El observatorio espacial para el océano, el clima y el medioambiente, SAC-D Aquarius, está listo para su lanzamiento el 9 de junio prximo a las 11.20 hora argentina desde la base Vandenberg, en California, Estados Unidos.
El SAC-D Aquarius es el cuarto y más importante satélite que la Argentina pondrá en órbita, colocando al país entre los principales del mundo en desarrollo espacial.
Aquarius es el nombre del principal instrumento que llevará el satélite y fue aportado por la NASA. Este se encargará de hacer un mapa mundial mensual de la salinidad superficial del mar, lo cual es importante para saber la densidad oceánica, motor de la temperatura.
El satélite también medirá el efecto de la radiación cósmica sobre componentes electrónicos mediante el instrumento aportado por Francia, el Carmen, y hará perfiles atmosféricos de temperaturas con el Rosa de Italia.
La investigadora argentina y coinvestigadora principal de la Misión SAC-D Aquarius, Sandra Torrusio, informó que lo restantes cinco aparatos son argentinos y se encargarán de "monitorear hielos marinos riesgosos para la navegación, aportarán información para entender los eventos Niño y Niña, que afectan los ciclos de lluvia y sequía, y medirán la intensidad luminosa urbana".
"Medir la precipitación en tierra, la temperatura en suelo, y el balance entre energía y agua, será relevante para agrónomos", indicó acerca de los datos que serán bajados en la sede de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae)en Córdoba, que desde allí serán distribuidos gratuitamente a quienes los precisen.
En cuanto al uso de los datos obtenidos por el satélite, Conrado Varotto, director ejecutivo de la Conae dijo ser "un convencido de que la tecnología espacial va a permitir hacer alerta temprana de eventos naturales" como terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas.
Destacó Varotto, que a diferencia de tiempo atrás cuando los objetivos de las misiones espaciales salían de las “cabezas de los científicos, hoy las misiones surgen de las necesidades que presentan los usuarios."
El aparato se construyó en la empresa estatal rionegrina Invap, en Bariloche, tras un proyecto ganado por la Conae en un concurso llamado por la agencia espacial estadounidense NASA. Incluye también las contribuciones de la Agenzia Spaziale Italiana (ASI) de Italia, el Centre National d´Etudes Spatiales (CNES) de Francia, la Canadian Space Agency (CSA) de Canadá y el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) de Brasil.
Aquarius es el nombre del principal instrumento que llevará el satélite y fue aportado por la NASA. Este se encargará de hacer un mapa mundial mensual de la salinidad superficial del mar, lo cual es importante para saber la densidad oceánica, motor de la temperatura.
El satélite también medirá el efecto de la radiación cósmica sobre componentes electrónicos mediante el instrumento aportado por Francia, el Carmen, y hará perfiles atmosféricos de temperaturas con el Rosa de Italia.
La investigadora argentina y coinvestigadora principal de la Misión SAC-D Aquarius, Sandra Torrusio, informó que lo restantes cinco aparatos son argentinos y se encargarán de "monitorear hielos marinos riesgosos para la navegación, aportarán información para entender los eventos Niño y Niña, que afectan los ciclos de lluvia y sequía, y medirán la intensidad luminosa urbana".
"Medir la precipitación en tierra, la temperatura en suelo, y el balance entre energía y agua, será relevante para agrónomos", indicó acerca de los datos que serán bajados en la sede de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae)en Córdoba, que desde allí serán distribuidos gratuitamente a quienes los precisen.
En cuanto al uso de los datos obtenidos por el satélite, Conrado Varotto, director ejecutivo de la Conae dijo ser "un convencido de que la tecnología espacial va a permitir hacer alerta temprana de eventos naturales" como terremotos, inundaciones y erupciones volcánicas.
Destacó Varotto, que a diferencia de tiempo atrás cuando los objetivos de las misiones espaciales salían de las “cabezas de los científicos, hoy las misiones surgen de las necesidades que presentan los usuarios."
El aparato se construyó en la empresa estatal rionegrina Invap, en Bariloche, tras un proyecto ganado por la Conae en un concurso llamado por la agencia espacial estadounidense NASA. Incluye también las contribuciones de la Agenzia Spaziale Italiana (ASI) de Italia, el Centre National d´Etudes Spatiales (CNES) de Francia, la Canadian Space Agency (CSA) de Canadá y el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) de Brasil.
foto :NASA