La consejera de Bienestar Social recibe a un grupo de niños y niñas saharauis que pasan el verano en Asturias y a sus familias de acogida

• El programa Vacaciones en Paz permite a los menores saharauis participantes realizar revisiones médicas y mejorar sus condiciones nutricionales durante su estancia en el Principado

Oviedo.-La consejera de Bienestar Social y Vivienda, Esther Díaz, acompañada por la directora de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Graciela Blanco, ha mantenido hoy un encuentro en Oviedo con un centenar de niños y niñas saharauis y sus familias de acogida. Los menores participan en el Programa Vacaciones en Paz, una iniciativa que se viene desarrollando en el Principado desde hace varios años.

El Programa Vacaciones en Paz, además de ofrecer posibilidades de intercambio cultural y favorecer la sensibilización social, permite la realización de revisiones médicas a los menores participantes y la mejora de sus condiciones nutricionales durante los meses de verano que pasan en Asturias.

La titular de Bienestar Social y Vivienda dio la bienvenida a todos los menores y aprovechó el acto para reconocer el importante trabajo que realizan las familias de acogida que colaboran desde hace años para que los niños y niñas puedan pasar un tiempo en Asturias. Además, Díaz destacó que esta experiencia crea vínculos afectivos y culturales entre las familias de los menores y las de acogida.

Por otro lado, la consejera de Bienestar Social y Vivienda manifestó que el ámbito de la cooperación internacional es importante para su departamento. En este sentido, explicó que “no debemos buscar excusas para rebajar su cuantía por la crisis y el objetivo que nos hemos marcado es llegar lo más cerca posible del 0,7%”.

El programa Vacaciones en Paz es una de las actividades recogidas en el convenio suscrito entre la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y la Asociación Asturiana de Amistad con el Pueblo Saharaui, entre cuyos objetivos está la mejora de las condiciones de vida de las personas refugiadas en los campamentos de Tindouff.

El convenio incluye también la distribución de  alimentos entre las personas más vulnerables y necesitadas de los campamentos, la compra y entrega de vehículos para la prestación de servicios a la población refugiada, la construcción de escuelas, la rehabilitación de edificios o el mantenimiento de infraestructuras, entre otras iniciativas.