El agua oceánica acecha a la dulce en el río de la Plata

El agua oceánica acecha a la dulce en el río de la Plata
Bunos Aires.-El cambio climático mete al océano en el interior del río de la Plata haciendo retroceder las aguas dulces que descargan en el estuario. El fenónemo de erosión y cambios en nutrientes y especies es analizado por la oceonógrafa del CIMA (Exactas de la UBA) e investigadora de Conicet Claudia Simionato

La repercusión del cambio climático modifica la descarga, el régimen de olas, en el estuario del río de la Plata, especial por su características porque ahí descarga continental de gran cantidad de agua dulce rica en nutrientes que se une con las oceánicas, afirma la investigadora.

Simionato añade que muchas formas de vida se desarrollan en este importante sistema estuarino gigante cuya convergencia se da en la línea Punta Piedras (extremo norte de la bahía de Samborombón) -Montevideo.  Y bueno, hay muchos motivos para tratar de entender los procesos físicos en este estuario. Esto tiene mucho que ver con la importancia ecológica y socioeconómica de este sistema.

Explica que el encuentro entre aguas dulces y saladas forma lo que se denomina “cuña salina”, donde el agua continental, como no contiene sal, es más liviana que el agua salada, de modo tal que queda flotando sobre el agua salada, se mete como una cuña. Ahí se forma un sistema en el que hay un gradiente de salinidad importante, donde además se produce la mayor parte de la floculación de los sedimentos, un proceso físico-químico por el cual partículas chiquitas se van agregando para formar una partícula grande de sedimentos, más masiva y más pesada, que se hunde.

Describe que al río de la Plata entra agua fundamentalmente del Paraná y del Uruguay, con una carga de sedimentos enorme. "Es uno de los estuarios con mayor descarga en el mundo: la media es de 22.500 metros cúbicos por segundo, pero puede haber picos que alcanzan los 80 mil o 90 mil. El Paraná aporta una enorme cantidad de sedimentos, unos 80 millones de toneladas por año. Esos sedimentos son acarreados, en el medio sucede que una parte se deposita, especialmente los más pesados como las arenas (lo cual produce todos los bancos arenosos que se encuentran fundamentalmente del lado uruguayo). Los más finitos son transportados: algunos se hunden, algunos floculan, algunos sufren el proceso de “saltación” (un avance en forma de saltitos), algunos son resuspendidos..."

La oceonógrafa del Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, e investigadora del Conicet vincula este efecto con la dinámica sedimentológica abundante y compleja. Afirma que "la gran cantidad de sedimentos transportados de manera cotidiana es la que hace que el río de la Plata esté permanentemente formando bancos que van creciendo. Es un continuo de crecimiento de los bancos, y eso tiene implicancias serias para la navegación. Es lo que produce también la base del delta; que está avanzando unos cuantos metros por año, y lo hace como consecuencia de que los sedimentos se van acumulando. Estamos en una situación de cambio en la cual no sabemos bien lo que va a pasar".

Señala la línea Punta Piedras-Montevideo como el punto de encuentro de aguas y la floculación de los sedimentos, y hay una zona donde mejorar la iluminación, porque hay menos sedimentos en la columna, hay gran cantidad de nutrientes, y además es una zona que es básicamente retensiva.

"Los nutrientes están en la columna de agua: nitritos, nitratos. Si hay nutrientes, se pueden desarrollar el fitoplancton, las algas microscópicas, que son la base de la cadena alimentaria en el océano. En la medida en que hay fitoplancton se puede crear una cadena trófica en el océano. En esa zona hay abundante fitoplancton", desgrana.

La retención ahí no es estática. No es que lo que se pone se queda porque no hay movimiento; es un proceso dinámico. La retención se produce porque los vientos dominantes mantienen las partículas, yendo y viniendo a lo largo de esa zona.

La cuña tiene una extensión que puede llegar hasta 200 kilómetros. La “pluma” en realidad va hacia afuera, pero sus efectos han sido rastreados hasta los 23 grados de latitud Sur. Eso es en Brasil.

La pluma del río de la Plata, entonces, impacta muchísimo en la dinámica costera. Además esa pluma se va hacia el norte en invierno y hacia el sur en verano, como consecuencia de los vientos, y va afectando la dinámica de una y otra costa. Modifica el grado de salinidad, los balances de sedimentos, de nutrientes, de oxígeno, la química del agua, lo cual sienta las bases para que se desarrollen ciertas formas de vida.

Al ser tan retensivo el sistema, hay en esa región unas cuantas especies de peces, muchas de las cuales son pescadas comercialmente (como la corvina rubia), y se convierte la región en una zona de desove y cría de especies costeras. Esa es una característica del río de la Plata; no es común que los estuarios sean sitios de desove y de cría.

Normalmente son zonas de reclutamiento, hacia las cuales van los peces pequeños. Es una zona, entonces, crítica, a la cual hay que proteger. Otra región importante es la de Samborombón, no solamente porque es región de desove y cría sino porque es un humedal, una zona anegadiza, en la cual hay un ecosistema muy rico, con abundancia no sólo de peces sino de tortugas, de cangrejos, de aves migratorias. Esa zona está siendo permanentemente erosionada.

Subraya que los cambios que se están produciendo en el régimen de vientos, con mayor procedencia del este y sudeste, modifica el régimen de olas: "Lo que estamos viendo a partir de los pocos datos disponibles y de simulaciones numéricas es que hay más frecuencia de olas más altas del sudeste. Si se le suma, a eso, un nivel del mar que se va elevando de a poquito pero de manera persistente y que están aumentando las frecuencias de las ondas de tormenta, hay potencial para degradar costas a lo loco. Y eso es lo que está degradando, aparentemente, la bahía de Samborombón", agrega.

Tras reconocer que luchar contra la erosión es bastante complicado, pensar en cualquier medida de mitigación (lo cual debe estar a cargo de ingenieros oceánicos) es "apuntar a obras de construcción. Pero antes hay que entender por qué se produce la erosión. Tenemos que diagnosticar qué es lo que está pasando".

Vaticina que "se va a ir metiendo el océano; la bahía va a estar cada vez más metida adentro. De hecho, se está observando que la puntita de Punta Rasa, que estaba hundida, se separó y se convirtió en una islita. Eso, creemos, tiene que ver con el cambio climático. Lo que no tenemos muy claro es qué está pasando con la cantidad enorme de sedimentos que son movilizados allí. Ese es un tema que no tenemos claro y que estamos trabajando".

Reflexiona que "posiblemente una parte importante de sedimentos sea retenida en los canales, unos canales artificiales para drenar".

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