Quito (Pichincha).- El Presidente de la República, Rafael Correa, reiteró la decisión soberana tomada ayer, tras la maniobra política legislativa desestabilizadora en Paraguay, de no reconocer a otro Mandatario que no sea Fernando Lugo.
Lo hizo durante las declaraciones a la prensa que se dieron en el marco de la visita oficial que realiza a nuestro país el Presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, donde el Jefe de Estado ecuatoriano ratificó que el Gobierno del Ecuador no se prestará para cohonestar esta “nueva patraña” acaecida en Paraguay tras el golpe de Estado.
Explicó que la crisis paraguaya no es solo de Paraguay, pues va mucho más allá y “se tratan de las patrañas que creíamos que fueron superadas en nuestra América para dar golpes de Estado con tintes legales”.
Pese a aquello, el Mandatario explicó que ser destituido por 39 votos en un tiempo récord y en las condiciones que se dieron los hechos, resulta antidemocrático e “impresentable”, por más formalismos que se intente dar a la medida, pues la democracia se basa en la legalidad –la cual también ha sido rota- pero también en la legitimidad que, según explicó, también ha sido destruida.
Dijo además que la posición de Ecuador es independiente de lo que asuma la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y del propio presidente Lugo, pues es una decisión soberana del Gobierno.
La Cláusula Democrática del organismo permite y obliga a Unasur actuar no solo frente a rompimientos constitucionales democráticos, sino al ejercicio ilegítimo del poder y establece acciones que van desde desconocer al nuevo Gobierno, separar ese Estado temporalmente del grupo y organismos regionales e incluso el cierre de fronteras.
“No es que he propuesto medidas, sino que he descrito los instrumentos que nos otorga esa Carta Democrática en situaciones como las que estamos en Paraguay”, finalizó el Jefe de Estado, anunciando que la próxima semana habrá una reunión extraordinaria de Unasur para analizar este delicado tema. /SD El Ciudadano