Oviedo.-El enfrentamiento entre el grupo parlamentario del PP y los otros partidos con representación en el Parlamento continúa y, según parece, va para largo. Desde que Mariano Rajoy anunciase los detalles del recorte histórico que se aprobó el pasado viernes, a los populares les han llovido las críticas desde todas las direcciones. Pero no se han quedado esperando a que el chaparrón les calase. La diputada regional Emma Ramos acusó ayer al presidente del Principado de culpar a Rajoy de los ajustes que tendrá que hacer el Principado en sanidad, educación y otros sectores «para garantizar su continuidad». Porque, en su opinión, Javier Fernández «con su apoyo explícito o su silencio cómplice ha estado casi tres lustros respaldando las políticas socialistas de Areces en Asturias y de Zapatero en España, que han llevado a la ruina a nuestro país y al Principado».

Ramos considera una «desfachatez que los que han quebrado el estado de bienestar vengan ahora a censurar a los que introducimos reformas imprescindibles». Necesarias, defiende, para procurar «la supervivencia» de los servicios públicos esenciales.

Y ahí no se acaban las críticas. «Resulta insólito que los que han gastado a manos llenas lo que no era suyo vengan ahora a exigir al Estado flexibilidad», protesta Ramos. La diputada popular se pregunta para qué reclaman los socialistas asturianos más tolerancia en el objetivo de déficit de las comunidades. «¿Para pagar los sobrecostes millonarios de El Musel? ¿para los del HUCA? ¿para mantener un sector público que no nos podemos permitir y que es profundamente insolidario porque detrae recursos que podrían dedicarse a políticas sociales?», lanza al aire.

A su parecer, el chivo expiatorio al que hace referencia Fernández «no son las comunidades, son los más de cinco millones de parados -casi 100.000 de ellos en Asturias- que han provocado las políticas socialistas».

La lista de reproches entonada por Ramos fue extensa. Los asturianos, señaló, debido a los muchos años de gobierno del PSOE «saben» que las políticas de austeridad, control del déficit y disciplina presupuestaria «nunca han sido la fórmula de gobierno socialista». En esta misma línea, culpó a la formación de ser la culpable de situación actual, «gravísima» y «de extrema dificultad».

Justificó además las medidas adoptadas por el Ejecutivo central dirigiendo la mirada, como ya ha hecho el equipo de Rajoy, a Europa. «Los españoles y nuestros socios europeos nos demandan pasar ya a la acción. No hay más tiempo para titubeos, no hay prórroga, no hay excusa. Hay que actuar ya», espoleó.

Ramos recordó que ahora las comunidades autónomas deberán «apretarse el cinturón» para lograr el objetivo de alcanzar superávit en 2015. «Es esencial que cumplan el plan de ajuste para poder volver a financiarse a precios razonables y regresar a la senda de la prosperidad», instó. Recurrió al mismo argumento al que el equipo de Gobierno del Estado se ha remitido una y otra vez: «Los sacrificios de hoy serán la recompensa del mañana». Y, además, prometió, «las regiones no estarán solas en ese esfuerzo. Se refería al fondo desde el que el Ejecutivo central inyectará liquidez adicional a aquellas comunidades que, encontrándose en una situación excepcional de dificultad, precisen de financiación inmediata y no puedan acceder al mercado para obtenerla a precios asumibles.

«Las autonomías tendrán que asumir un ajuste total de 26.000 millones de euros en dos años, que permitirá un ahorro adicional de 13.000 millones», especificó.