Estos descensos en 2010 han sido posibles gracias al descenso en la tasa de criminalidad en 13 comunidades autónomas, además de la ciudad autónoma de Melilla. Estas reducciones van desde 2,7 puntos en la Comunidad Valenciana; 2,4 en el País Vasco; 2,3 en la Comunidad de Madrid, y 2 puntos en la de Melilla, hasta una reducción de 1,5 puntos en Navarra; 1,3 en Canarias; 1,2 puntos en Andalucía y Castilla La Mancha; 1,1 en Murcia; 0,9 en Cataluña; 0,8 en Extremadura; 0,4 en Baleares; 0,2 de mejora en Castilla y León; y 0,1 en Aragón.

Sólo la ciudad Autónoma de Ceuta tiene un significativo incremento de su tasa (70,4 en 2009 frente a 74,1 a finales de 2010). Y más moderadamente Galicia, que empeora apenas 0,6 puntos; Cantabria (0,2 puntos más); y Asturias y La Rioja (0,1 puntos).

Esta evolución de las cifras de delincuencia ha permitido a España consolidarse un año más como uno de los países más seguros de toda la Unión Europea con una tasa de delincuencia casi 20 puntos por debajo de la media de la UE (67,6) y muy lejos de países como Suecia (121), Bélgica (95,1), Reino Unido (84,7), Alemania (73,9) o Francia (56,4).

Todas las comunidades autónomas españolas registran tasas claramente inferiores a la media de Unión Europea. Únicamente la ciudad autónoma de Ceuta presenta una tasa superior (74,1 infracciones por cada mil habitantes), si bien se ha registrado un descenso acumulado de 7,4 puntos desde su máximo histórico, alcanzado en 2002.

El secretario de Estado de Seguridad ha repasado los datos registrados en el territorio donde actúan el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, que en 2010 registraron 1.745.313 delitos y faltas, 32.152 menos que el año anterior. Desde 2005, todos los años se ha registrado una caída en el número total de infracciones conocidas por las FCSE, lo que ha permitido cerrar la década con los niveles más bajos de criminalidad registrados desde 1999. Así, en 2010 la tasa de criminalidad se situó en 45,1 infracciones penales por cada mil habitantes, 0,7 puntos menos que en 2009 y 7 puntos por debajo del máximo histórico de 2002 (52,1).

La evolución de las tasas de criminalidad se debe a la reducción continuada de las infracciones penales más importantes: delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas; delitos contra el patrimonio; faltas de lesiones; y faltas de hurto, que suman el 73% de toda la criminalidad registrada por la Policía y por la Guardia Civil. La tasa total de estas formas principales de delincuencia se redujo en 2010 y pasó de 33,2 infracciones penales por cada mil habitantes en 2009 a 32,6 el año pasado. Es el quinto año consecutivo que se produce un descenso en esta tasa, que alcanzó su máximo histórico en 2002 (40,5) y que ha cerrado 2010 en el nivel más bajo de toda la década.

En 2010, todos los indicadores principales registraron descensos: los delitos contra el patrimonio cayeron un 3%; los delitos contra la vida, la integridad y la libertad de las personas, un 1,6%; las faltas de lesiones, un 0,7%; y las faltas de hurto, casi un 1%.

El año pasado, los delitos contra las personas disminuyeron un 1,6%, lo que permitió situar la tasa de este tipo de infracciones en 2,66 por cada mil habitantes, ligeramente por debajo de las 2,7 registradas en 2009. Especialmente significativo fue el descenso en la tasa de homicidios dolosos y asesinatos, que continuó en 2010 con la tendencia descendente iniciada a partir de 2004 y se situó en un nuevo mínimo de 2,24 homicidios por cada 100.000 habitantes, por debajo de la cifra de 2009 (2,36) y muy por debajo del máximo histórico de 2002 (3,23). En términos absolutos fueron asesinadas 294 personas, lo que ha permitido que la tasa de homicidios y asesinatos con resultado de muerte se sitúe en el nivel más bajo de los últimos 11 años: 0,79 por cada 100.000 habitantes.

En cuanto a los delitos de violencia de género, la tasa de malos tratos en el ámbito familiar pasó de 16,6 por cada 10.000 habitantes en 2009 a 16,4 el año pasado. Es el primer descenso (-1,6% en el número total de este tipo de delitos) en esta tasa en toda la década. Durante 2010 los delitos de malos tratos en el ámbito familiar siguieron siendo los más numerosos de todas las infracciones que se producen en España contra la vida y la integridad y la libertad de las personas y representaron un 61,5% del total de estas infracciones, un porcentaje similar al del año anterior.

El Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género incluyó en 2010 los datos de 44.725 víctimas de este tipo de violencia y, a finales de marzo, incluye los datos de 193.491 mujeres y, de ellas, 30.261 cuentan con medidas policiales de protección. En total se mantienen activos en el sistema 95.761 casos.

