UPV.-Nerea Legarreta, de la Facultad de Bellas Artes, desarrolla una metodología con aplicaciones en el contexto artístico y en el ámbito industrial
Habitualmente, en el campo de las técnicas gráficas, observamos la necesidad de tener que recurrir a papeles de importación, de muy alta calidad pero muy costosos. Éste es uno de los aspectos del que surge la propuesta de Nerea Legarreta, profesora del Departamento de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, en su tesis titulada Papel. Fibras de herbáceas en la creación de nuevos soportes. Análisis de las propiedades y contextualización artística en la que, en colaboración con el Departamento de Biología Vegetal y Ecología, plantea el uso de plantas de nuestro entorno para la elaboración de un papel de calidad, con unas propiedades específicas, cualidades únicas e interesantes difíciles de encontrar en los papeles industriales.
"En el producto final del trabajo de un artista, sea dibujo u obra gráfica, el soporte en el que lo plasmamos es tan importante como el trazo más sutil en el mismo, es parte implícita de la obra. A menudo, cuando nos remitimos a obra gráfica u obra en soporte papel conceptualmente nos referimos a sus cualidades físicas para reseñar la pregnancia que tiene el papel, en las que adjetivos como grueso, fino, transparente, opaco, frágil, etc., cobran sentido. En el curso de esta investigación hemos podido comprobar que cada especie vegetal posee unas propiedades que la hacen única y diferente a las demás, y que podemos modificar y controlar variados parámetros de resistencia, opacidad, transparencia, color, brilllo e incluso estabilidad dimensional entre otros", explica Legarreta.
Las especies vegetales seleccionadas proceden de los alrededores de Área de Leioa-Erandio, en el Campus de Bizkaia de la UPV/EHU, donde se ha llevado a cabo el estudio; a excepción de la especie Lygeum spartum (conocida como albardín), recogida en Sesma (Navarra). Entre las localizadas en el entorno universitario destaca Cladium mariscus por su idoneidad como fibra papelera, campo en el que nunca antes se había utilizado. Además se desconocía la existencia de esta especie en el embalse Lertutxe, segundo lugar de Bizkaia en el que se tiene constancia de su presencia.
Junto a la proximidad, son varios los factores que se han tenido en cuenta en la selección de las ocho especies de herbáceas empleadas en el estudio. "Para obtener una calidad óptima de los distintos papeles, valoramos la cantidad de esclerénquima o fibra apreciable, indispensable para la formación del papel, y su facilidad de extracción y procesado. Algunos aspectos medioambientales también son importantes y, por eso, hemos documentado los antecedentes de las plantas, sus características taxonómicas, para conocer las relaciones existentes entre diferentes especies, su capacidad de regeneración, su aprovechamiento sostenible o sus niveles de toxicidad", comenta la profesora.
Una vez extraída la fibra de las ocho especies seleccionadas, Nerea Legarreta ha utilizado procedimientos de refino, que consisten en separar los distintos elementos morfológicos de las plantas, las diferentes fibras y obtener la longitud deseada. "Hemos trabajado con tres sistemas de refino diferentes: el desintegrador, una especie de batidora industrial que permite deshacer los haces de fibras; el molino de bolas, que consiste en la maceración de la fibra mediante la colisión de unas bolas de cerámica, y, por último la pila holandesa, sistema que consideramos idóneo para modular la longitud de las fibras y obtener un papel homogéneo en su formación. Una vez aplicados los tres procesos a cada planta, pasamos a realizar mediciones biométricas y gráficas para detectar el potencial de cada tipo de fibra, teniendo en cuenta su comportamiento y conversión en papel según el procedimiento de refino utilizado", explica Nerea Legarreta.
Funcionalidad y originalidad en la generación de nuevos soportes
Se han realizado más de doscientos tipos de papeles diferentes. Las propiedades únicas de cada especie vegetal ofrecen, en consecuencia, un amplio espectro de posibilidades a la hora de trabajar con fibras, inexistente en los papeles procesados industrialmente. "No sólo se obtiene una longevidad y calidad mayor que la de los papeles industriales, sino que el creador plástico, el artista, puede tener un control muy particular, casi perfecto de los parámetros medibles en el proceso de creación del papel, así como del color, las texturas, las luces o las sombras. Esto supone la posibilidad de obtener un papel a la carta, que permite pensar conceptualmente en una nueva manera de interpretar el trabajo de un creador", resalta Nerea Legarreta.
La metodología desarrollada por Legarreta en su tesis deja las puertas abiertas a futuras investigaciones centradas en las posibles aplicaciones del sustrato papel tanto en el contexto artístico como en productos diseñados para el ámbito industrial. "Estoy dando vueltas a un proyecto de investigación para diseñar un modelo de utilidad de papel mediante fibras de plantas herbáceas para una serie de productos. Y, por otro lado, esperamos desarrollar aplicaciones derivadas de esta investigación en una asignatura optativa PaperArt de cuarto curso del grado de Creación y Diseño, y nos gustaría que tuviera su continuidad en un máster que estamos preparando", concluye la profesora.
Sobre la autora
Nerea Legarreta Altzibar (Mungia, 1964) es licenciada en Bellas Artes en la especialidad de Técnicas Gráficas. Ha redactado la tesis bajo la dirección de Gustavo Renobales Scheifler y Antonio José López-Quintana Ojeda, profesores del Departamento de Biología Vegetal y Ecología, de la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU el primero, y de la Facultad de Ciencia y Tecnología el segundo. Legarreta ha defendido la tesis en el Departamento de Dibujo de la Facultad de Bellas Artes, donde en la actualidad trabaja como profesora colaboradora permanente.