Al posesionar el jueves al nuevo ministro de Trabajo, Daniel Santalla Tórrez, el presidente de Bolivia, Evo Morales, señaló que los dirigentes laborales "deben servir primero a la patria y al pueblo, antes que a los intereses regionales o sectoriales".

Morales ponderó la personalidad y compromiso de servicio de Santalla, un ex secretario general de la Central Obrera Boliviana (COB), ex diputado de la populista Conciencia de Patria (CONDEPA) y uno de los representantes de los sindicatos fabriles.

Afirmó que un dirigente sindical y gubernamental "solamente trascenderá si pone su capacidad y compromiso al servicio de la patria".

Manifestó que fue colega de Santalla en la Cámara de Diputados con quien coincidía en que el Ministerio de Trabajo debe estar dirigido por un trabajador y no por un empresario, como sucedió durante los regímenes neoliberales.

Sin embargo lamentó que algunos sectores laborales "no respeten a algunos ministros que fueron trabajadores y sindicalistas y sí lo hagan cuando el cargo es ejercido por un empresario".

Manifestó su convencimiento de que Santalla "sabrá imprimir un mayor dinamismo al Ministerio de Trabajo y al reencauzamiento de las relaciones del Gobierno con los sectores laborales".

Destacó que el Gobierno ya ha aprobado Leyes de consenso con los dirigentes laborales y los movimientos sociales, como sucedió con la Ley de Pensiones y la Ley educativa Avelino Siñani-Elizardo Pérez.

Como nuevas tareas, el presidente recalcó en la necesidad de avanzar en Leyes laborales que se adecúen a los mandatos de la Constitución Política del Estado para que la Asamblea Legislativa Plurinacional los analice y apruebe.

Agregó que es necesario que sea concluida la Ley General del Trabajo en reuniones conjuntas con los sectores laborales.

"Esa es la mejor forma de avanzar en la gestión obedeciendo al pueblo", resaltó el Primer Mandatario.

Santalla sucedió en el cargo el ex dirigente sindical del magisterio y ex senador del Movimiento al Socialismo (MAS), Félix Rojas.

El Presidente dijo que Rojas presentó su renuncia irrevocable ante las denuncias de corrupción en algunos ámbitos del Ministerio de Trabajo con acciones de "extorsión, chantaje y cobros ilegales para la realización de algunos trámites de los trabajadores".