salida a mineros, familias, comarcas y comunidades autónomas”

Oviedo.- El diputado nacional de FORO Enrique Álvarez Sostres le ha dicho hoy al Ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Manuel Soria, durante la comparecencia de éste en el Congreso de los Diputados, que, con respecto a su anterior presencia en la Comisión de Industria, el 31 de enero, “nada ha cambiado en su posición, señor Soria, ni en la de su Gobierno, que se mantiene en el inmovilismo, en la sordera ante la voz de los trabajadores; en la prepotencia del ‘a mí Sabino que los arrollo’; pero  sin embargo algo ha cambiado: la persistencia de la ceguera ante las movilizaciones del sector y el apoyo y la solidaridad no ya solo de los ciudadanos de sus respectivas comunidades sino de toda España hacia una lucha justa; el desplome de su propia base electoral; el pronunciamiento de los parlamentos de Asturias y Castilla-León;  el agravamiento de la conflictividad en Asturias y otras comarcas mineras de España, que erosionan gravemente la paz social de estas regiones, a sus gentes, a su imagen pública, con el peligro de enquistarse de manera muy grave”.

En su intervención, Sostres le recordó al Ministro que “debe ser plenamente consciente de que no estamos ante una simple crisis sectorial. Ustedes comparan los recortes a la minería con los que se han ejercido sobre sectores como el turismo o el automóvil, pero el sector minero, que en Asturias representa más del 50 por ciento de las explotaciones y de las comarcas afectadas, es mucho más”. En ese sentido, afirmó que “ustedes están hiriendo de muerte una forma de vida, unas señas de identidad. La eliminación de la minería supone un indicador más de la decadencia de Asturias en los últimos años, en materia demográfica, de infraestructuras, industria siderúrgica, naval, del sector agropecuario. Y es que Asturias sólo se entiende como fruto de la suma de esos sectores”.

“Lo que ha cambiado –continuó– es que Asturias es la avanzadilla de las Comunidades heridas de muerte por políticas insolidarias y desequilibradoras en nombre de un ajuste infinito e interminable. Esto es un gran problema político que usted se empeña en sectorizar de manera simple. Y a mí ese error me entristece enormemente porque sé que usted no lo hace de mala fe. Solo es que le toca la obediencia debida en mal momento. Su ministerio, que es de estética brillante, se ha convertido en una trituradora política”.

Recordó el diputado de FORO que esa herida a la minería se ha producido con la decisión de eliminar los Fondos Mineros, adoptada por el Consejo de Ministros el pasado 30 de diciembre, y la posterior reducción en un 63% de las subvenciones a las explotaciones. Decisiones, aseguró, que “se han cargado de un plumazo los Planes de la Minería, que buscaban estabilizar el sector, modular la evolución del empleo minero, organizar la aplicación de las ayudas, priorizar y reactivar las comarcas mineras”.

El resultado final de la política de ajuste, insistió Álvarez Sostres, es “el ‘default’ del país”, y afirmó que “esta es la culminación de un proceso histórico en el que ni PSOE ni PP deben estar orgullosos, porque por mucho que ahora se tiren los trastos a la cabeza, trasladando a nuestro escenario el famoso y socorrido ‘a mí que me registren’, comparten el protagonismo de una tragicomedia que comienza cuando el Gobierno del señor Aznar firma el primer Plan de la Minería del Carbón (1997-2005), para estimular el desarrollo de las comarcas mineras como una alternativa para el futuro, con fuertes aportaciones del Estado e implicación de comunidades autónomas, ayuntamientos y sindicatos.Decisiones presupuestarias y administrativas de los gobiernos socialistas posteriores, presididos por el Sr. Zapatero, arrumbaron toda ilusión. Eso sí, con el sorprendente silencio del PSOE  y sus aliados de partida en Madrid y en Asturias, aun cuando se podían perder muchos de los convenios que finalizaban”.

