Nueva masacre en Siria

Nueva masacre en Siria

Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-Más de 200 sirios, en su mayoría civiles, fueron masacrados en la aldea de Taramseh, en la rebelde región de Hama; el poblado fue bombardeado por helicópteros artillados y tanques y luego asaltado por milicianos “shabiha”, según informaron activistas de la oposición. Testigos en lugar señalaron que todo indicaba que los milicianos alawitas de los pueblos vecinos atacaron Taramseh, después que sus defensores rebeldes se retiraron y comenzó a matar a la gente.

Taramseh se encuentra a lo largo de una línea de falla que corre casi paralela a la ribera del río Orontes, entre las tierras altas pobladas por alawitas y las llanuras dominadas por los sunitas, el grupo religioso mayoritario en Siria y la mayor parte de la oposición armada. Si se confirma, este sería el peor incidente de violencia en los 16 meses de conflicto, en momentos que los rebeldes han intensificados los ataques contra el gobierno y la comunidad internacional redobla los esfuerzos para encontrarle una salida política al conflicto.
Ban Ki-moon envió hoy una carta al Consejo de Seguridad, en la que insta al Consejo de Seguridad a la acción para ayudar a ponerle fin al conflicto; en la carta se recordó cuando Annan le informó al Consejo de Seguridad -el miércoles- que "el gobierno sirio ha aumentado sus operaciones, con los bombardeos, infantería mecanizada y el uso de helicópteros de combate, incluso en los centros poblados."
El My. Gral. Robert Mood, comandante noruego de la misión de ONU en Siria (UNSIMIN), dijo en una conferencia de prensa en Damasco: "A partir de nuestra presencia en la provincia de Hama pudimos verificar una lucha continua, desde ayer, en el área de Taramseh. Estas operaciones involucran unidades mecanizadas, fuego indirecto de artillería y helicópteros".
Observadores de la UNSIMIN describieron el ataque contra Taramseh como parte del continuo funcionamiento de la Fuerza Aérea Siria (FAS); en este caso, la operación comenzó en Khan Sheikhoun y se trasladó a Taramseh, aunque una patrulla de observadores de ONU solo pudo llegar a unos 4 kilómetros del poblado -antes de ser detenidos por los comandantes de la FAS a causa de "operaciones militares"- se vieron a un helicóptero Mi-8 y dos Mi-24 disparando cohetes aire-tierra.
La Hermandad Musulmana siria, uno de los enemigos más importante del régimen de Al-Assad, emitió un comunicado acusando no sólo el gobierno sirio sino a otros también por la masacre. En comunicado señala que "La responsabilidad de ésta y de las masacres anteriores se encuentra en Annan, los rusos, los iraníes y todos aquellos Estados que dicen que están protegiendo la paz y la estabilidad, pero sin embargo, permanecen en silencio y se esconden lejos de asumir cualquier responsabilidad".
El Consejo Nacional Sirio (CNS), el principal grupo de la oposición en el exilio, le pidió al Consejo de Seguridad que celebre una sesión especial para tratar la adopción de medidas concretas que protejan a la población siria. George Sabra, miembro del comité ejecutivo del CNS, criticó a Moscú y dijo que "Rusia es responsable de esta masacre. Rusia es un socio real en las matanzas del pueblo sirio".
En una declaración del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores sobre el tema no se dio ninguna indicación directa de quien es culpable por la masacre. Annan se reunirá en Moscú el lunes con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el Ministro de RREE ruso, Serguei Lavrov; no está claro cuál es el mensaje que Rusia quiere darle a Annan, para que éste le transmita a la oposición siria -con quien Moscú no ha logrado llegar a un acuerdo- sobre cómo resolver la crisis, en particular sobre todo porque la oposición insiste en la salida de Al-Assad como condición previa para el diálogo político en Siria.
La masacre en Taramseh se produjo en la región de Hama, un bastión de los rebeldes, y no es la primera vez que el régimen sirio emplea la fuerza de manera excesiva; cada vez se complica más la explicación de “bandas terroristas” como responsables de estas acciones y se deja expuesto el modus operandi del presidente Al-Assad de arrasar con los rebeldes para después negociar alguna medida menor.
El precio político que deben pagar los aliados de Siria, en especial Rusia e Irán, irá en amento mientras continúen este tipo de operaciones contra los insurgentes y opositores; Al-Assad tampoco podrá, eventualmente, aniquilar a toda la oposición y ésta no va a retirarse del terreno ya que comienza a recibir ayuda desde el exterior.
La semana que viene el Consejo de Seguridad deberá tratar el tema de la extensión del mandato de la UNSIMIN y será inevitable que se no se aborde esta matanza, el tiempo para decir sobre el futuro de Siria comienza a reducirse y las muertes van a aumentar, a menos que los Estados involucrados detengan al régimen sirio, y comprendan que no hay interés en negociar una transición.

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