Madrid.-La cadena Intereconomía confirmó el lunes, de facto, que atraviesa graves dificultades financieras, al dedicar un programa especial a apelar a la sensibilidad de los españoles para concitar su apoyo económico a la cadena televisiva. Aparentemente, la cadena afín al Gobierno que preside Mariano Rajoy, que tiene entre sus contertulios habituales al ministro de Industria, a la presidenta del PP en Catalunya, Alicia Sánchez Camacho, al vicepresidente del Congreso de los Diputados, Ignacio Gil, a la delegada del Gobierno en Madrid y a otros destacados militantes del PP, no debería de tener problemas de ingresos, pero la realidad es otra.
Intereconomía, algunos de cuyos colaboradores como Amando de Miguel o Mario Conde, ya han lanzado una plataforma que se espera sea el germen de un nuevo partido de extrema derecha con parte de la base sociológica del PP más afín al integrismo religioso, se distancia día a día del partido del Gobierno. Defendiendo los puntos centrales de su presunto ideario, como la supresión de la Ley del Divorcio, la privatización de la Seguridad Social y de la Enseñanza, la criminalización de las mujeres que aborten, aún en los supuestos de violación o malformación del feto, la supresión de las Autonomías, los ayuntamientos y los sindicatos, la cadena televisiva del grupo lanza día tras día el mensaje de que España asesina miles de niños cada día --por los preservativos y la píldora del día después--, que en España no hay democracia --en lo que coincide con el entorno abertzale--, y que las calles están tomadas por perroflautas, comunistas, ateos, separatistas, privilegiados --funcionarios y mineros-- y otros subgrupos. La consecuencia es una continua merma de ingresos publicitarios, pese a los cinco millones de telespectadores que constituyen --según el grupo-- su audiencia.
El perfil duro de la cadena y su grupo parece no estar funcionando, por lo que desde hace meses apelan a la solidaridad de los españoles para que en forma de donativos, mensajes al SMS o fidelización permitan su supervivencia.