El mayor descenso en los principales indicadores de la criminalidad se ha producido en los delitos contra el patrimonio (que representan el 47% de la delincuencia más importante), que han caído un 3%, lo que ha permitido situar la tasa en 15,3 delitos por cada mil habitantes, 4 décimas menos que en 2009 (15,7) y 9,1 puntos menos que en 2001, cuando se produjo el máximo histórico. A este descenso ha contribuido de forma determinante el descenso general en la tasa de robos, que se sitúa en 10 delitos por cada mil habitantes, muy lejos de los 14,2 robos por cada mil habitantes registrados a principios de la década.

Igualmente significativo es el descenso de los robos con violencia, que han caído prácticamente a la mitad comparados con los datos de 2001 (27 robos con violencia por cada 10.000 habitantes en 2001 frente a 14,6 en 2010) y de las sustracciones de vehículos, cuya tasa se situó a finales de 2010 en 14,2 robos por cada 10.000 vehículos del parque de automóviles, 3,5 puntos menos que en 2009 y muy por debajo de los 59,9 robos por cada 10.000 vehículos de 2001. Por el contrario, entre los delitos contra el patrimonio que presentan un comportamiento negativo se encuentran los robos con fuerza en viviendas, que se situaron en 39,5 por cada 10.000 viviendas, (3,1 más que el año anterior), muy por debajo del máximo histórico de 2001 (46,8).

La evolución de la criminalidad se completa con las faltas de lesiones y de hurtos, que reflejan el comportamiento de la pequeña delincuencia. Tanto las faltas de lesiones (que pasaron de 2,04 por cada mil habitantes a 2,03) como contra el patrimonio (12,8 por cada mil habitantes en 2009 y 12,7 en 2010) cayeron ligeramente el año pasado.

La evolución a la baja de las cifras de criminalidad se explica en buena medida por dos hechos vinculados entre sí: los incrementos continuados en las plantillas policiales han permitido mejorar la eficacia tanto en la persecución como en la prevención de los comportamientos delictivos.

A finales de 2010, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contaban con 155.810 efectivos, 37.144 más que en 2003 (lo que suponen un crecimiento del 31,3%). Este fuerte incremento en las plantillas policiales ha permitido reforzar las principales áreas de actuación: los especialistas en materia de violencia de género se han incrementado casi un 300%; en crimen organizado, un 105%; en terrorismo, casi un 50%; en fronteras e inmigración, un 62%; y los efectivos de Policía Judicial se han duplicado.

El refuerzo de los medios humanos y materiales con los que cuentan las FCSE ha permitido seguir mejorando la tasa de delitos esclarecidos, que en 2010, cuando se resolvieron 336.426 delitos, alcanzó el 41%. En cuanto a la tasa de detenidos, se mantuvo en 171 por cada mil infracciones penales conocidas, muy por encima del mínimo (110) registrado en 2003.

Además de mejorar las tasas de eficacia, los refuerzos de agentes y de presupuesto, se ha multiplicado la capacidad investigadora de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Si en 2003, detectaron y persiguieron 84 delitos de pornografía infantil, el año pasado fueron 862, lo que permitió detener a 482 personas (lo que supone un incremento del 8,8% respecto al número de detenidos en 2009). A ellos se suman los 301 delitos de corrupción de menores detectados en 2010 (112 en 2003) por las investigaciones de la Policía y de la Guardia Civil y que permitieron la detención de 202 personas (un 13,5% más que los 178 detenidos en 2009).

Otra de las prioridades de investigación de las FCSE son los delitos de blanqueo de capitales. Durante el año 2010, Policía y Guardia Civil investigaron 175 delitos de blanqueo, más de un 50% más que en 2009 (115) y un 237% más que en 2003 (52).

Antonio Camacho ha repasado también la evolución de la criminalidad en las comunidades autónomas que cuentan con cuerpos autonómicos de seguridad: Cataluña, País Vasco y Navarra. En ellas, una vez sumados los datos de todas las policías que actúan en cada territorio, se produjo en 2010 una caída de la criminalidad: en Cataluña las infracciones penales cayeron un 1%; en la Comunidad Foral de Navarra, un 0,8%; y en el País Vasco, un 5,2%. En el total de España, las infracciones penales conocidas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y por las policías autonómicas cayeron un 1,8%.

Los avances en los niveles de seguridad en los últimos años son apreciados por los ciudadanos. De acuerdo con el último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de febrero de este año, sólo el 9,4% de los ciudadanos perciben la inseguridad ciudadana como el principal problema de España; en los años 2002 y 2003, esa cifra ascendía a un 22% de media. Además, sólo el 1,7% de los encuestados citó de forma espontánea a la 'inseguridad ciudadana' como un problema que le afecta personalmente y tan sólo el 0,6% estima que es el principal problema en España.

En el contexto europeo, los españoles aseguran sentirse seguros. Según los datos del Eurobarómetro, elaborado en otoño de 2010, sólo el 8% de los entrevistados señalan a la delincuencia como un problema para España, frente al 15% de la media de la Unión Europea.