Fenómenos como el auge de los fondos de pensiones, las burbujas especulativas y el incremento sostenido de la inversión en vivienda esconden razones emocionales. Así lo revela un proyecto de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Granada.
El proyecto que dirige el catedrático Nikolaos Georgantzis, El papel de la comparación social en las decisiones económicas bajo incertidumbre, persigue conocer cómo se aplica la Teoría de Festinger en la toma de decisiones financieras de riesgo como, por ejemplo, elegir una vivienda o elaborar estrategias para renovar el mercado actual de trabajo. Esta teoría describe la tendencia de los individuos a compararse con sus semejantes para poder así evaluar sus propias decisiones y habilidades personales.
El estudio está permitiendo encontrar "explicaciones emocionales a fenómenos de gran calado en la sociedad como son las burbujas especulativas, el auge de los fondos de pensiones o el incremento sostenido de la inversión en vivienda", indica Georgantzis. Asimismo, entre los actores principales que intervienen e interaccionan en el proceso están la envidia, la preocupación por la igualdad, el sentimiento de imitación o las propias alegrías y tristezas que surgen tras compartir el éxito o la decepción de manera conjunta.
"Entendemos que, en ausencia de estas comparaciones sociales e interacciones, el ser humano podría tomar decisiones algo diferentes, es decir, más parecidas a lo que haría cualquier programa informático dedicado al cálculo y optimización matemáticos", señala el investigador.
Los expertos se centran en el estudio del papel de las comparaciones sociales en la construcción de las actitudes personales frente a decisiones de riesgo. "Analizamos el efecto que tiene en las decisiones económicas realizadas bajo incertidumbre el hecho de que el resultado final, dependa de las emociones y actuaciones del entorno", explica el investigador principal.
La influencia de los demás en la toma de decisiones
La investigación está enmarcada dentro del contexto de la economía experimental y se desarrolla a través de una metodología interdisciplinar basada en conceptos como la propia economía, la comparación social y la incertidumbre. El estudio comenzó con la captación de voluntarios mediante un anuncio público, en este caso, entre alumnos u otros colectivos afines.
A continuación, los expertos programaron un contexto de interacción social determinado en el que los participantes, siguiendo unas directrices, se relacionaron entre ellos y empezaron a tomar decisiones de riesgo. Durante la sesión, cada sujeto eligió una serie de loterías destinadas a medir su actitud frente al riesgo.
"En un momento determinado, los individuos recibieron información acerca del comportamiento y más tarde, de los resultados de los demás, lo que creemos pudo condicionar su posterior toma de decisiones", resume Georgantzis. Una vez reunidos, al proporcionar a cada sujeto información sobre las decisiones tomadas por los demás, se produjeron cambios significativos en sus elecciones finales.
"Eso sí, encontramos diferencias individuales significativas si informamos del dinero ganado o perdido por las personas que constituyen el entorno", concluye el experto.