Cuando hay comida en exceso, parece que los animales no tienen que competir, pero las ciervas dominantes mantienen la rivalidad y seleccionan los alimentos más nutritivos para conservar su estatus. Así lo demuestra un estudio realizado en la granja experimental de ciervos de Albacete, la más importante de Europa y la segunda del mundo.
SINC.-Las ciervas (Cervus elaphus) tienen un sistema de organización jerárquico: las más viejas y pesadas son las que ocupan una posición dominante. Por ello, una dieta rica en nutrientes beneficia a las más dominantes, con un acceso preferente a las mejores fuentes de alimento, que les permite ganar peso, y mejorar la producción de leche y su condición corporal.
Un estudio, publicado en la revista PLoS ONE y liderado por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), demuestra que aunque haya exceso de comida, las ciervas dominantes seleccionan los mejores alimentos.
El experimento, realizado en 2009 en la granja experimental de ciervos de Albacete, la segunda más importante del mundo (después de la de Nueva Zelanda), duró siete días y permitió observar el comportamiento de 44 ciervas al acceder a la comida durante la primera hora, la selección de los diferentes componentes del alimento y la composición nutricional de cada uno de ellos.
Los resultados revelan que “las ciervas dominantes disfrutaron de mayor tiempo alimentándose durante la primera hora después de ofrecer el alimento, seleccionaron los cereales y rechazaron los pellets (subproductos vegetales de baja calidad nutritiva)”, afirma a SINC Francisco Ceacero, autor principal del trabajo e investigador en el departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal y Genética de la UCLM.
Las subordinadas logran comer lo suficiente, pero solo de la comida de peor calidad que les dejan las ciervas dominantes
Las ciervas eligieron los alimentos en función de su contenido energético y en grasas. “Conforme avanza el tiempo desde que se ofrece el alimento, este es cada vez de menor calidad. Así, las dominantes obtienen más energía en su la dieta, mientras que las subordinadas logran comer lo suficiente, pero solo de la comida de peor calidad que les dejan las primeras”, detalla Ceacero.
Vacas y ovejas actúan igual
Aunque se sigue discutiendo sobre los mecanismos por los que estos animales saben cómo seleccionar la mejor alimentación o la que mejor se ajusta a sus requerimientos en cada momento, “lo que sí está claro es la selección preferencial de ciertos alimentos y el rechazo total de otros, tanto en estudios de selección de dieta en poblaciones silvestres como en experimentos en cautividad”, asegura el científico.
El trabajo ha combinado técnicas de estudio etológico –jerarquías y observación de acceso al alimento–, ecológico –selección de los componentes de la dieta– y nutrición –valor nutritivo de cada componente y por tanto, de la dieta ingerida–.
Sus autores, entre los que se encuentran también Tomás Landete-Castillejos y Andrés José García, del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC), sugieren que los resultados son aplicables también a otros rumiantes sociales como vacas, ovejas, y cabras.
FOTO: Las ciervas eligen los alimentos en función de su contenido energético y en grasas. Imagen: SINC.