El desempleo en la eurozona podría alcanzar a 22 millones de personas en los próximos cuatro años a menos que las políticas actuales cambien de dirección en una forma concertada, advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En un informe sobre la crisis de empleo en esa región, la OIT estimó que 4,5 millones de personas podrían sumarse para 2016 a los 17,4 millones de desempleados que hay en la actualidad.
Al presentar el estudio en Ginebra, el director general de esa agencia de la ONU, Juan Somavía, afirmó que si no surge un enfoque equilibrado en las políticas de empleo, todos los países de la eurozona, no sólo los que se encuentran ahora bajo presión, sufrirán las consecuencias.
Además, alertó Somavía, de no tomarse medidas integrales la crisis del empleo desbordará las fronteras de la Unión Europea y podría amenazar la economía mundial.
“No sólo hay soluciones meramente financieras a la crisis financiera, ésa es la esencia de este estudio. Tiene que haber una solución productiva para todos los problemas productivos que ha creado la crisis financiera”, enfatizó.
El titular de la OIT subrayó la necesidad de aumentar la inversión en los sectores productivos para evitar que la crisis económica se agudice y fomentar la recuperación del empleo.
Además hace falta un consenso mundial para vincular la globalización con la creación intensiva de puestos de trabajo, abundó Somavía y apuntó que la ONU, el sistema Breton Woods y del G20 deberían tomar el liderazgo en ese renglón.
El informe de la OIT se refirió a las reformas laborales emprendidas en trece países como medidas que simplifican el despido pero que no tienen efecto en la creación de empleos.