UGR.-
Un estudio de la Universidad de Granada ha demostrado que no existen diferencias significativas entre las fantasías sexuales que experimentan habitualmente los hombres y las mujeres, ya que ambos sexos fantasean con aspectos íntimos o románticos que involucran a la pareja o persona amada. Además, los hombres tienen más fantasías sexuales (positivas y negativas) que las mujeres, lo que confirmaría, a juicio de los investigadores, la vieja creencia de "ellos piensan más en el sexo que ellas".
Para llevar a cabo esta investigación, sus autores trabajaron con una muestra formada por 2.250 españoles (49,6% hombres y 50,4% mujeres), con edades comprendidas entre 18 y 73 años y que mantenían una relación de pareja heterosexual de al menos 6 meses. Los científicos obtuvieron la información a través de una encuesta recogida de modo incidental, para lo que contaron con la participación de institutos provinciales de educación permanente de varias ciudades andaluzas, centros de educación de adultos, talleres de empleo, la Biblioteca Pública Municipal de Granada y varias facultades de la Universidad de Granada y la Complutense de Madrid.
Los resultados obtenidos indican que casi el 100% de hombres y mujeres ha experimentado alguna fantasía sexual de modo placentero y agradable a lo largo de su vida, y en torno el 80% de la muestra encuestada informa haber experimentado, al menos, una fantasía sexual de forma negativa o desagradable en algún momento.
Tener fantasías sexuales favorece el deseo
Diferencias por sexos
Sin embargo, existen diferencias cuando se compara la frecuencia con que se tienen determinadas fantasías en ambos sexos. En concreto, los científicos observaron que las mujeres experimentan de modo agradable, con mayor frecuencia que los hombres, fantasías de tipo íntimo y romántico, teniendo estos pensamientos aproximadamente algunas veces al mes. Sin embargo, los hombres piensan con mayor frecuencia que ellas en actividades exploratorias, relacionadas con sexo en grupo o búsqueda de nuevas sensaciones, como “ser promiscuo”, “intercambio de parejas” o “participar en una orgía”. La frecuencia de esta fantasía va desde “alguna vez en la vida” a “alguna vez al año”.
Las fantasías sexuales que son experimentadas de un modo más desagradable o no placentero son las relacionadas con temas de sumisión sexual. En concreto, se encuentra que las mujeres piensan, de modo más frecuente que los hombres, en “ser presionada a mantener relaciones sexuales”, teniendo este pensamiento alguna vez en la vida. Los hombres, sin embargo, tienen el pensamiento de participar en actividades homosexuales con una connotación negativa de modo más frecuente que las mujeres, experimentándose alguna vez en la vida.
Los autores de este trabajo son los investigadores Nieves Moyano Muñoz y Juan Carlos Sierra Freire, del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, quienes han realizado el primer trabajo que aborda la evaluación de las fantasías sexuales como pensamientos positivos y negativos en España. Los resultados se publicarán en otoño en la revista Anales de Psicología.
Los investigadores de la UGR advierten de que tener fantasías sexuales “favorece aspectos como el deseo o la excitación sexual, por lo que son un indicador de salud sexual”. En el marco de la terapia, creen que es necesario tener en cuenta, además de la presencia o ausencia de las fantasías, la actitud que presenta el paciente hacia éstas.
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Los investigadores pretenden estudiar si vivir las fantasías sexuales de un modo negativo o desagradable resulta disfuncional para el pleno desarrollo de determinadas conductas sexuales. Para ello, solicitan la colaboración de personas adultas mayores de 18 años que mantengan una relación de pareja de al menos 6 meses. Para participar, solo hay que contestar a una serie de preguntas en las que se garantiza anonimato y la máxima confidencialidad. La encuesta está disponible en el siguiente enlace: http://encuestasexualidad.ugr.me/