Médicos Sin Fronteras (MSF) apela a las autoridades y a las organizaciones especializadas en desminado a que multipliquen sus esfuerzos para reducir el número de víctimas de minas antipersona y explosivos sin detonar en el sur del país.
Desde hace algunas semanas, el número de personas heridas por minas y otros artefactos explosivos atendidas en el centro quirúrgico de MSF en Adén, al sur de Yemen, ha experimentado un claro aumento. Gran parte de los heridos eran procedentes de las ciudades de Jaar y Lawdar. Los equipos de MSF han tratado a 19 pacientes en menos de cuatro semanas, de los que 11 eran niños menores de 14 años.
“El mes pasado recibimos a 10 pacientes, tres de los cuales murieron a causa de las heridas”, explica la Dra. Claudia Lodesani, coordinadora médica de MSF en Yemen. “La semana pasada, otros nueve pacientes fueron trasladados desde la región de Abyan. Todos eran niños, en su mayoría con heridas potencialmente mortales”.
La mayoría de los heridos sufrían fracturas graves de las extremidades y requerían cirugía de urgencia, además de hacer una larga recuperación. Para algunos, las consecuencias son irreversibles, como es el caso de un muchacho de 12 años a quien se le han tenido que amputar las dos piernas.
La calma tras los combates desde junio ha permitido el regreso de cientos de familias desplazadas a las ciudades de Jaar, Lawdar y Zinjibar, en el sur de Yemen. Pero muchas zonas están infestadas de minas antipersona y otros artefactos sin explotar. La población no está lo bastante sensibilizada sobre este problema y las precauciones que se deben tomar para evitar accidentes.
“Estos explosivos suponen un peligro muy concreto y potencialmente mortal para la población, en particular para los niños que juegan en las zonas minadas”, añade la Dra. Lodesani.
Es muy importante que la población tome precauciones especiales, evite las zonas minadas e informe a las autoridades sobre cualquier artefacto sospechoso.
A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades locales y nacionales para desminar estas regiones y sensibilizar a la población, MSF teme que el número de víctimas siga aumentando si la comunidad internacional y las organizaciones especializadas no prestan un apoyo más importante en este campo.
FOTO © Saoussen Ben Cheikh/MSF
MSF trabaja en Yemen desde 1986 y de forma continuada desde 2007. Actualmente, la organización lleva a cabo actividades médicas y quirúrgicas en las gobernaciones de Adén, Al Dalea, Abyan y Al Beyda, en el sur del país, así como en las de Amran y Hajja, en el norte. MSF no acepta fondos de ningún gobierno para financiar sus actividades en Yemen, que se sufragan únicamente con donaciones privadas.