"Nadie desde Europa pide que cierre el sector minero; eso lo hace el Gobierno"

 "Nadie desde Europa pide que cierre el sector minero; eso lo hace el Gobierno"

Transcripción de la entrevista realizada al presidente del Principado en el programa ‘La Ventana de Asturias’ de la Cadena Ser, a la que ha tenido acceso AsturiasMundial

 

 

P. — Las particulares circunstancias, la delicada situación económica, la incertidumbre sobre el modelo de Estado que conocemos y la mutilación de la legislatura imprimen otro ritmo y otras exigencias, presidente, no se pudo permitir tregua, ¿verdad?

 

R. — No, ninguna.

 

— No hubo ningún tiempo, hubo que ponerse a trabajar inmediatamente.

 

— Si, las circunstancias lo requerían, está claro.

 

—El diputado por Asturias de Foro, Enrique Álvarez Sostres, pedirá mañana en el Congreso que se convoquen elecciones generales anticipadas. Sostres mete en el saco al PSOE porque esos comicios servirían para poner fin, según dice, al fraude democrático que vienen cometiendo el PP y el PSOE, pero la idea se acerca al referéndum que proponen organizaciones sindicales como respuesta al incumplimiento del programa electoral del PP. ¿Cambiaría algo las cosas que se disolvieran ahora las Cámaras?

 

— A mí no me extraña que el Foro pida que el Gobierno disuelva ahora mismo las Cortes, al fin y al cabo, ellos lo hicieron en diez meses. Tendríamos un Gobierno que disuelve, incluso, antes que ellos, es decir que bate su propio récord, que ya es decir, y le recuerdo que Foro Asturias apoyó al presidente de España, Mariano Rajoy, en la investidura. A mí todo esto me parece un esperpento, lo que hay que decirle al Gobierno de España es que gobierne efectivamente, que en lugar de contradecirse una y otra ve con lo que había planteado en un principio, porque parece que Mariano Rajoy se está haciendo una enmienda a la totalidad, dio como una segunda investidura hace unos días muy distinta a la de diciembre del año pasado, pero que sobre todo, cuando desde la oposición se le diga que hay medidas que se necesitan consensuar, que se necesitan pactar, que se necesita tener acuerdos, pues que haga caso de esa oposición por las circunstancias tan complicadas, tan difíciles que estamos viviendo, y en caso contrario, desde luego abusando de su mayoría absoluta lo que estará perdiendo será la mayoría social que es algo que me parece imprescindible para cualquier Gobierno. Pero de Foro ya estamos acostumbrados a este tipo de cosas.

 

— Aquí se disolvió la Cámara, fue precisamente Foro el único partido que estuvo de acuerdo y sí han cambiado las cosas, gobierna el Partido Socialista en Asturias, con una mayoría apoyada por IU y UPyD, y aseguran que serán el ejemplo de que se podrá gobernar de diferentes formas y de que es posible marcar diferencias ideológicas en la gestión de todos los recortes.

 

— Sí, marcar diferencias en la manera de gobernar, pese a que la senda económica es muy estrecha y los márgenes tampoco son demasiado anchos, pero podemos remitirnos a los ejemplos evidentes que tenemos. Las tasas universitarias no se han movido aquí de la misma forma que se han hecho en otras comunidades, por citar una. Pero piense, por ejemplo, lo que está ocurriendo en Baleares, donde se han cerrado hospitales, o en Cataluña, para no citar exclusivamente comunidades del Partido Popular, pero en este caso también es una comunidad gobernada por un partido de derechas como Convergència i Unió. Y ya no digo Valencia, donde parece que la solución para la emergencia económica y paliar las estrecheces presupuestarias está en la privatización de la sanidad, donde ya habían dado pasos anteriormente, pero ahora parece que quieren hacerla de manera total e irreversible, y eso no es lo mismo que estamos intentando hacer aquí de hecho estamos haciendo.

