El uso de las crisis financieras, originadas por el propio sistema, para empobrecer las clases medias, que constituyen el bastión de las libertades y el bienestar en las democracias occidentales, es un método que viene siendo empleado desde los comienzos del siglo XX con notorio éxito. Las masas hambrientas y atemorizadas por la pérdida de sus hogares y de una mínima asistencia por parte del Estado son dramáticamente influenciables por un reducido número de mantras producidos en las sentinas de la propaganda oficial y difundidos entre la sociedad por determinados sicarios a sueldo a los que replican como papagayos publicistas ignorantes que pretenden dar la impresión de que están "en el secreto de la pomada". España está en una de esas encrucijadas de la que puede salir habiendo vuelto a los años 70 del pasado siglo si la sociedad civil se limita a dejarse llevar por la corriente.
Los últimos meses están siendo especialmente violentos en el desarrollo de esas campañas, con cuatro o cinco lemas, falsos, burdamente engañosos, que no resisten un análisis siquiera superficial, pero que, poco a poco, van calando entre las gentes atribuladas por los problemas económicos...que les generan los mismos que minan día a día la legitimidad democrática y avanzan hacia una nueva dictadura. Pues ese, y no otro, será el resultante de suprimir los Ayuntamientos, cambiar las autonomías para volver a los gobernadores civiles y dejar la enseñanza y la sanidad como un negocio en manos de los afectos al régimen para sus pares, más enriquecidos aún tras la crisis, mientras que la población en general vuelve a convertirse en mano de obra barata, --si enferman, que se jodan, que pase otro-- y desvalida, tras la eliminación del subsidio de desempleo y la supresión de los sindicatos.
Estos son los 'mantras' , falsos de toda falsedad, que a fuerza de repetirse por parte de tertulianos ignorantes o, peor aún, conscientes del interés al que sirven, comiezan a calar entre las gentes de bien.
"LA GENTE NO BUSCA TRABAJO MIENTRAS COBRA EL PARO". Veamos. La mayoría de los salarios oscilan actualmente entre los 400 y los 800 euros. El subsidio medio resultante, en los primeros seis meses, supone entre 300 y 600 euros. ¡Una fortuna! que a los seis meses se convierte en 200 a 400 euros. ¿Es dinero suficiente para vivir, pagar la renta, la luz, el gas, comer? Así se lo parece a quienes defienden cada día que los parados son unos vagos que no buscan trabajo por el 'generoso' subsidio que les da el estado. Resulta cruel, desde luego. Un ensañamiento con millones de españoles que no encuentran trabajo porque no lo hay y a los que si encuentran algo, muchas veces, tras la reforma laboral se les paga lo que le da la gana al empleador y sin rechistar. Es falso, sí, y cruel, pero después de meses de repetirlo en tertulias y artículos de quintacolumnistas, ahora llega la concrección y la reducción, otra vez, del subsidio.
"COMO LA SANIDAD ES GRATUITA, LOS ESPAÑOLES PIDEN MEDICINAS QUE NO QUIEREN PARA NADA Y VAN AL MÉDICO SIN NECESIDAD". ¿Es cierto ésto? No. En primer lugar, los generalistas, o médicos de familia, no recetan medicamentos a personas sanas. Pero es que, además, los médicos saben bien que muchas personas llegan a la consulta ya con una enfermedad en avanzado estado porque, en general, la población tiene miedo al diagnóstico. Ya sea porque teme un cáncer (un caso muy frecuente en la mujer), ya porque primero intente esperar a que se le pase, ya porque no es fácil dejar el trabajo para esperar dos o tres horas, más el desplazamiento, a que te vea el médico, agobiado por cupos cada vez mayores de enfermos a los que sólo puede dedicar uno o dos minutos. Pero, además, ¿qué es eso de gratis? un trabajador normal que lleva cotizados 20 ó 30 años ¿cuánto ha pagado ya? y muchos de ellos no han pisado el ambulatorio en su vida. Y ¿no se estaba pagando ya el 40% de los medicamentos? ¿Dónde la gratuidad? "La gente usa las urgencias por nada". Bueno, al imbécil que dice eso --frecuentes en ciertas cadenas afines al Gobierno-- habría que llevarlo a una sala de urgencias. Niños con elevada fiebre y vómitos, gente sangrando por la cabeza, con un infarto en marcha, con neumonía, con la espalda partida, con una pierna colgando, con un porrazo en la cara que está medio ciego, con una peritonitis en marcha, con divertículos, con brutales caídas o subidas de tensión, con arritmias. Pero claro, todo eso son tontería que usan los pobres para...Naturalmente, quienes tal defienden disfrutan de bien pagadas mutuas médicas, o de ingresos mensuales superiores al millón de pelas de las de antes, con lo que no han pisado jamás un hospital de esos a los que va la 'chusma' que tanto desprecian. Por cierto, ellos sí pueden pagar la ambulancia que ahora ya no llevará a los enfermos a la diálisis. Cabe suponer que hasta que la gente empiece a demandar por homicidio a las Administraciones.
