El Grupo de Rescate de Bomberos de Asturias a bordo del Helicóptero Medicalizado de Bomberos de Asturias ha rescatado ilesos a dos senderistas que se quedaron enriscados cuando realizaban una antigua ruta de pastores en las inmediaciones a la senda del Cares, en Cabrales.

Los afectados, dos varones cuyas identidades se corresponden con las iniciales M.A.F.D de 49 años de edad y A.D.U de 38, fueron traslados en el helicóptero hasta la localidad de Caín donde tenían estacionado su vehículo.

Ambos fueron localizados en la Majada de La Cuesta de la Duja, enfrente de la senda del Cares, a unos 400 metros de altitud por encima de esta ruta.

El Centro de Coordinación de Emergencias del 112-Asturias recibió el aviso a las 20.21 horas. Fue precisamente unos senderistas que estaban realizando la ruta del Cares los que dieron la voz de alarma. Indicaban que justo enfrente, en una pared muy vertical, estaban viendo a dos personas pidiendo ayuda. Explicaban que ellos habían salido de Caín en dirección a Poncebos y más o menos se encontraban a mitad de camino.

De inmediato se movilizó al Grupo de Rescate con el Helicóptero Medicalizado de Bomberos de Asturias que tras realizar varios rastreos aéreos por la zona logró localizar a los dos montañeros. Tras acceder hasta ellos con el helicóptero uno de los bomberos-rescatadores los ayudó a subir a la aeronave para su posterior evacuación.

Según explicaron los afectados estaban realizando una antigua ruta de pastores con inicio en Caín y en dirección al Cares. Justo cuando estaban llegando a la Majada de La Cuesta de la Duja les sorprendió una tormenta. Con el agua, al estar destrepando por zonas muy empinadas, entre hierbas altas y piedras, llegaron a un punto donde ya no podían avanzar y fue cuando comenzaron a pedir ayuda a gritos.

Como marca el protocolo, el 112-Asturias comunicó lo sucedido a la Guardia Civil que quedó a la espera de más información por si fuese necesaria su colaboración y movilizar al Grupo de Rescate e Intervención de Montaña (GREIM).

Además se comunicó lo sucedido a los 112 de Castilla y León y Cantabria en virtud del protocolo para la asistencia de emergencias en zonas limítrofes.

Se da la circunstancia que los servicios de emergencias castellano leoneses también habían recibido otra llamada alertando del incidente. La comunicación entre ambas comunidades autónomas evitó que se duplicase la movilización de recursos para atender  una misma emergencia