Un sólido compromiso colectivo para “formar una unión monetaria robusta y plena” ayudaría a restablecer la confianza en la viabilidad de dicha unión, señala el FMI en su declaración. El compromiso debe comprender una ruta creíble hacia una unión bancaria como prioridad intermedia, y hacia una mayor integración fiscal, con una mejor gestión de gobierno y una distribución más amplia del riesgo. La unión bancaria debería abarcar los siguientes componentes: Un marco común para la supervisión y las políticas macroprudenciales. Un sistema de garantía de depósitos. Una autoridad de resolución bancaria.
"La evaluación del FMI recomienda un programa positivo a corto y mediano plazo", dijo la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde. “Estas medidas deberían estar respaldadas por amplias reformas estructurales en toda la zona del euro para promover el crecimiento, mientras que el apoyo a la demanda debería mantenerse a corto plazo para amortiguar el impacto que tendrán en la región las medidas de ajuste”, añadió Lagarde durante su participación en la reunión del Eurogrupo celebrada en Luxemburgo el 21 de junio. Las consultas anuales sobre políticas con la zona del euro forman parte de los exámenes regulares que el FMI realiza con los 188 países miembros, y que esta vez coinciden con un período particularmente difícil para Europa. Dentro de la zona del euro, el FMI, junto con el Banco Central Europeo (BCE) y la El contagio derivado de un recrudecimiento de la crisis en la zona del euro tendría un fuerte impacto mundial, sobre todo en las economías vecinas de Europa
La Comisión Europea, está proporcionado apoyo financiero a Grecia, Irlanda y Portugal. Recientemente recibió un pedido para supervisar el apoyo de la zona del euro a sistema financiero de España. Se necesita un compromiso determinado y colectivo El FMI reconoció la importancia de las medidas que se han tomado para contener la crisis, incluidas las intervenciones especiales del BCE para proporcionar liquidez, el mayor cortafuegos mundial y europeo, la adopción del Pacto Fiscal y el compromiso de los gobiernos nacionales con la consolidación fiscal y la sostenibilidad de la deuda. Las bajas tasas de crecimiento y la creciente tensión en el mercado están dificultando la reducción de los niveles de deuda, advirtió el FMI, y añadió que el contagio derivado de un recrudecimiento de la crisis tendría un fuerte impacto mundial, sobre todo en la economía vecinas de Europa. Crecimiento más fuerte y equilibrado
El FMI señaló que las medidas más firmes hacia una unión monetaria plena exigen amplias reformas estructurales en toda la zona del euro para promover el crecimiento. Entre esas reformas cabe citar las siguientes: Reformar los mercados del trabajo para elevar la tasa de participación de la fuerza laboral. Incrementar la competitividad en los sectores de bienes transables en las economías del sur de Europa. Estimular la inversión en infraestructura y capital humano para apoyar el crecimiento y el empleo.
Reformar los mercados de productos para ayudar a generar un “sector de servicios más dinámico y a elevar la productividad en general” en las economías del norte de Europa. También hay que cerrar las importantes brechas de competitividad entre los países. Para lograrlo, el FMI recomienda reformar el sector de servicios, reducir los costos unitarios de la mano de obra y promover el ajuste de los precios relativos entre las economías del norte y el sur con la ayuda de la política monetaria.
Apoyo a corto plazo
Dado que las reformas estructurales demoran en reactivar el crecimiento, el apoyo a la demanda debe mantenerse a corto plazo para amortiguar el impacto de los esfuerzos de las medidas de ajuste en la región. El FMI destacó las siguientes medidas que deberían adoptarse a corto plazo:
Implementar la consolidación fiscal de manera “decidida y creíble” en los casos en que la presión del mercado sea intensa, pero más gradualmente en otros casos para ayudar a estimular la demanda en la región.
Comprometerse a aplicar una política monetaria más acomodaticia por un período prolongado.
Recapitalizar los bancos débiles —incluso con apoyo directo de recursos provenientes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y el Mecanismo Europeo de Estabilidad— para romper el círculo vicioso entre las tensiones de las entidades soberanas y los bancos a nivel nacional.
FOTO: Christine Lagarde. FMI