Santander .- La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha negado que desde su ministerio “haya salido, ni saldrá nunca, información confidencial de ningún trabajador, sea del PSOE o sea de cualquier empresa”. La titular del ministerio rechazó así las acusaciones de varios medios de comunicación en la última semana, que le culpan de haber filtrado a un periódico nacional los datos del Expediente de Resolución de Empleo (ERE) del principal partido de la oposición, el PSOE, que son reservados.
Báñez hizo esta declaración antes de inaugurar el seminario ‘Envejecimiento activo y prolongación de la vida laboral’ que tiene lugar durante toda la semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). A preguntas de los medios de comunicación, la ministra dijo, por dos veces, que “ni ha salido ni saldrá nunca” de su departamento información secreta.
A juicio de la máxima responsable del Ministerio de Empleo, “Rubalcaba y el PSOE tienen un problema, y es que no saben cómo explicarles a los ciudadanos que, en su propia casa” -y a pesar de llamarse “partido obrero”- van a reducir su plantilla “cuando deberían ponerse de acuerdo con sus trabajadores y ajustar sus gastos corrientes antes que despedir”. Fátima Báñez animó al PSOE a que utilice la reforma laboral, “que ya está plenamente en vigor, que cambien las condiciones de trabajo, que moderen salarios y que reduzcan jornadas antes de despedir”.
La ministra añadió: “Lo cierto es que hemos conocido a través de los medios de comunicación que el PSOE ha hecho un ERE con la intención de despedir a decenas de trabajadores” mientras, en su opinión, el PSOE podría usar la reforma laboral, cuyo “corazón es la flexibilidad para que se siente” con sus empleados “dialogue y acuerde con ellos diferentes condiciones de trabajo antes de echar a ninguno”.
“Aprovecho para decir que en el Gobierno estamos satisfechos de que ya entró en vigor la reforma laboral”, añadió, pues “da respuesta a las preocupaciones de más de cinco millones de españoles que están parados y piensa en la flexibilidad como gran alternativa al despido. Es decir, la ley aspira a que “trabajadores y empresarios superen juntos la crisis y que lo último, lo último”, sea que la crisis traiga más paro.
Tras insistir en que el Gobierno está “muy contento” con la nueva ley, Fátima Bañez confió en que ésta ayude a construir una “nueva cultura empresarial y laboral” porque “piensa en el tejido productivo del país, que está compuesto en más de un 95% por pequeña y mediana empresa y autónomos” y en la mitad de los jóvenes españoles “que ahora no tienen oportunidades”. Según sus datos, “va a permitir que los trabajadores tengan más derechos y estén más seguros en su puesto de trabajo” y a las empresas les permitirá ser “cada días más competitivas, la mejor manera de superar la crisis”.