El Índice de Precios al Consumo (IPC) disminuye un 0,2% en junio y la tasa interanual se mantiene en el 1,9%. Esta estabilidad se debe a la moderación de los precios de los combustibles y carburantes y de los bienes industriales no energéticos.
La inflación subyacente crece dos décimas, hasta el 1,3%, si bien la subida tiene carácter transitorio puesto que responde, principalmente, a un "efecto base" derivado de la fuerte caída del precio del tabaco un año antes y de la estabilidad en junio pasado.
El descenso intermensual del IPC en junio se explica por las caídas en productos energéticos y bienes industriales no energéticos. Los precios de los productos energéticos disminuyen un 2,4%, especialmente por la evolución de su principal partida, los combustibles y carburantes, que bajan un 3,3%. Los precios de los bienes industriales no energéticos disminuyen un 0,3%, caída que se debe a los precios del vestido y calzado (0,9%) puesto que las rebajas de verano se han anticipado a junio en algunos establecimientos.
Los alimentos frescos aumentan un 1,2%, como resultado del fuerte crecimiento de las frutas frescas (9,4%), en tanto que se registran caídas en legumbres y hortalizas frescas (3,4%) y en carne de ovino (1,1%). En cambio, la alimentación elaborada no varía respecto al mes anterior y los servicios aumentan sus precios un 0,3% con relación a mayo, lo que responde principalmente al transporte interurbano (0,9%) y al turismo y hostelería (0,6%).
Respecto a un año antes aumentan su ritmo de crecimiento la alimentación, elaborada y no elaborada, y los servicios. La mayor subida se produce en la alimentación elaborada, cuya tasa anual sube en ocho décimas (hasta el 3,8%) y en la alimentación fresca, que crece hasta el 2,5% desde el 1,1% de mayo. El aumento del primer grupo responde a la combinación de la estabilidad de los precios del tabaco en junio y a la caída del 6,4% de un año antes. Los servicios incrementan su tasa anual una décima, hasta el 1,2%, destacando las subidas del transporte público urbano (9,5%) y del interurbano (4,2%).
En sentido contrario cabe mencionar la ralentización del crecimiento anual de los precios de los productos energéticos, desde el 8,3% de mayo hasta el 6,2% de junio, debido a la moderación de los precios de los combustibles y carburantes y de los bienes industriales no energéticos, que moderan su tasa anual desde el 0,2% de mayo hasta el 0,1% de junio por los menores precios de la partida vestido y calzado.
La estabilidad de la tasa anual del índice general en junio debe valorarse positivamente pues se produce pese al crecimiento de los precios del tabaco, que tiene una repercusión inflacionista de casi dos décimas. En ausencia de este efecto del tabaco, la inflación subyacente se habría mantenido en el 1,1% del pasado mayo.
El INE ha publicado también el IPC armonizado (IPCA) de junio, cuya tasa anual se sitúa en el 1,8%, una décima por debajo de la registrada en el mes anterior. Esta tasa coincide con la del indicador adelantado del IPCA publicado el 28 de junio. Al comparar con la tasa anual estimada para la Unión Monetaria, el diferencial seguiría siendo favorable a España y se situaría en seis décimas, frente a -0,5 puntos porcentuales del mes anterior.