PAD/DICYT Raquel Modino Corrales, estudiante de Logopedia, y Javier Cid Arroyo, de Informática, han desarrollado la aplicación iParlea dentro de los proyectos del Club Universitario de Innovación 2012 de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA). Esta aplicación permite utilizar un iPad o iPhone para que personas con deficiencias comunicativas puedan interaccionar con las personas de su entorno, proporcionando una herramienta de comunicación a personas con problemas para utilizar el lenguaje oral, y proporcionándoles autonomía para iniciar, mantener y finalizar una conversación.
Los problemas de habla asociados a enfermos con dificultades de interacción social (autismo, retraso mental) o por fallos motores (parálisis cerebral, esclerosis múltiple, afasias) necesitan un tratamiento logopédico y ayudas externas que favorezcan la interacción con el entorno. Los sistemas de comunicación han evolucionado desde los primeros modelos de 1982, cuando se utilizaban símbolos en papel organizados en categorías que se diferenciaban por un código de color, hasta modelos de 1997 consistentes en tableros electrónicos con imágenes que se podían pulsar, activando una grabación. Utilizando este diseño básico (formación de frases a través de la combinación de imágenes) y las nuevas tecnologías (aparatos con pantallas táctiles y memoria suficiente para almacenar muchas más imágenes), se ha desarrollado una aplicación para iPhone o iPad con la que construir frases y emitirlas a partir de un sintetizador de voz.
El funcionamiento de iParlea
Raquel Modino ha explicado a DiCYT el funcionamiento de la aplicación: “En primer lugar se hace un screening del lenguaje, con una serie de actividades que miden las capacidades y habilidades del usuario para determinar si esta persona es apta para el uso de la aplicación”.
Por su parte, Javier Cid comenta que “la persona necesita unas capacidades determinadas de motricidad para poder seleccionar las imágenes, y ciertos conocimientos de los significados de las imágenes. Hay un problema, por ejemplo, con las personas incapaces de reconocer sentimientos.” Se hace desde los dos estudiantes una mención especial a los enfermos con parálisis cerebral. En palabras de Modino “muchas veces se piensa que esas personas no tienen conocimientos ni sentimientos, y realmente sí lo tienen. El problema es que no son capaces de comunicarse y esta aplicación facilitaría la comunicación con el entorno”, siempre que la persona cuente con una capacidad motora mínima. La aplicación proporciona un sistema de comunicación con posibilidad de síntesis de voz de buena calidad, que permite establecer y mantener conversaciones.
Aplicación en pruebas
Esta es la primera aplicación desarrollada en el Club de Innovación 2012 que ha contado con difusión, llegando hasta Dolores Plaza, madre de Mercedes, una niña con problemas motrices que está probando la aplicación y colaborando en su desarrollo. Aunque por ciertas dificultades técnicas aún no se ha podido desarrollar la aplicación hasta el punto deseado, Modino y Cid pretenden “explotarlo y mejorarlo a lo largo del verano”, y se encuentran muy motivados gracias al apoyo de Mercedes y Dolores.
Dos asociaciones, una de enfermos autistas y otra de personas con discapacidades motrices, se han interesado en la aplicación, y se prevé realizar una reunión informativa entre los autores y los enfermos y familiares de estas asociaciones, para que, por un lado, los enfermos conozcan los nuevos medios con los que cuentan y por otro, que aporten ideas para mejorar el sistema. “Queremos que estos enfermos vean que hay gente que piensa en ellos”, concluyen los creadores de iParlea.
