El profesor de Genética y director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer (PEBC) del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), Manel Esteller, ha asegurado hoy en Santander que existen nuevos fármacos “relativamente baratos” y con efectos perjudiciales “muy leves” para los pacientes que, “en vez de matar al tumor, lo congelan, lo bloquean e impiden que crezca durante muchos años”.
Así se pronunció durante una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde imparte esta semana el curso magistral ‘Epigenética: biología, salud y enfermedad’, patrocinado por el Banco Santander a través de su División Global Santander Universidades.
El investigador confirmó que “está probado” el uso de cinco fármacos epigenéticos en ciertas formas de leucemias y linfomas, tumores de sangre y ganglios linfáticos que, modulando el genoma, “son antitumorales”. Dentro de esta línea de investigación, adelantó que el siguiente paso será la aprobación de estos tratamientos para otras enfermedades como el cáncer de colon o de pulmón.
Esteller se mostró confiado porque las investigaciones en el campo de la Epigenética logren “avances concretos” muy pronto y recordó que hay muchas enfermedades asociadas a esos cambios de las marcas químicas que regulan el genoma. Así, explicó que en ámbito del cáncer, disponen ya de unos biomarcadores de la enfermedad que permite decidir qué tipo de tratamiento puede ser más efectivo.
Además, reconoció que existen estudios que respaldan que “diferentes etnias” poseen epigenomas similares y que la zona geográfica en la que resida cada individuo influye “en gran medida” sobre su genoma, lo que puede predisponer a un determinado tipo de cáncer. No obstante, matizó que esta predisposición “está basada en los hábitos de la población”, en ocasiones sustentados en la cultura del territorio, que puede cambiar con el tiempo.
En esta línea, sostuvo que el caso “más típico” es el de Japón, donde el cáncer de mama entre las mujeres es poco habitual y cuando migran a Estados Unidos “adquieren frecuencias cercanas a las de las mujeres americanas”. En el caso de España, destacó el incremento del cáncer de colon con los cambios de hábitos alimenticios de la población o el aumento del cáncer de pulmón en las mujeres tras el fin del franquismo, algo que asoció con la presencia de más fumadoras como “símbolo de libertad femenina”