José Pichel Andrés/DICYT El Servicio General de Citometría de NUCLEUS, la Plataforma de Apoyo a la Investigación de la Universidad de Salamanca, es una referencia nacional e internacional tanto para empresas e investigadores del área de la Biomedicina como para los hospitales que necesitan alta tecnología para diagnósticos y monitorización de los tratamientos. Creado en 1989, este servicio es uno de lo más antiguos de la institución académica salmantina y también uno de los organismos más rentables desde el punto de vista económico y científico, ya que suma un gran número de publicaciones y patentes.
La base de este servicio está en su experiencia y en su equipamiento, formado sobre todo por citómetros. “Un citómetro es comparable con un microscopio”, afirma el director, Alberto Orfao. “Con el microscopio se puede ver cualquier cosa pequeña, pero en el área biomédica lo que más nos interesa son los tejidos y las células”, comenta el especialista, ya etimológicamente “citometría” hace referencia a la medición de las células, aunque en realidad los equipos podrían analizar cualquier partícula diminuta que pueda estar en un líquido.
La citometría de flujo es la principal técnica con la que se trabaja y, en esencia, consiste en medir cambios de luz asociados a una célula. Esta técnica hace pasar las células de una en una delante de láseres para ver cómo cambia de dirección la luz del láser o el color, lo que permite identificar las características de cada célula. "El cambio de color va asociado a diferentes componentes de la célula, por ejemplo, puede estar vinculado a la presencia de una proteína muy concreta", explica Orfao. Actualmente, los citómetros del servicio pueden medir hasta 11 características diferentes simultáneamente en la misma célula: nueve cambios de color (luz verde, naranja, rosa...) y dos cambios de dirección, la luz reflejada y la luz reflactada. Esto ofrece información de cada célula que pasa por este aparato y determina si está sana o si es una célula patológica. Además, esta técnica presenta una gran ventaja frente a la microscopía, ya que “permite identificar una célula entre un millón”.
Con el tiempo, la citometría de flujo ha pasado de ser una tecnología que se utilizaba exclusivamente en investigación a contar cada vez con más aplicaciones clínicas, sobre todo en el diagnóstico y en la monitorización de tratamientos. Los especialistas pueden ver los efectos de una terapia, saber si es eficiente o si aún hay células en el organismo que se pretendían eliminar por medio de un tratamiento. Por eso, este servicio de Nucleus tiene en la actualidad esas dos vertientes, la investigación y el apoyo clínico.
Clientes
Mientras que los hospitales solicitan ensayos de apoyo al diagnóstico, las empresas biomédicas acuden para probar la utilidad de sus productos. Entre unos y otros, el Servicio de Citometría suma unos 200 clientes por año procedentes de todo el mundo, sin contar a los científicos que lo utilizan para sus investigaciones. Además, mantiene contratos activos con empresas desde sus inicios.
En cualquier caso, una de las facetas más importantes es la investigación tecnológica, lo que verdaderamente ha hecho que este servicio sea puntero, estudiando innovaciones y nuevas posibilidades a partir del equipamiento con el que cuenta. Por eso, después de más de dos décadas de trabajo, las publicaciones científicas ya se cuentan por cientos y las patentes llegan a 30. “Lo más importante es que son patentes internacionales que tienen licencia”, comenta el director, de manera que hay empresas que las pagan y, además, generan retornos.
El conocimiento generado es de tanto interés para la investigación, los diagnósticos y los tratamientos que se traslada rápido. Por ejemplo, en la actualidad hay una empresa que ya tiene la licencia de una patente que fue registrada en 2011 y que a finales de este año pondrá en el mercado nuevos productos basados en ella.
Un equipamiento avanzado |
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Una decena de profesionales trabaja en la actualidad en el Servicio General de Citometría de la Universidad de Salamanca, que cuenta con dos citómetros ubicados en el Centro de Investigación del Cáncer, otros dos en el Hospital Universitario de Salamanca y otro en la Facultad de Farmacia, aunque al margen de la citometría de flujo también se trabaja con microscopía.
A partir de la experiencia de este servicio, la Plataforma NUCLEUS ha creado recientemente una nueva unidad, el Servicio de Separación Celular, ya que los expertos detectaron necesidades específicas que convenía atender. Asimismo, el Banco Nacional de ADN es otra infraestructura muy vinculada a este equipo y que también tiene su propio servicio dentro de la oferta de la Plataforma Nucleus. |