 

— Hablando de Valencia y de marcar diferencias, ayer se refería usted a Valencia en La Felguera como una comunidad derrochadora, pareciera que queriendo diferenciarse. También esta tarde el presidente Valcarce ha confirmado que Murcia va a solicitar el rescate. ¿Usted está seguro de que Asturias no va a necesitar financiarse en ese fondo de liquidez autonómica?

 

— Lo que quise transmitir es que no todas las comunidades están en igual situación y eso es un dato absolutamente objetivo y constatable. En Valencia se dan un serie de hechos que enumeré ayer, que se referían a eventos y fuegos de artificio que durante todos estos años parecían querernos plantear como modelo para el conjunto del país y que luego han llevado a esa comunidad a una situación límite porque no solamente estamos hablando de endeudamiento, sino de prácticamente la liquidación de su tejido financiero, cierto tejido que reivindicaba en su día el presidente de Foro Asturias diciendo que éramos los socialistas de Asturias los que queríamos llevárnoslo por delante. No, ya se lo habían llevado los gobiernos del PP. En Valencia es donde se daba esa conexión entre política y dinero, en las cajas de ahorro, en la CAM, en Bancaja, en Caja Valencia, que al final se los ha llevado por delante a ellos y también a Bankia, porque sin duda Bancaja ha sido un lastre decisivo para la situación que ahora tiene la antigua Caja Madrid.

 

— Olvidándonos de Valencia, ¿Asturias necesitará o no financiarse en ese fondo?

 

— Yo espero que no y espero que no, lo he comentado y lo digo ahora, porque la situación es distinta y, evidentemente, es mejor la nuestra. Y me remito a las cifras, que son siempre mucho menos objetables que las palabras y la retórica. Nosotros estamos ahora mismo por debajo del 10% de deuda respecto al PIB, Valencia está en el 20 y la media en el 13, puedo ser más optimista. Además, yo creo que es bueno que seamos nosotros también quienes nos financiemos de manera directa, ahora bien, hay cosas que están ocurriendo y que preocupan, porque una y otra vez hemos dicho que no nos parece simétrica la actitud del Gobierno de España respecto a las autonomías, es injusta cuando se le da un margen por parte de Europa para tener en el proceso de consolidación fiscal, poder ir un poco más allá en el déficit y eso se lo queda el Gobierno de España y a los autonomías, no sólo se mantiene este año el 1,5, sino que el próximo, en el que el proyecto iba por el 1,1, se nos revisa al 0,7. Cuando se le dice al ministro que reparta ese margen que le ha venido desde Bruselas, dice: “no, no lo hará porque al final las comunidades autónomas no van a tener financiación porque nadie va a querer financiarlas”. Eso es una profecía que se autocumple, porque en esta situación de desconfianza mutua entre dos que hay en España, con una crisis como la que tenemos, el peor mensaje que se puede dar a los bancos y a las entidades financieras es que las autonomías no van a encontrar financiación, para que al final haya que recorrer a ese fondo de liquidez, y yo espero que no tengamos que hacerlo.

 

— ¿Qué tiene de perverso ese fondo? ¿Por qué preferimos ir al crédito ordinario? ¿Se pierde soberanía? ¿Se demuestra la solvencia cuando no es necesario recurrir a él?

 

— Yo no diría perverso, pero está asociado a eso que se llama condicionalidad. Ahora hablamos con estos términos que la gente no entenderá fácilmente al principio, pero significa, evidentemente, condiciones y serán condiciones que limitarán la propia autonomía, no exactamente soberanía, que según la Constitución es del pueblo español, pero autonomía, sí. Hay un autogobierno y autogobierno supone que debes tener una suficiencia financiera para ejercitar las competencias que te da tu Estatuto. Si te prestan recursos condicionados a que los apliques a determinadas cuestiones, es evidente que la autonomía, el autogobierno y la suficiencia financiera se resiente.

 

— Es verdad que el Gobierno de España está dando una especie de mensaje de portazo de los bancos a las autonomías, pero su propia consejera de Hacienda no está segura de poder conseguir el cien por cien los créditos que se necesitan ahora mismo, ¿usted sí?