"HAY QUE SUPRIMIR LAS AUTONOMÍAS Y LOS AYUNTAMIENTOS". Estupendo. Tal como lo explican, perece que, además de un sufrido Estado que da todos los servicios, hay unos locos, las autonomías y los ayuntamientos, que, amen de no hacer nada --debe de ser que España funciona sola-- gastan en el casino de Biarritz y en putas lo que les da el 'generoso estado'. La primera, claro, es olvidar que las autonomías son el Estado, y que las competencias que ellas desarrollan, sin duda más cercanas al ciudadano que lo que pueda decidir un iluminado desde un despacho en Madrid tirando rayas sobre un plano o poniendo medicamentos a suprimir en una lista (como el genio que acaba de quitar el omeprazol a mayores y ancianos, que en el norte de España son la imensa mayoría de la población), no las ejerce el Estado. En realidad, lo que dice ese mensaje es: reduzcamos los representantes electos. Menos democracia, más fácil mangoneo. Elijamos a un pequeño número de procuradores a Madrid y desde allí que ellos nombren a sus amigos para todo. Para la diputación, para el ayuntamiento, para el jefe de bomberos, la policía municipal, el director del hospital y los del servicio de limpieza. Es la canonjía perfecta, que manden cuatro...y los que ellos quieran. La ocasión única de esquilmar a los españoles sin que puedan, ni siquiera, elegir a sus representantes y dejar de elegirlos si salen ranas. Eso sí, votar cada dos años, poner listas abiertas, permitir presentarse a cualquiera (ahora, un acuerdo entre PP y PSOE lo hace casi imposible), de eso nanay del paragüay. En vez de más democracia, menos democracia. O ninguna. Total...
"LOS ESTUDIANTES NO DAN GOLPE. QUITEMOS LAS BECAS. SUBAMOS LAS MATRÍCULAS". Hay poco que hablar en este punto. En España no dan golpe únicamente aquellos cuyos padres les pueden pagar años de relajo porque tienen recursos sobrados para ello. El resto, si no puede con la carrera, la deja y se pone a trabajar. Bueno, eso antes. Ahora la cosa queda así: el 80% de los trabajadores españoles no podrán pagar una educación universitaria a sus hijos. ¡¡EL 80 %!! Los adinerados, claro está, pueden seguir repitiendo y tripitiendo hasta obtener el título. Será por perres.
Hay otros cuatro o cinco 'mantras' similares a éstos que envenenan nuestra convivencia y amenazan las mínimas cotas de solidaridad del Estado con los desfavorecidos, en una España en la que por primera vez desde hace casi un siglo hay niños muriendo de hambre. A ellos se sumarán los que no puedan ir a urgencias porque si no estaban gravísimos le cobrarán a la afligida madre el recado. La sociedad civil, la sociedad sensata, la sociedad de bien, debe rechazarlos, combatirlos o sufrir las consecuencias por generaciones.
1 comentario
# montse Responder
15/07/2012 11:51al final, de tanto repetírnoslo, nos lo acabaremos creyendo. Buen análisis... dedito arriba!