Santander, .-  El presidente de Mondragón Internacional, Josu Ugarte, ha apostado hoy en Santander por internacionalizar las cooperativas españolas para “crear más empleo en casa” y también como mecanismo de “salida de la crisis” que atraviesa el país en la actualidad.

Según explicó Ugarte, así lo demuestra un estudio realizado por Mondragón y que refleja que las empresas que tienen mayor presencia fuera “consiguen mejorar sus ventas, sus resultados y su empleo”. El informe, que abarca el período 2005-2010 -con la crisis de 2008-, y se compara con la etapa de 1990-1995 -con las crisis del 93-, da resultados “realmente interesantes” tanto en ventas como en empleo.

“Se desmonta así la teoría de que las empresas que se internacionalizan reducen el empleo aquí, es justo al contrario”, insistió Ugarte en una rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con motivo de su participación en el encuentro ‘Hoy las cooperativas ayudan a construir un mundo mejor’, realizado con la colaboración y el patrocinio de Mondragón, en la que intervino junto al presidente del Centro Internacional de Investigación e Información sobre la Economía Pública, Social y Cooperativa, José Luis Monzón.

En este sentido, el presidente de Mondragón Internacional subrayó que el estudio demuestra que las empresas que no se habían “multilocalizado” perdieron un 11 por ciento de empleo, mientras que las que tienen “al menos una fábrica” en el extranjero “han crecido un 25 por ciento”.

Ugarte apuntó también que es “un mito” el hecho de que las cooperativas no puedan competir en alguna actividad determinada. En la misma línea se manifestó Monzón, quien subrayó que todas las áreas de negocio son “óptimas” para una cooperativa, aunque reconoció que hay sectores de actividad donde “las barreras de entrada son más fuertes”.

“No hay nada que esté vedado para el emprendimiento cooperativo, en absoluto”, afirmó el presidente del Centro Internacional de Investigación e Información sobre la Economía Pública, Social y Cooperativa, quien recordó que Mondragón empezó a funcionar “con un hornillo de petróleo muy pequeñito” en el año 1956.

No obstante, Monzón matizó que “toda iniciativa emprendedora puede tener efectos colaterales perversos” pero ello no puede permitir que se abandonen medidas de emprendimiento que significan “una auténtica innovación organizativa y de carácter social vinculada al territorio”.

Monzón enumeró algunas de las principales ventajas de las cooperativas según los últimos estudios, que reflejan que este tipo de empresas están “haciendo frente a las mordeduras de la crisis con mayor eficacia” que las convencionales debido, a su juicio, a la “gran capacidad de adaptación”.

También alabó la calidad del trabajo de las cooperativas españolas, donde “el 82 por ciento del empleo es fijo”, y la “vinculación” de este tipo de empresas al territorio en el que nacen, que implica que la sociedad sea “participativa”.