 

— ¿Usted cree que en materia financiera hay alguien que esté seguro de algo? ¿Cuando nos encontramos con que la prima de riesgo ahora mismo está ampliamente por encima de los 600 puntos? Todo el mundo tiene dudas en este momento y ése es el problema, la política, los políticos, los gobiernos, están para dar seguridades y no para generar dudas. Por tanto, y siendo consciente de lo excepcional de la situación, lo que digo es que nosotros estamos en condiciones objetivas, y siempre en términos comparativos con la mayoría de las comunidades, de procurarnos nuestra propia financiación. Eso es lo que queremos y eso es lo que pensamos hacer. El futuro dirá en todo caso.

 

— Desde algún sindicato le han dedicado críticas por su supuesta tibieza en el conflicto minero.

 

— Pues las asumo. No porque me sienta tibio en absoluto, sino porque yo comprendo que la gente en situaciones como ésta pide a los gobierno a veces hasta algún imposible medieval. Y eso será lo que me piden porque yo, sinceramente, no sé que más puedo hacer, porque he hablado con todo el mundo. Ya no digo solamente con el ministro Soria, también le he enviado una carta a Rajoy para que se reúna conmigo para discutir este asunto; he hablado con los empresarios y con los sindicatos mineros. Y tendría que recordarle a la gente que la competencia, en este caso, no es de la comunidad autónoma. Aquí, lo que ha habido –y lo que espero que la gente sepa y, en todo caso, tiene que saber si es que hay alguien que aún no se ha enterado—, es un acuerdo que ha sido roto por el Gobierno de España. Y esas cosas no se pueden hacer. Y cuando digo esto, estoy hablando de un asunto crítico, muy importante para la credibilidad de la política; porque el Gobierno del Partido Popular gobierna desde diciembre del año pasado. Recuerden ustedes que las elecciones en Asturias fueron el 25 de marzo y que los presupuestos se presentaron una semana después. Bien, si se presentaron una semana después, el Gobierno tenía que tener ya en el borrador de presupuestos y cuáles iban a ser los recursos destinados a la minería, a las explotaciones mineras, las ayudas a la producción corriente. Eso es evidente. Y si durante ese tiempo, el Partido Popular decía –se presentaba, insisto, en marzo, una semana antes, a las elecciones autonómicas— en relación al sector que apoyarían la minería sin ningún límite. Y ahora hay que decirles que las promesas están para cumplirlas. Y si prometieron eso, al menos ahora, después de todo lo que hemos vivido, apoyen esta oferta que se les hace muy responsablemente desde las organizaciones sindicales y desde las empresas mineras para empezar a negociar, incluso sin ese cambio en los presupuestos, con la garantía de que no va a cerrar este año ninguna empresa y se pueda negociar el próximo plan, porque sin negociar el próximo plan, no hay ayudas y no las tendríamos tampoco el próximo año y colapsaríamos un sector que no debe colapsar en este momento, ni muchísimo menos, en una situación además como la que estamos viviendo.

 

— ¿Confía en que ese paso que han dado empresarios del sector y sindicatos vaya a servir para algo, tal como ve que están funcionando los miembros del Gobierno con respecto a este asunto?

 

— Yo espero que sí. Espero que sí por racionalidad económica y por racionalidad política también. Sería un desatino que el Gobierno dejara al margen esta mano tendida que se le hace con un importante sacrificio y riesgo por parte de las empresas y de los agentes sociales.

 

— Hay quien sostiene que lo que está haciendo el PP ahora fue algo que el PSOE no se atrevió a hacer en su momento.

