Los azules se ejercitaron en doble sesión de mañana y tarde

Tras el encuentro ante el Real Madrid, el Real Oviedo regresó a los entrenamientos en doble sesión y donde la principal novedad fue la incorporación del defensa Pedro Baquero y la presencia del presidente Toni Fidalgo, quien se dejó ver por las instalaciones de El Requexón en la jornada matutina.

Baquero reconocía tras su primera sesión a las órdenes de Félix Sarriugarte que "me he encontrado un grupo fantástico en el que ya conocía a algunos futbolistas. Por ejemplo, ya había jugado con Manu Busto hace unas temporadas y me está ayudando mucho a la hora de integrarme con los compañeros. Ahora estoy en esa fase de conocer todo lo que rodea al club; el campo es impresionante, la afición también y las instalaciones son muy buenas". Y añadía que "tengo muchas ganas de seguir trabajando para ponerme pronto al mismo nivel que el resto de mis compañeros".

El defensa andaluz aseguró que "el Real Oviedo es un equipo histórico con una exigencia muy elevada y por fortuna puedo decir que he jugado en otros equipos importantes que estaban en la misma situación. Rayo Vallecano o Cadiz son clubes muy similares al Real Oviedo por la exigencia y la afición, que no es de esta categoría. Estoy contento por venir a este club y poder luchar por un objetivo tan bonito como es ascender a Segunda División".

En la primera sesión del día, el entrenamiento fue fundamentalmente físico, mientras que la sesión vespertina el balón se convirtió en el protagonista. 

En ambos entrenamientos se ejercitaron al margen de sus compañeros los lesionados Xavi Moré, Álvaro Cuello y Óscar Martínez que trabajaron bajo la supervisión de los fisioterapeutas Manuel Barreto y Gabriel Díaz.