Santander,.-  El secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez Latorre, ha estimado esta mañana que la aportación financiera que la Comisión Europea hará a la banca española comenzará a hacerse efectiva “en tres o cuatro meses, máximo”, una vez concluya la negociación que el Estado acaba de abrir con Bruselas para determinar las condiciones concretas de esa línea de crédito. El alto cargo del Ministerio de Economía confía en que esta negociación vaya “rápida y se cierre en las próximas semanas”, dado que los contactos están siendo “constantes e intensos”.

Jiménez Latorre fue el encargado de inaugurar, junto al consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, el seminario ‘La crisis del euro. Incidencia en las economías europeas. Retos y soluciones’  que reunirá esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander a responsables de entidades bancarias y Cajas, instituciones económicas, agencias de calificación y agentes sociales.

En la apertura del seminario, Jiménez Latorre aseguró que a la Comisión le preocupa no distorsionar las reglas de juego bancario. “Lo primero es despejar las dudas” sobre las entidades que están más urgidas de financiación y, a partir de ahí, la Comisión exigirá que las condiciones de los préstamos a conceder “sean de mercado: se pondrán límites para que no se distorsione la competencia”. El secretario de Estado no quiso concretar cómo serán las condiciones de ese préstamo, pero auguró que “cabe pensar que serán similares” a las concedidas en casos anteriores, algo que “satisfaría” al Gobierno. También consideró que Bruselas tendrá en cuenta las recomendaciones que viene realizando el Fondo Monetario Internacional (FMI) en este sentido.

En su opinión, tampoco se puede adelantar demasiado sobre las condiciones de la ayuda europea debido a que ésta abre una nueva etapa en la UE, ya que la Comisión no había otorgado antes una línea de crédito como la que ha abierto para España. “Esperamos una resolución satisfactoria”, añadió, desde el momento en que “los problemas están bien identificados y hay recursos para solucionarlos”. El Gobierno de Mariano Rajoy, agregó, “está decidido a contribuir” al remedio “con reformas y una mayor integración fiscal con el resto de Europa”. Esta última “no está reñida con el crecimiento”, recalcó.

Además, reveló que la carta que el Estado español remitió hoy, lunes, haciendo la petición formal de esa ayuda a la Comisión, no contenía una cifra expresa de las necesidades de la banca y es probable que tampoco pueda barajarse una cifra concreta en julio. “Esta cantidad depende de las pruebas de estrés que se están haciendo”, explicó.

Ahora mismo, los bancos en cuestión están elaborando los planes concretos con los que harán frente a sus necesidades financieras y existe margen para que alguno, incluso, no pida ayuda pública, “que no es obligatoria y, de hecho, preferimos las soluciones privadas”, apuntó el alto cargo, tras recordar que el sistema financiero español “es heterogéneo” y los problemas se circunscriben a “un grupo limitado y bien identificado”. El examen detallado e individualizado de la cantidad que requerirá cada banco se sabrá en septiembre.

El BBVA quiere “certidumbre”

En el mismo foro, el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, se mostró “favorable” al hecho de que se haya instituido para el sector bancario español un crédito europeo “muy superior” a las necesidades que revelan los análisis. Cano afirmó que las necesidades “generales” son cantidades “limitadas y manejables”..

 Sobre la actuación en marcha, Cano se proclamó a favor de la “concreción”, que ya se dio “en parte” la semana pasada, cuando se especificaron las entidades que quedan al margen, que son las tres principales entidades españolas, entre ellas el BBVA. Y “del resto” de entidades “seguiremos pidiendo la concreción y certidumbre”, afirmó.

 Por su parte, la Consejera de Economía del Gobierno de Cantabria, Cristina Mazas, reivindicó el “apellido inteligente”, para definir las acciones que reconducirán la economía española. “Austeridad inteligente y estímulos inteligentes”, reivindicó la consejera, que cree que “no todo ahorro tiene por qué ser un recorte”. “La austeridad inteligente termina con las alegrías desmesuradas”, declaró. En este sentido, señaló que en un momento como el actual, hay que pensar fórmulas alternativas que con poco dinero tengan “buenos resultados”.

El seminario ‘La crisis del euro. Incidencia en las economías europeas. Retos y soluciones’ contará hoy, martes, con la presencia del comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, y el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo. El curso está patrocinado por el BBVA.