 

— Pues si no se atrevió a hacerlo, no lo hizo, y ya está. No me parece ningún tipo de argumento. Hay que hablar de la realidad. Y la realidad es la que es. Sí, ya sé que se atribuyen intenciones. Pero la política no se hace con intenciones, la política se hace con hechos. Y, en este caso, con presupuestos. Y los hechos avalan, y los presupuestos más, que es el Gobierno del Partido Popular el que está intentando una liquidación anticipada de un sector. Y ya está, Y lo demás no viene a cuento. He escuchado a Mercedes Fernández decirme que es lo que Almunia decía desde Bruselas. Pues yo no estoy de acuerdo con el señor Almunia si decía esto. Es comisario de la UE, en este caso de la política de la Competencia. Pues no estoy de acuerdo. En todo caso, esto no lo cierra Europa, esto lo está haciendo el Gobierno de España. Nadie desde Europa –y eso lo ha dicho también el mismo comisario de la Competencia— pide que se cierre el sector minero. Lo está haciendo el Gobierno de España. Por tanto, maniobras de distracción, ninguna. Cada uno tiene que asumir su responsabilidad. Si Almunia dijera eso, yo no estoy de acuerdo. Ahora, que me diga ella a mí si está de acuerdo o no con lo que está haciendo el ministro Soria.

 

— ¿Piensa usted empezar el curso político en Rodiezmo? De advenedizo no le van a poder acusar, precisamente.

 

— No y, desde luego, como habrá Rodiezmo y como me invitarán, estoy convencido, pues estaré allí sin duda alguna.

 

— Sigue defendiendo la validez del actual Gobierno de Estado. Hay quien piensa, sin embargo, que será necesario estudiar su estructura y la posibilidad de mantenerlo tal como está o no.

 

— No. No, yo no digo que haya que mantenerlo tal como está. Es decir, habrá duplicidades, habrá solapamientos. Las autonomías no han sido en muchos casos un ejemplo de buena gestión, eso resulta evidente. Y, por tanto, todas esas cosas son revisables. Yo lo que digo es que hay que tener cuidado cuando se habla de un asunto tan medular en la política española. Y lo dice alguien con fama de jacobino, yo mismo, y la Federación Socialista Asturiana que nunca hemos estado en sintonía con todas esas posiciones de ir cada vez más adelante en relación a más competencias y a apurar todo lo que está y lo que no está en el Título octavo de la Constitución. No, no. Lo digo porque aquí hay viejos fantasmas que están conjurados, y que se hizo en la transición. Por ejemplo, la forma de Estado ha sido aceptada, el papel del Ejército ha sido resuelto. Pero el asunto territorial, es decir, el hecho de que en España –nos guste o no— haya sentimientos de pertenencia, eso es un problema con el que tenemos que convivir. Y eso se atajó con un sistema autonómico como el que tenemos. Esa es la cuestión, revisarlo en términos de que sea más eficaz, de que haya menos duplicidades con la Administración del Estado que a veces supondrá eliminación de alguna competencia por parte de las comunidades y otras veces, tendrá que ser del Estado… Por cierto, durante todo este tiempo, no ha adelgazado nada tampoco desde el punto de vista funcionarial, todo se achaca a las comunidades… Bien, si hay que discutir eso, que se discuta. Pero que se discuta con serenidad y no para cubrir las obsesiones que están ahí, en una parte de la derecha profunda de este país. A mi me gustaría que España fuera una país como Francia, por ejemplo. Un país en el que no hay esas tensiones, en el que no hay esos sentimientos. Yo creo que no se debe nunca gobernar con los sentimientos, pero que uno no debe tampoco olvidarse de que existen. Y aquí existen. Y siempre hemos estado, desde Asturias, desde la Federación Socialista y yo mismo, en contra del victimismo, del victimismo de los nacionalistas que quieren que se vea a su territorio como un país agredido. Y del victimismo de los regionalistas, que aquí tenemos algún ejemplo muy, muy, muy reciente, que quiere que se nos vea como un país olvidado. Por tanto, dejando estas cosas claras y cuál es la posición que tienen los socialistas asturianos, sí hay que hablar del modelo Estado con precaución y no vayamos a ir demasiado lejos o demasiado rápido a donde algunos quieren llevarnos desde hace muchísimo tiempo.

 

— Lo que rechaza es el trazo grueso, pero están dispuestos a analizar y profundizar en qué se puede hacer.

