La Guardia Civil detiene a la banda albano kosovar que operaba en Avilés y Oviedo

La Guardia Civil detiene a la banda albano kosovar que operaba en Avilés y Oviedo
  • Los detenidos, cinco albano-kosovares violentos  y tres asturianos que les facilitaban infraestructura, apoyo logístico. 
  • En los dos registros practicados en Oviedo y Tineo, se intervienen 110.00€ y 910.000 pesetas, además de diversos efectos utilizados para la comisión de los robos.

 

Oviedo- La Guardia Civil detuvo en la mañana del lunes 25, a ocho personas, A.Z., R.F., V.T., G.C., D.B., Albano-kosovares con edades comprendidas entre los 30 y 40 años, detenidos en un piso franco en la localidad de Oviedo y  D.A.R., J.A.R., y E.V.F., asturianos  de entre 30 y 35 años y con domicilios en  Avilés y Concejo de Tineo.

 

La Guardia Civil (Equipo de delitos contra el patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial), comenzó la investigación en los primeros meses del año, después de detectar la comisión de diversos Robos en los que se empleaba la fuerza en naves industriales y entidades bancarias de  distintos puntos de la provincia de Asturias.

 

Fruto de esta investigación dio inicio la  “Operación Galera”  en la que con las pertinentes autorizaciones judiciales se interceptaron  varias líneas de telefonía  móvil y se reforzaron las vigilancias a los sospechosos, lo que constató que las personas investigadas mantenían una  importante  y reiterada actividad delictiva.

 

“OPERACIÓN GALERA”

 

        La dificultad en la investigación se basa en la extremada desconfianza del jefe de la Organización A..Z., que ordenaba a varios de sus hombres una vigilancia exhaustiva de la zona mientras otros cometían los robos para alertarlos en caso necesario, además de emplear vehículos de alquiler que cambiaban  constantemente para sus desplazamientos.

 

Los asturianos detenidos, se encargaban de darles infraestructura  mediante el alquiler de  los vehículos a su nombre, pisos francos,  etc, acompañaban  al jefe de la banda en sus desplazamientos y en el lugar del robo realizan labores de contra vigilancia y seguridad, además de ser informadores de posibles objetivos.

 

Para la comisión de los delitos, la banda disponía de medios tecnológicos avanzados, alternando la utilización de  walki talkys  con los teléfonos móviles, de los cuales llegan a tener hasta doce líneas que se cambian entre ellos. Usan también sistemas de anulación de frecuencias (inhibidores de frecuencia o “bastardos”) y como ya se refirió cambiando continuamente de vehículos para sus desplazamientos.

 

 En la mañana del día 25, se procedió a la entrada y registro de los domicilios situados en el barrio de la Monxina de Oviedo y en la localidad de Tineo, en los que se intervinieron 110.00€  en billetes de 5, 10, 20, 50 y 500 y 910.000 en billetes de 1.000 y 5.000 de las antiguas pesetas, así como herramientas, linternas, walkie-talkies, inhibidores de frecuencia, teléfonos móviles, navegadores GPS y cuatro vehículos.

 

La entrada en la vivienda de La Monxina en Oviedo, causó gran expectación en el barrio aun siendo realizada a primera hora de la mañana debido a la participación del G.R.S. (Grupo Rural de Seguridad) procedente de Valencia,  el cual tiene un modulo especial de intervención (MEI) en entradas y disponen de los medios necesarios para efectuarlas con absoluta seguridad.

 

A los detenidos se les imputan 17 delitos de robo con fuerza en la cosas, cometidos en las comunidades de Asturias, Galicia y León, entre los que se encuentran los cometidos en la sucursal bancaria de Cajastur (ahora Liberbank) en la Espina (Salas) y en  Caja Rural de San Martín en Teverga.

 

     Esta Organización Criminal, buscaba siempre dinero en efectivo, no llevándose otra clase de objetos que pudiera encontrar en los lugares en los que robaban. Llegaron a quemar 6.000 € (1.000.000 de pesetas), al creer que la antigua moneda ya no era válida.

 

         Los robos se cometían con el mismo modus operandi: el butrón, (agujero practicado en las paredes o techo) para lo que empleaban una radial o una maza de grandes dimensiones y por el que accedían a la nave o sucursal bancaria, reventando las  cajas fuertes para llevarse el dinero en efectivo.

 

      Se estiman en 219.000 € aproximadamente el valor de lo sustraído, y en unos 55.000 € los daños ocasionados.

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