Esta organización rechaza el nuevo plan de recortes porque aumentará la precariedad de los servicios sanitarios, educativos y sociales en los 7.809 municipios rurales.
En los pueblos con menos habitantes esta situación está provocando el cierre de colegios y centros de atención sanitaria.
La Plataforma Social está formada por 55 organizaciones que reivindican políticas sociales y económicas más justas, al servicio de las personas y del interés general.
Madrid,. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) apoya las manifestaciones convocadas hoy en toda España por la Plataforma Social en defensa de los Servicios Públicos y el estado de Bienestar, de la que esta organización forma parte. COAG rechaza el nuevo plan de recortes aprobado porque aumentará la precariedad de los servicios públicos y las infraestructuras en los 7.809 municipios rurales. Además, en el caso del medio rural, a los recortes y la crisis económica general se suman a la propia crisis del sector agrario, que acumula una pérdida de renta del 31% desde 2003, y que tiene incidencia directa en el desarrollo económico y social de nuestros pueblos.
Estos recortes vienen a sumarse a los ya realizados sobre otros derechos sociales como la sanidad, la educación (cierre de colegios en pueblos con menos habitantes), la vivienda, la justicia…, que a su vez se han visto reducidos y afectados seriamente por el incremento de tasas y fórmulas de repago y privatización, vulnerando los principios de universalidad, suficiencia e igualdad de acceso y cobertura que deben garantizar los servicios públicos.
La Plataforma se ratifica en que otras políticas para salir de la crisis son posibles. El balance entre ingresos y gastos no se puede ajustar únicamente reduciendo los gastos, porque cada medida que se toma debilita la economía y el consumo, y por tanto, reduce los ingresos, lo que lleva al Gobierno a decretar nuevos recortes que volverán a provocar menos ingresos. A ello se suman las políticas que ponen el déficit público por encima de las personas y el pago de la mal llamada deuda pública y que en realidad, no es sino un gran negocio de la banca privada Europea en general y alemana en particular.