 

— Exactamente. Aquí hay un sentimiento antipolítico profundo porque hay muchas cosas que nacieron con el franquismo y no desaparecieron con él. Una es esa, los tópicos del lenguaje ordinario que responden a creencias muy profundas de la gente: “Todos los políticos son iguales”, “la política, para los que viven de ella” o “tenemos los políticos que nos merecemos”, y este tipo de cosas. Bien. Pues tendremos más políticos de la cuenta, yo no digo que no; y tendremos malos políticos pero, desde luego, todos no. Hay políticas y hay políticos que a la gente no le gustan y con razón y eso lleva a hablar mal de la política. Pero cuidado, porque eso al final lleva también a hablar mal de las instituciones que nosotros debemos representar. Mire, usted me dice: reducción de concejales. Vale, de acuerdo. Pero, ¿de cuántos? Porque si estamos hablando de no se cuántos de pequeños ayuntamientos que son concejales que están dándolo todo, que están trabajando y que no tienen salario, que tienen, en algunos casos, dietas mínimas, pues no sé que ahorro vamos a llevar a cabo. ¿Por qué no se acaba con las diputaciones? ¿Será porque el Partido Popular prácticamente las controla todas? Estamos hablando de una Administración absolutamente redundante, una Administración que no tiene sentido. Es que estamos en un Estado de las Autonomías y resulta que uno va al Senado –y sé de eso porque estuve allí varios años— y es en representación provincial. Allí no están representadas las Comunidades, están representadas las provincias, fundamentalmente las provincias más que la población. Y las diputaciones son también un asunto vinculado a la provincia que se creó en 1836, tres años después de las provincias para darles asistencia logística. Casi dos siglos de estas administraciones y resulta que no se las elimina, pero sí a los concejales de los pueblos que no cobran y trabajan en su tempo libre por los demás.

 

— O sea, que estamos en un proceso de invasión competencial por parte del Gobierno.

 

— Se está refiriendo ya a los recursos que vamos a presentar.

 

— Y a otros que podrían ser.

 

— Bueno, eso es un ejercicio de coherencia, sencillamente. Yo soy el presidente de Asturias y he prometido cumplir el Estatuto. Y el Estatuto nos da unas competencias, algunas son exclusivas. Si esas competencias son invadidas por otra administración, no en una buena lógica, sino en cualquier lógica, tendremos que presentar un recurso por invasión de competencias. A algunos les parece deslealtad, pero a mí me parece sencillamente lo que es, coherencia.

 

— Mañana se constituye en la Junta General del Principado las comisiones de investigación del caso Marea y la de estudio del régimen electoral. Eran compromisos adquiridos con UPyD en el marco del acuerdo para la investidura que a los socialistas no les entusiasmaban porque, en primer lugar, ya dijeron que el caso Marea estaba siendo objeto de una investigación judicial que todavía está en curso; y consideraban que el asunto del régimen electoral no era una prioridad de las urgentes que ahora mismo pudieran tener los ciudadanos. En todo caso, ¿qué esperan de estas comisiones?

 

— Pues lo ha dicho usted. A mi no me entusiasmaban y no voy a decir ahora que tenga una gran ilusión por estas comisiones. Es un acuerdo político y lo vamos a cumplir. En el caso Marea hay, efectivamente, una investigación judicial. Y luego, la política, o los aspectos políticos del asunto, ya se han juzgado, han sido juzgados por la ciudadanía porque hemos tenido dos procesos electorales desde que se destapó este asunto. Ahora, tampoco tengo absolutamente ningún miedo, ninguna preocupación, por que se trate en sede parlamentaria. Lo que espero es, sencillamente, que se busque, a través de las aclaraciones que los diputados le pidan a las personas que comparezcan, las fórmulas para que se dificulte que asuntos de esta naturaleza se vuelvan a producir en esta Administración. Y en relación a la cuestión municipal, lo que he dicho siempre es que en Asturias no tenemos un problema municipal de la dimensión que tienen en otras provincias. Y me remito a los números que es la mejor forma de dejar las cosas claras y objetivas. Nosotros tenemos 78 ayuntamientos, vaya usted a Cantabria que está al lado y me parece que tienen 120. Ya no le digo en León. Salvo en Murcia, en todas las provincias hay muchos más ayuntamientos por habitante que en Asturias. Permítame decirle que ese problema, si lo es, desde luego en Asturias no tiene la dimensión que en otras partes de España

