Asturias.-La fundación EDES tiene una importante explotación hortofrutícola ecológica en El Cabillón que se vería afectada en su viabilidad por la explotación minera solicitada a 600 metros de la misma. La explotación
funciona como Centro Especial de Empleo, contando en este momento con 18 trabajadores de los cuales el 60% tiene discapacidad intelectual. Además de este proyecto de integración sociolaboral mediante una explotación
sostenible e integradora, EDES tiene un colegio, la propia fundación y un centro de atención temprana, dando acogida y servicios a personas desde la infancia hasta cualquier edad. En el entorno de la mina solicitada por
Asturgold existen 39 hectáreas de explotación agroganadera en ecológico.

Todas estas circunstancias se les han olvidado a los ingenieros redactores del proyecto de mina y de la Evaluación de Impacto Ambiental.

En palabras de Francisco Fernández, portavoz de EQUO en la comarca, "para EQUO son prioritarios proyectos como el de EDES en la finca El Cabillón, ecológicos, sostenibles, integradores y sin fecha de caducidad. Una mina
insostenible y que cesaría su actividad en 10 años, dejando la comarca deteriorada, con 145 hectáreas de ocupación y 52 de ellas destinadas a un depósito de estériles de 23 metros de altura, similar al que reventó en
Aznalcóllar, no es una alternativa de futuro. Ninguna comarca minera tiene futuro, sólo lo pueden tener dedicándose a otra cosa. Así que proponemos empezar por las actividades sostenibles y olvidarnos de la quimera del oro".

En cuanto a la afección a la Finca El Cabillón y a otras explotaciones agropecuarias, además de las alegaciones de EDES, desde EQUO se manifestó a la Dirección General de Minería que en la documentación de impacto
"...No se evalúan los empleos, jornales y flujo económico actual y futuro de las producciones que van a desaparecer con la ocupación e inhabilitación de terrenos agroganaderos..." En las alegaciones, además se
cuestionaba la liberación de metales como arsénico o molibdeno al medio. El polvo esparcido por la zona, como ahora sucede en la mina de Belmonte, hará difícil la pervivencia de la certificación oficial para cualquier explotación ecológica del entorno. "Desde EQUO rechazamos el modelo especulativo, devastador e insolidario de este tipo de explotaciones. Esperamos además que no tengan la desvergüenza de pedir subvenciones"