“El segundo actor de esta obra erosiva, el PSOE nacional y regional, estuvo muy cómodo durante unos años sin conflictividad social y laboral. Pero cuando llegó el momento, a finales del año pasado, de firmar las addendas a los convenios en Asturias del año 2011, ya el PSOE había perdido las elecciones en Asturias y en España; el campo minado no importaba mucho, y el ya famoso en Asturias Secretario de Estado Sr. Fabricio escapaba de la quema de las órdenes emanadas de la poderosa Dª Soraya Sáez de Santamaría, responsable del traspaso de poderes por parte del PP y que precedía a la puesta en escena de las decisiones impuestas por el manostijeras oficial del Reino, Sr. Montoro, el interventor que puede ser intervenido, para redondear el ajuste adelantando en años la fecha de cierre”.

Se refirió, asimismo, a un tercer protagonista, “el más joven y quizás el más  ingenuo: el Gobierno de FORO en Asturias denunció la situación 48 horas después de promulgarse el decreto de eliminación de los Fondos”. Recordó también Sostres las numerosas iniciativas de su partido en defensa de la minería, pues “esto es necesario recordarlo aquí, para saber dónde estamos y cuál es el nivel de responsabilidad de cada uno”. “A usted, como al resto del Gabinete de Mariano Rajoy, le han ordenado aplicar la tijera aquí y allá, con la improvisación por bandera, y le ha resultado fácil fijarse en un sector que usted considera débil, porque entiende que tiene los años contados”, le dijo al Ministro.

FORO, en cambio, defiende el carbón como una fuente de energía estratégica para España, y así lo aseguró su diputado: “La hulla  y antracita nacional siguen siendo un emblema de la soberanía nacional en materia energética, y ahí está el problema porque, de manera taimada, no se discute el valor del carbón en los próximos decenios, sino el dilema entre el carbón nacional con sus costes de explotación o el importado, más barato por sus bajos costes laborales, pero con su dependencia y pérdida de soberanía”.

“La diversificación energética de los últimos tiempos y la política comunitaria ha supuesto un descenso de producción y un descenso de la mano de  obra desde los 60.000 mineros en España –42.000 en Asturias– hasta  los 4.000 actuales. Ese ha sido el sacrificio del sector para una racionalización del mismo”, explicó Sostres, para quien, con estos números, “perdemos autonomía y soberanía, porque el gran negocio para alguien ha sido importar carbón a costa de minorar la producción. Pero le anuncio que FORO vigilará qué carbón se está quemando”, advirtió.

Asímismo, expuso las cifras que supondría mantener los compromisos con el sector de la minería del carbón: “Hablamos de 400 millones, cuando se barajan ayudas de 100.000 millones para la banca española, o los previos 50.000 del señor Zapatero a este sector financiero, o los 70.000 de las renovables. El gran dinero para algunas cosas parece que este en los árboles”.

Como conclusión, dirigiéndose a Soria, aseguró que “lo primero que tiene que hacer un Gobierno es cumplir los compromisos adquiridos en nombre del Estado. Usted se quejó, y tenía razón, de los incumplimientos con una empresa española de la Presidenta de Argentina. Aquí, el incumplimiento es con nuestra propia gente, no con un país extranjero. Compromisos con forma de decretos, compromisos reales, públicos, transparentes, que obligan a las partes. Los Presupuestos deben estar sometidos a los compromisos, en forma de decretos que se firman. ¿Donde quedarían entonces las garantías jurídicas para los firmantes?”. Por todo ello, “es necesario salir de la situación de ‘impasse’ por la única puerta: la negociación en la Mesa de Seguimiento. Ésta es imprescindible para dar una salida a mineros, familias y comarcas con inteligencia y creatividad. Hágalo, Sr. Ministro, y no pase a la historia como el orteguiano liquidador que no supo qué liquidaba y, lo que es peor, por qué liquidaba”.