 

— No quisiera que se fuera sin preguntarle por el frenazo que se acaba de dar al AVE por parte de la ministra de Fomento. Yo no se si lo de parar el estudio del AVE hasta Gijón para estudiar un ramal a Avilés suena a broma, si no fuera porque no lo es. ¿Qué le parece?

 

— Voy a ser muy moderado con esto. Creo que no tiene nada que ver con que se haga un estudio desde Pola de Lena hasta Gijón con que se haga otro vinculado a él, un ramal, para llevarlo hasta Avilés. No veo por qué una cosa tiene que dilatar la otra. En todo caso, lo que me preocupa a mi realmente (porque esta es una cuestión que se estudiará, se invertirá, se hará… no sé cuando con la situación económica que estamos viviendo y la que vamos a vivir en los próximos años no va a ser, espero que de crecimiento económico sí pero no de hacer grandes inversiones), lo que quiero ahora esencialmente es que esos dos tubos que se han hecho en la Variante de Pajares se pongan en marcha lo más rápidamente posible. Porque eso va a acortar de una manera drástica el tiempo de viaje entre Asturias y Madrid. Y que nos digan si van a pasar por allí las mercancías, y que tipo de vías son las que definitivamente se van a instalar. Eso es lo urgente. Y ahora, en este momento, en Asturias no estamos para dilaciones, respecto a inversiones que se van a hacer en un futuro a medio largo plazo, sino esencialmente, para aquello que está en marcha y que necesitamos cerrar con la máxima urgencia. Y en materia ferroviaria, la Variante de Pajares es esencial. Ahora, de Pola de Lena a Gijón se puede estudiar perfectamente y hacer un anexo para un ramal hacia Avilés que es lo que nos dice ahora la ministra que es lo que quieren hacer.

 

— La consejera de Fomento puso como prioridad los accesos a la Zalia. ¿Habrá dinero para eso?

 

— Sólo le digo una cosa: soy muy, muy poco dado a prometer más de lo que pueda cumplir. Y en el debate de investidura, la única infraestructura que comprometí fueron los accesos a la Zalia porque me parece esencial por muchas razones. Me parece esencial porque es una zona estratégica para el desarrollo futuro de Asturias; porque allí hay una zona parcelada de muchas hectáreas y esas parcelas hay que venderlas y comercializarlas y para eso se necesita tener un acceso. Por todo eso, me parece indispensable que si hay que priorizar las inversiones, y hay que hacerlo porque toda inversión tiene un coste de oportunidad ya que lo que hagas aquí no podrás hacerlo en otro lado, pues los accesos a la Zalia van a tener toda la prioridad por parte del Gobierno de Asturias.

 

— Estos días, hemos asistido a un intercambio de reproches entre el Partido Socialista y Foro Asturias sobre quién es responsable del retraso en la inauguración del nuevo hospital. A uno le da la sensación de que al ciudadano le da un poco igual quién tiene la culpa y lo que quiere es que se ponga en marcha cuanto antes. ¿Cuándo podría ser eso?

 

— Me parece que lo importante ahora es efectivamente que el HUCA se ponga en marcha más allá de quién ha podido generar algún tipo de retraso. Por nuestra parte, vamos a hacer lo indispensable, todo lo que podamos, para que ese equipamiento dé servicio a los asturianos. Pero no le puede decir en este momento una fecha concreta y como no se la puedo decir, prefiero que se quede con que haremos lo imposible por que sea todo lo más pronto que podamos.

 

FOTO: Archivo. El presidente del Principado con el ministro de Industria.

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